Vínculo con el paciente
Guías
El autismo es definido por la manifestación del conjunto de desafíos en la comunicación social, procesamiento sensorial, la interacción con el entorno y flexibilidad en una persona. Si bien estas características son las que responden a algunas conductas que podemos observar, como la repetición de algunos patrones, movimientos estereotipados, uso neutro del leguaje, personas que verbalizan poco o directamente no lo hacen, exaltación a determinados ruidos del entorno entre otros, nunca podemos decir que es lo que define a la persona con autismo.
Saber esto, es la base para generar un vínculo amigable, de confianza y respeto. Las personas nos definimos por lo que nos gusta y no nos gusta, por lo que sentimos y cómo lo manifestamos, por todo aquello que va construyendo nuestra personalidad e identidad.
En cuanto a lo que caracteriza al autismo, conocer los desafíos sin duda que será importante y relevante al momento de pensar la intervención, pero es fundamental saber que no se manifiesta en todos de la misma manera.
Diseñar un plan estratégico para la intervención será condicionante para lograr una intervención eficaz. Este deberá contemplar:
- La integración de sus intereses a la consulta y aliarnos con ellos.
- Tener una actitud de cercanía respetando a la vez su espacio.
- Generar un espacio físico para una interacción lúdica.
- Diseñar el espacio en función de sus intereses y procesamiento sensorial (intensidad de ruidos y luces, etc.).
- Dedicar un tiempo real para generar el vínculo con el paciente. Es probable que lleve varias sesiones para que se familiarice con el lugar y el equipo técnico antes de poder intervenir directamente.
- Adecuarnos en la medida de los posible a sus posturas corporales o realizar algunos de los pasos de la intervención en espacios no convencionales (por ejemplo, mirar con el espejo sus dientes cuando esté parado o sentado en otra silla).
- Apoyarnos para explicar cualquier procedimiento con el uso de imágenes y objetos que la representen.
- Al momento de intervenir, animarnos a recrear la intervención de una manera amigable: cantando, contando una historia, convirtiendo el sillón en una nave entre otras cosas.
- Al momento de agendarlo, considerar los tiempos de espera que puede tener en la sala.
- Conformar equipo con su familia y acompañantes.
- Integrar al plan estratégico la información que brinda la familia que es quien más lo conoce.