Autonomía económica de las mujeres

El Instituto Nacional de las Mujeres tiene como principal objetivo definir las políticas públicas orientadas a la igualdad de género entre mujeres y varones, respetando los derechos humanos, la inclusión de todas las personas y su ejercicio pleno de la ciudadanía.

El Instituto Nacional de las Mujeres tiene como principal objetivo definir las políticas públicas orientadas a la igualdad de género entre mujeres y varones, respetando los derechos humanos, la inclusión de todas las personas y su ejercicio pleno de la ciudadanía.

Entre sus cometidos, para la gestión 2020-2025 ha definido como una de sus líneas de trabajo la  promoción de la autonomía económica para todas las mujeres, fortaleciendo sus capacidades de incidencia y acceso a: empleos de calidad, una remuneración en igualdad con sus pares varones, acceso a financiamientos y titularidad de bienes, la reducción de la brecha digital, entre otros. 

Para el logro de este punto, es importante trabajar la incorporación de los cuidados y la corresponsabilidad como política para el logro de la igualdad

¿Qué es la autonomía económica de las mujeres?

Es la capacidad que tienen las mujeres de generar ingresos y recursos propios a partir del acceso al trabajo remunerado en igualdad de condiciones con los varones. 

La vida de las mujeres es atravesada por distintas dimensiones que generan mayores desigualdades: étnicas-raciales, el lugar de residencia, cómo están conformados sus hogares, las tareas de cuidados, entre otras. 

La autonomía económica de las mujeres constituye uno de los pilares fundamentales para el ejercicio de los derechos y para lograrla, el acceso a la educación y al mercado laboral resulta decisivo.

La autonomía económica de las mujeres como política pública para el desarrollo

En la presente administración, InMujeres busca poner el foco en promover herramientas que fortalezcan las capacidades de las mujeres, y por consiguiente, sus procesos de autonomía económica.

En el marco del componente de empleabilidad y cuidados, se trabaja en la sostenibilidad laboral a través de diferentes proyectos de incidencia territorial, fortaleciendo los saberes y las capacidades laborales de las mujeres en situación de vulnerabilidad. 

Asimismo, en coordinación con INEFOP se ha profundizado en la respuesta a mujeres en dos líneas: cursos dirigidos a mujeres en procesos de salida de situaciones de violencia y de promoción del emprendedurismo.

En la línea de ruralidad y género, se ha definido promover acciones de reconocimiento y visibilización de las mujeres rurales y del agro de nuestro país. En este sentido, InMujeres tiene 7 compromisos asumidos en el Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

Por otra parte, uno de los énfasis está puesto en  visibilizar a las “mujeres viejas” . El InMujeres define trabajar el reconocimiento y resignificación del aporte de estas mujeres al país, entendiendo la vejez desde una perspectiva de género implica cuestionar las diferentes formas en que se expresa el envejecer y el envejecimiento en las experiencias vitales de las mujeres. Permite visibilizar además, las consecuencias derivadas de los roles tradicionales de género, donde los varones siguen ocupando el espacio público y productivo y las mujeres el espacio privado y doméstico-reproductivo. 

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