Campaña

Pueblo a Pueblo, una campaña contagiosa

La política de cercanía planteada por el Ministerio de Salud Pública, busca poner en el centro a la personas en el diseño de las políticas sanitarias.
imagen de persona a caballo

Se trata de un abordaje estructural de este ministerio que, en el marco de la campaña de vacunación contra covid – 19, se ha concretado en los diversos mecanismos diseñados de forma interinstitucional, para facilitar el acceso a las vacunas a todas las personas.

La campaña Pueblo a Pueblo, que en este momento está culminando la segunda semana de recorrida suministrando las segundas dosis, nace de una necesidad desde el territorio, explica Karina Rando, Directora General de Coordinación responsable de la implementación de la iniciativa.

“Los Directores Departamentales de Salud decidieron implementar una estrategia para para llevar la vacunación a los lugares más remotos del país”.

Según la Directora General de Coordinación, el mayor desafío que presentó esta estrategia fue respetar un minucioso itinerario diseñado para hacer llegar las vacunas en tiempo y forma, a cada lugar y con las condiciones de acondicionamiento adecuadas, es decir, de forma segura.

La jerarca destaca que la implementación de esta campaña permitió llegar no solo a personas que tenían dificultades de acceso a las vacunas por razones geográficas o logísticas, sino que logró que se vacunaran a aquellas que tampoco mostraban interés en hacerlo o que no habían tomado real consciencia de la importancia de recibir la vacuna.

Esto deja en evidencia el rol clave que están teniendo las diversas estrategias desarrolladas en territorio y la política de cercanía, en la adhesión de las personas al plan de inmunización y en los altos índices de vacunación que hoy ostenta el país, que son ejemplo en el mundo.

“Muchas personas cuya prioridad no era vacunarse, porque tienen otras necesidades y carencias, y por lo tanto, otras cosas que resolver, al ver que llegaron las vacunas a la puerta de su casa, y que muchos de sus vecinos y referentes locales se vacunaban, decidieron hacerlo y se mostraron agradecidas por ello”, explicó la Dra. Rando.

Por otro lado, Rando destaca el espíritu de solidaridad y unión que reinó en el trabajo de las más de doscientas personas que integraron los equipos que recorrieron las distintas localidades del país durante varias semanas con los vacunatorios móviles.

Los equipos de los 17 departamentos abordados en el Pueblo a Pueblo (para Montevideo y Canelones se diseñaron otras estrategias) están integrados por cerca de 15 personas y tienen con un enfoque interdisciplinario que involucra a todo tipo de actores sociales, desde los vacunadores de la Comisión Honoraria de la Lucha Antituberculosa y personal de la salud de los hospitales y policlínicas, de los diversos departamentos, hasta administrativos, choferes y voluntarios que se ofrecieron a colaborar de la forma que sea, armando las carpas, organizando las filas o entregando certificados, por el hecho de colaborar, por la camiseta, por su departamento” cuenta Rando.

Pueblo Topador, Paso portero, Pueblo Porvenir, Paso de los mellizos, La Concordia, Juan González, Amarillo, LasToscas de Caraguatá, La Higuera, Cerro Colorado, Barrio Progreso, Mal Abrigo, Tupambaé, La Calavera, Aguas Blancas, Quebracho o Capuera, son solo algunos de los más de 300 pueblos a los que llevaron las vacunas los equipos de vacunación, cruzando arroyos y cañadas, desafiando el frío y la lluvia, mojándose el calzado y embarrándose las botas, con contagioso entusiasmo, sin perder el profesionalismo, la sonrisa y la calidez.

“Se vivió algo que va más allá de ir y vacunar, se respiraba una atmósfera de compañerismo y unión, de espíritu colaborativo de poder hacer algo, para ayudar, desde el lugar de cada uno, a sacar el país adelante”, concluyó, la Dra. Rando.

 

 

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