Políticas públicas para una alimentación adecuada
En la apertura de la actividad participaron las diputada Berta Sanseverino y Graciela Matiaude; la ministra interina de Salud, Cristina Lustemberg; la subsecretaria de Desarrollo Social, Ana Olivera; Wilson Netto, presidente de CODICEN- ANEP; Irupé Buzzetti, directora del Consejo de Educación Inicial y Primaria; y Analice Berón, directora de Salud de la Intendencia de Montevideo.
Desde la ONU se impulsa el reto “Hambre Cero” como una de las metas a cumplir dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con el objetivo de garantizar la alimentación adecuada en las primeras etapas de la vida, especialmente en los dos años de vida por su importancia para el pleno crecimiento físico e intelectual de las niñas y niños.
Cristina Lustemberg señaló que la mala alimentación es una de las principales causas de las enfermedades no transmisibles (ENT) y que para el ministerio es un tema primordial luchar contra las ENT en consonancia con las declaraciones formuladas por el presidente Tabaré Vázquez.
Para Lustemberg, la alimentación es un tema prioritario:“ la epidemia de sobrepeso y obesidad que estamos viviendo debe ser combatida en la primer infancia sobre todo desde la panza, el primer hogar”.
En nuestro país la malnutrición por déficit y por exceso coexisten desde edades tempranas. La desnutrición y el retraso de crecimiento muestran una tendencia decreciente, pero la obesidad afecta al 11% de los menores de 4 años mientras que el 31,5% de los menores de 2 años presenta anemia. El 70% de los niños, niñas y adolescentes consumen bebidas azucaradas todos los días, consumo que entre los años 2000 y 2013 se triplicó, acompañado de un descenso significativo del consumo de frutas y verduras y un aumento sustancial en el consumo de alimentos con grandes cantidades de azúcar, sal y grasa.
En tal sentido, Isabel Bove, asesora del Ministerio de Salud (MSP), resaltó la importancia de “volver a la comida casera, los alimentos naturales, las frutas y verduras, a nuestras tradiciones culinarias. Hay que integrar a los niños en la cocina que participen en la elaboración de su comida para reeducar en alimentación saludable”, afirmó.