Enfermedades no Transmisibles

Prevalencia de fumadores en mayores de 15 años disminuyó de 35 % a 21,6 % en la última década en Uruguay

Uruguay mejoró sus indicadores de salud a partir de políticas intersectoriales, con tasas de mortalidad infantil y materna en franca tendencia a la baja, destacó el ministro Jorge Basso, en su alocución en la primera jornada de la Conferencia Mundial sobre Enfermedades No Transmisibles. Una de esas estrategias permitió que la prevalencia de fumadores en mayores de 15 años disminuyera de 35 % en 2006 a 21,6 % este año.
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“Nuestra hoja de ruta es alcanzar la mayor acumulación de voluntades políticas, sociales, institucionales y de comunicación”, señaló Basso, respecto de las acciones emprendidas por el Gobierno desde 2005 en su lucha contra las causas de las enfermedades no transmisibles, al hablar este miércoles 18 en el foro convocado al respecto por la Organización Mundial de la Salud y auspiciado por el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez.

Uruguay identificó que el mayor impacto por la lucha contra estas enfermedades se vincula con la disminución de la prevalencia del consumo de tabaco, repasó el ministro de Salud Pública.

Al respecto, según añadió, se tomaron medidas muy significativas a lo largo de estos 12 últimos años, como prohibir fumar en ambientes cerrados, eliminar la publicidad y el patrocinio de productos del tabaco, combatir el comercio ilícito, advertir mediante mensajes en los envases —con un espacio destinado a este fin de un 80 % del total de la superficie—, aumentar el precio de los cigarrillos, definir una presentación única por marca e impedir términos engañosos y colores en los paquetes.

“Todas esas medidas han tenido fuerte impacto en la población”, aseguró.

En 2006, antes de la aplicación de las medidas, la prevalencia de fumadores en personas mayores de 15 años era de 35 %, mientras que este año disminuyó a 21,6 %. Otro de los factores de riesgo sobre los que Uruguay trabaja refiere a la alimentación saludable, dijo el ministro.

“Estamos padeciendo un aumento muy importante de obesidad, tanto en adultos como en niños y niñas”, abundó. Basso precisó, en otro tramo de su exposición, que Uruguay cuenta con una legislación que apunta a evitar que los escolares accedan a productos con altos niveles de azúcar, sal y grasas saturadas y artificiales. Existe un trabajo interinstitucional con amplia participación de los equipos de salud y educación.

“Apostamos a recuperar la costumbre de la alimentación casera y el hábito del consumo de frutas y verduras”, apuntó.

Según detalló, la promoción de una vida más activa es otra de las áreas de trabajo a las que apuestan estas políticas. Los organismos del Estado incorporaron equipamiento para practicar actividad física, así como una guía adaptada a la edad y las características de la población.

Por otra parte, recordó que el Sistema Nacional Integrado de Salud genera trasformaciones estructurales y de financiamiento a los efectos de que el proceso de atención estimule económicamente las buenas prácticas en el abordaje de una atención integral de acceso universal.

“El compromiso es mejorar la calidad de vida de la población, disminuyendo la desigualdad social, distribuyendo mejor la riqueza, desarrollando políticas sociales para atender en primer lugar a todos los niños, pero sin desatender a los adultos mayores y a las personas con discapacidad”, expresó.

“Desde el sector de la salud, nos sumamos a seguir trabajando por un mundo con menos población vulnerable y, por tanto, con menos enfermedades no transmisibles”, concluyó.

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