Relaciones internacionales

Uruguay en el think tank del Atlantic Council

La institución Adrienne Arsht para América Latina del Atlantic Council organizó un simposio para analizar cómo fue la diplomacia de Estados Unidos y China en relación a la venta y donación de vacunas contra covid-19 en América Latina y el Caribe y para plantear cuáles fueron las lecciones aprendidas que podrán utilizarse frente al eventual surgimiento de otra emergencia sanitaria.
Ministro Salinas participa en Atlantic Council por zoom

El ministro Daniel Salinas fue invitado a participar de este think tank para contar sobre la experiencia uruguaya y expuso junto a María Eugenia Brizuela de Ávila de El Salvador; el embajador de Guyana Riyad Insanally; Bosco Martí, director global de Asuntos Internacionales y Comunicaciones de Aleatica y Claudia Trevisan, la directora ejecutiva del Brazil-China Business Council.

Uruguay es un pequeño mercado a nivel mundial, lo que a priori puede ser considerado una desventaja al momento de plantarse junto con otros países más grandes y pelear por insumos que son requeridos a nivel mundial por todos, como sucedió con las vacunas contra covid-19. Salinas explicó que la diplomacia y estrategia uruguayas pudieron convertir esta característica en una ventaja puesto que por esa misma razón eran pocas las dosis necesarias para satisfacer la necesidad de nuestro país, que apostó a los acuerdos bilaterales con China y Estados Unidos luego de que fallara el mecanismo COVAX.

Así fue que “un inconveniente se convirtió en una ventaja” y se obtuvo el primer suministro “importante y oportuno” de vacunas chinas con el que se dio comienzo al plan de vacunación y que permitió que en apenas cuatro meses se llegase al 50 % de la población con dos dosis. En paralelo se tenían conversaciones con el laboratorio Pfizer.

Salinas explicó que lo que primó en la decisión de nuestro país en relación a la primera compra de vacunas, más allá de las características de seguridad y efectividad, fue la “oportunidad” de su llegada, es decir, la forma de entrega y cantidad dosis. Si bien había diferencias entre las vacunas chinas y las pfizer en relación a la transmisibilidad, la china era menos efectiva que la estadounidense en este aspecto, ambas eran muy buenas en evitar los cuadros graves de la enfermedad y los posibles fallecimientos, y mientras las vacunas chinas podían llegar en un gran número de una sola vez, las pfizer llegarían en distintas partidas seguidas, con menor número de dosis cada una. Las chinas presentaban una clara ventaja en cuánto al tiempo de llegada y cantidad para poder iniciar una campaña de vacunación masiva, sin desmedro de lo cual, luego de ello fueron llegando las partidas de pfizer.

Uruguay lleva más de siete millones de vacunas administradas y todas fueron compradas, a no ser por medio millón que fueron donadas por Estados Unidos luego de tratativas con su Encargada de Negocios, y que fueron destinadas a la estrategia de acercamiento de la vacuna a la población llamada en el plan de vacunación “pueblo a pueblo”. Salinas explicó que en Uruguay no se planteó nunca una dicotomía entre las distintas vacunas que se adquirieron, sino que, por el contrario, se las estimó como complementarias.

Esta complementariedad entre las dos plataformas de vacunas luego se confirmó a partir de estudios de seguimiento longitudinal que realizó el ministerio cuyos resultados arrojan que la tasa de fallecimientos varía y disminuye significativamente en las personas que cuentan con ambas vacunas: en los no vacunados la tasa es de 104 fallecidos cada 100.000 habitantes, en los vacunados con dos dosis es de 18 fallecidos cada cien mil, mientras que los vacunados con plataformas combinadas es de seis cada cien mil.

El ministro afirmó que es importante estar atento a las nuevas amenazas biológicas que puedan surgir, además de las naturales, para las que sería necesario contar con un equipo de despliegue rápido, táctico, para llegar con una rápida y eficaz respuesta frente a situaciones de emergencia y de desastre. Asimismo, para el tema específico de la vacunación, Salinas afirmó estar de acuerdo con una política general de las américas en las que haya distintos hubs de producción - algo para lo que se está trabajando en la Organización Panamericana de la Salud -. “Es muy importante, a futuro, que haya una gran cooperación internacional para dar respuesta en forma global [a las eventuales posibles futuras emergencias] porque acá no se salva un país individualmente, sino que nos salvamos todos juntos o el problema permanece encriptado en una zona y es como la polio, que todavía hay campañas para la erradicación de la polio”, aseveró el ministro.

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