Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia busca reconocer el rol que juegan las mujeres y las niñas en las ciencias y la tecnología y fomentar una mayor participación de las mujeres. Se celebra desde 2015 por resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas.

La ciencia y la igualdad de género son fundamentales para el desarrollo sostenible. La inclusión de mujeres en las ciencias aporta riqueza de enfoques para toda la sociedad. Asimismo, fomentar la participación de las niñas respeta su derecho a la educación y capacitación en todas las disciplinas, incluidas las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés).

En Uruguay, la participación de las mujeres en la ciencia varía según el área específica (por ejemplo medicina, ciencias agrarias, ingeniería, matemática o biología), pero en términos generales es menor que la de los varones. Del total de personas ocupadas en el sector, 69% son varones y 31% son mujeres.

Esta brecha de género se manifiesta desde edades muy tempranas. Las niñas asocian a las ciencias como algo de varones gracias a los procesos de socialización y a la existencia de estereotipos de género que operan a nivel explícito e implícito. Es así que las mujeres crecen incorporando la noción de que las áreas STEM son típicamente masculinas.

Esta información se recoge, mayormente, en el documento “Mujeres en Ciencia, Tecnología e Innovación; un factor clave para avanzar en igualdad de género y desarrollo sostenible”, el cual es producto de la Mesa Interinstitucional Mujeres en Ciencia, Innovación y Tecnología (MIMCIT). 

Se encuestó a varones y mujeres que alguna vez estuvieron activos en STEM en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en el período 2009-2018. La investigación llegó a un universo aproximado del 53% de los investigadores e investigadoras de las áreas Ciencias Naturales y Exactas, Ciencias Agrarias e Ingeniería y Tecnologías de Uruguay.

Hacia una transformación social y productiva 

A partir del sexto año de primaria se comienzan a ver diferencias en el desempeño de niñas y niños en matemática, teniendo los últimos cierta ventaja. La brecha en esta área podría deberse, entre otros factores, a prácticas culturales tanto sociales como familiares. 

En secundaria, los varones tienen mayor aprobación que las mujeres y valoran sus habilidades en STEM. Esto se refleja en mejores resultados, ya que los varones superan en 8 puntos el promedio obtenido en esta área por las adolescentes de 15 años que se encuentran estudiando.

En la Universidad de la República, la matrícula de estudiantes está compuesta mayoritariamente por mujeres, quienes representan el 63% de los ingresos en el año 2018, pero en las áreas STEM esto se reduce. Se destaca como el área más masculinizada dentro de la universidad, en la que las estudiantes constituyen (en ese año) el 44%, y en Facultad de Ingeniería, particularmente, son apenas el 23%.

Una de las principales dificultades que atraviesan las mujeres para el desarrollo de sus profesiones son las tareas de cuidados que las colocan en una posición de desventaja en cuanto a sus colegas varones, además de ser limitantes también para sus trayectorias educativas. El 41% de estas investigadoras ha interrumpido sus estudios por tareas de cuidados. En cambio, en los varones sucede en un 5%.

Queda de manifiesto que es necesario avanzar en políticas específicas que eliminen las brechas en este sector, así como apuntar a una transformación cultural para alcanzar la igualdad de género.

 

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