Nuestro territorio Edición Nº8

Un nuevo desafío: la Estrategia Nacional Ciudades Sostenibles

El Mvotma impulsa una nueva estrategia nacional de ordenamiento territorial para lograr la mayor inclusión de las dimensiones ambiental y ecosistémica en la planificación de las ciudades uruguayas. Un proceso que se transitará de aquí hasta el final de este período e involucrará a los diferentes niveles de gobierno, la Academia, múltiples organizaciones y actores que habitan el ámbito urbano. 
 
Partimos de ciertas definiciones operativas: una ciudad sostenible es aquella que ofrece a sus habitantes una alta calidad de vida y contribuye al devenir de una naturaleza regenerativa, reduciendo y mitigando los efectos negativos de su construcción y funcionamiento en el metabolismo energético y material.

Cuenta, además, con instituciones nacionales y locales que facilitan y promueven espacios de participación, favoreciendo el desarrollo y empoderamiento de sus habitantes en las decisiones que los afectan,  en el marco de  un apoyo fiscal  y administrativo que promueva un desarrollo social y económico justo y solidario.

Las ciudades sostenibles no contienen transiciones difusas hacia lo rural, presentan una estructura y trama urbana de cierta compacidad, están cohesionadas socialmente, generan espacios de sociabilidad, presentan una buena dotación de áreas verdes y espacio público, crea un territorio con cercanía a los servicios, atraen inversiones de empresas con menor impacto ambiental relativo, propicia el encuentro de actividades y permite el desarrollo de la vida en comunidad. 1

En definitiva, una ciudad sostenible debe estar pensada como un sistema complejo, que permita cubrir las necesidades actuales de las personas que la habitan sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de definir sus propias necesidades y sus satisfactores. Una ciudad que sea capaz de resistir, absorber y adaptarse a los cambios, los desafíos y la incertidumbre a las que están sometidas en la actualidad.

¿Por qué avanzar en esta construcción?

Según el último censo (2011), nuestro país alcanzó un nivel de urbanización de su población de 95%. Esto indica la importancia y la significación del espacio urbano como el ámbito central de convivencia de nuestra sociedad. Por consiguiente, la construcción de ciudades sostenibles  en cuanto a los niveles de habitabilidad y calidad sociourbana y la accesibilidad universal a los bienes y servicios que el habitar urbano contemporáneo demanda, es determinante para un desarrollo equilibrado y equitativo de la población.

Esta necesidad se acompasa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) trazados internacionalmente y que Uruguay comparte. Es por esto que en la Conferencia Mundial sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III, de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, realizada en Quito en 2016) Uruguay asumió el compromiso internacional de avanzar de manera directa y efectiva en la implementación de la Nueva Agenda Urbana, definida en dicho  encuentro. 2 

¿Cómo nos proponemos trabajar?

A partir de un proceso de construcción participativa que integre especificidades y saberes. Será fundamental acercarse a los lugares y conocer las demandas y las situaciones puntuales para problematizarlas y construir soluciones “comunes”.

Dicho proceso deberá partir por reconocer los caminos ya transitados, tanto desde los diversos niveles del Estado como porlos de la Sociedad Civil. En este sentido, comenzamos por conocer impulsos y acciones que ya existen y avanzan en esta construcción, sistematizando y aprendiendo desde las acciones concretas e integrando estos conocimientos y prácticas a los nuevos procesos de planificación y gestión urbana.

Atendiendo a esta lógica, el inicio de la construcción parte desde los Instrumentos de ordenamiento territorial (IOT) ya existentes y su gestión territorial. Así entendemos que las ciudades sostenibles tejen, articulan, por lo menos, los siguientes subsistemas:

Ciudad compacta

La compacidad urbana es el eje que atiende a la realidad física del territorio. Un modelo compacto implica la intensificación del uso del suelo, de forma de reducir su consumo extensivo. De esta forma, disminuye la presión sobre el medio y los recursos naturales. Su imagen responde a la de un desarrollo urbano continuo y denso.

Movilidad sostenible

La movilidad urbana sostenible es aquella que pone en el centro el acceso de las personas a los recursos urbanos y privilegia la movilidad sustentable (caminar, pedalear, andar en ómnibus o, tren, autos compartidos) frente a la movilidad no sustentable (vehículos particulares de combustión interna o híbridosmonopasajeros, SUV urbanos, ómnibus inadecuados).

La sustentabilidad se orienta a establecer potentes redes de conexión privilegiando sistemas de movilidad apropiados y promoviendo el uso del transporte público sobre el privado. Esto contribuye a mejorar la calidad ambiental de las ciudades, su paisaje urbano,  el uso del espacio público y el ahorro económico.

Infraestructura verde

La aplicación del concepto de Infraestructura Verde al ámbito urbano está suponiendo el aprovechamiento de los múltiples beneficios (ambientales, sociales y económicos) que los espacios verdes de las ciudades son capaces de ofrecer (CEA, 2014). Las áreas verdes urbanas ya no son concebidas exclusivamente  para recreación y esparcimiento, sino que se planifican como espacios de regeneración de naturaleza y servicios ecosistémicos.

Flujos sociohidrológicos

La Nueva Agenda Urbana promueve la conservación y utilización sostenible del agua mediante la rehabilitación de los recursos hídricos en zonas urbanas, la reducción y tratamiento de aguas residuales, el fomento del tratamiento y reutilización de las aguas servidas y la disminución de pérdidas en los sistemas de distribución de agua potable.

La planificación urbana y territorial debe incluir la planificación y gestión integrada de los recursos hídricos, teniendo en cuenta las relaciones del ciclo hidrológico en las zonas urbanas y rurales a escala local, departamental y regional.

Las dimensiones priorizadas podrán combinarse y complementarse con otras como la gestión de residuos sólidos urbanos, la transición a matrices energéticas renovables y autóctonas, la limpieza de suelos contaminados y/o la educación ambiental, entre otras, de acuerdo al compromiso que asuman los diversos agentes sociales, así como otros procesos y/o proyectos que ya se vienen desarrollando desde el Mvotma, en particular el Plan Nacional de Adaptación en ciudades e infraestructuras (NAP Ciudades).3 

1 (Terraza, Rubio y Vera, De ciudades emergentes a ciudades sostenibles, página 205).

2 http://habitat3.org/wp-content/uploads/NUA-Spanish.pdf

3 http://mvotma.gub.uy/ciudades-sostenibles/nap-ciudades

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