Marzo: mes de las mujeres

Bajo la consigna: Reconocer el trabajo no remunerado construye igualdad, desde el Instituto Nacional de las Mujeres nos hemos propuesto visibilizar el aporte fundamental que realizan las mujeres a través de la carga de trabajo no remunerado.

Ver las actividades planificadas en todo el país

 

Pero, ¿qué es el trabajo no remunerado (TNR)? Son las tareas domésticas del hogar, los cuidados de niñas, niños y otras personas dependientes, el trabajo que se brinda a otros hogares sin recibir remuneración y, también, el trabajo voluntario. Se trata de una actividad económica brindada de forma no paga y permanente en las dinámicas familiares. Esta carga es históricamente asumida por mujeres. Si vemos los datos, representa dos tercios del tiempo de trabajo de las mujeres (64,6%), mientras que el tercio restante refiere al trabajo remunerado (35,4%), como puede ser un empleo, por ejemplo.

Este tipo de trabajo es fundamental para el funcionamiento, no solo de las familias, sino también de la sociedad, porque produce bienes y servicios de forma sistemática. Sin embargo, ha sido invisibilizado en el sistema económico, al punto que no forma parte de las cuentas nacionales.

La participación de las mujeres en esta actividad económica es casi dos veces más que la de los varones. Si miramos al término de una semana laboral, la carga para las mujeres es del 37,5% y mientras que para los varones es un 19,5%.

Investigaciones recientes han demostrado que esta sobrecarga de trabajo no remunerado es uno de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres en cuanto al acceso, permanencia y calidad del trabajo en el mercado de empleo. Esta sobrecarga implica que las mujeres se inserten en actividades de menor paga, en la dificultad de acceder a puestos de jerarquía. También, se traduce en empleos a tiempo parcial, en trabajo informal, entre otras dificultades.

En el contexto de pandemia por COVID-19, esta situación se ha visto agravada por varios factores. Uno de ellos es que las mujeres han tenido que conciliar, en sus domicilios, horas de trabajo remunerado y no remunerado, especialmente para el cuidado de su descendencia u otras personas a su cargo.

Es un reto para la política pública lograr acciones que reconozcan, visibilicen y redistribuyan la carga de trabajo no remunerado, pero es un reto urgente e impostergable.

Por todo esto, reforzamos el compromiso en el diseño de políticas públicas que apunten al logro de la igualdad sustantiva y el ejercicio de ciudadanía plena de las mujeres uruguayas, con el convencimiento de que el cambio cultural debe ser impulsado por políticas de Estado, pero también por el sector privado, los sindicatos y cada una de las personas de nuestra sociedad.

Por eso, este mes, realizaremos una campaña en nuestra redes sociales que busca reconocer, redistribuir y reducir el TNR. En este sentido, compartiremos una serie de videos de mujeres que nos muestran el peso y la importancia que tiene el trabajo no remunerado en la vida cotidiana de cada una de nosotras. El mensaje apunta a redistribuir posicionar el trabajo no remunerado como inversión social y apostar a una sociedad más igualitaria, más inclusiva y más próspera.

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