Cambio Climático

El SNRCC organiza taller sobre Consulta Pública sobre Contribución Determinada a nivel Nacional

En el contexto de la Consulta Pública sobre la Contribución determinada a nivel Nacional (CDN) en el marco del Acuerdo de París para presentar a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la cual fue lanzada el pasado 24 de agosto y estará abierta hasta el 24 de setiembre, el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático organiza un taller con el objetivo de presentar el documento, realizar preguntas y recibir aportes el cual tendrá lugar el próximo jueves 14 de setiembre de 16 a 19 hs en el Hotel Four Points de Montevideo.

La Contribución Determinada a nivel Nacional (en adelante; CDN), tiene como objetivo dar respuesta a las obligaciones nacionales que emanan del Acuerdo de París, así como también promover la adaptación y mitigación en Uruguay ante el desafío del cambio climático, bajo la Política Nacional de Cambio Climático de manera de contribuir al desarrollo sostenible del país, con una perspectiva global, de equidad intra e intergeneracional y de derechos humanos, procurando una sociedad más resiliente, menos vulnerable, con mayor capacidad de adaptación al cambio y a la variabilidad climática, y más consciente y responsable ante el desafío del cambio climático, promoviendo una economía de bajas emisiones de carbono, a partir de proceso productivos y servicios sostenibles ambiental, social y económicamente, e incorporando conocimiento e innovación.

La CDN de Uruguay se compone de las siguientes secciones: en la sección primera se presentan las metas para mitigar el cambio climático; en la sección segunda, se presenta el contexto y principales acciones que aportan al alcance de las metas de mitigación del cambio climático; en la tercera sección se presenta el contexto y principales acciones de la adaptación a los efectos adversos del cambio climático (sección que debe ser considerada la primera Comunicación de Adaptación); en la cuarta sección, se presenta el contexto y principales acciones de fortalecimiento de las capacidades y generación de conocimiento sobre cambio climático; en la quinta y última sección, se incluye Información para dar transparencia y mejorar la comprensión de las metas de mitigación del cambio climático y facilitar su monitoreo, reporte y verificación.

De acuerdo con el Párrafo 23 de la Política Nacional de Cambio Climático, la CDN sirve como instrumento de implementación de dicha Política, y fue preparada en el marco del Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático y variabilidad (en adelante; SNRCC), incluida su consideración pública entre el 24 de agosto y 24 de septiembre de 2017.

Metas para mitigar el cambio climático hacia el 2025.

Las metas de mitigación se establecen asumiendo que no existirán cambios estructurales en la matriz productiva del país y considerando las proyecciones oficiales de crecimiento económico en el período 2017-2025.

  • Metas globales de intensidad de emisiones de GEI al respecto de la evolución de la economía: cubren el 99.4% de las emisiones de GEI del Inventario Nacional de Emisiones de GEI 2012 (en adelante; INGEI 2012), según métrica GWP100 AR2:
GEI

Metas de Mitigación a 2025

Sectores del INGEI (sin incluir UTCUTS)
Reducción de intensidad (emisiones de GEI por unidad de PBI) con respecto a 1990
IncondicionalCondicional a medios de implementación adicionales específicos
CO2Reducir 24%
las emisiones de CO2 respecto al PBI
Reducir 29%
las emisiones de CO2 respecto al PBI
Energía, incluido el Transporte; y
Procesos Industriales
22.2% de las emisiones de GEI INGEI2012 en GWP100 AR2
CH4Reducir 57%
las emisiones de CH4 respecto al PBI
Reducir 59%
las emisiones de CH4 respecto al PBI
Energía; Agricultura, incluida la Ganadería; Residuos; y Procesos Industriales
43.2% de las emisiones de GEI INGEI 2012 en GWP100 AR2
N2OReducir 48%
las emisiones de N2O respecto al PBI
Reducir 52%
las emisiones de N2O respecto al PBI
Energía; Agricultura, incluida la Ganadería; Residuos; y Procesos Industriales
34.0% de las emisiones de GEI INGEI 2012 en GWP100 AR2
  • Metas específicas de intensidad de emisiones de GEI al respecto de la producción de alimentos: cubren el 51.1% de las emisiones de GEI (GWP 100 AR2) para el INGEI 2012
GEI

Metas de Mitigación a 2025

Actividad de Producción de Alimentos
Reducción de intensidad (emisiones de GEI por unidad de PBI) con respecto a 1990
IncondicionalCondicional a medios de implementación adicionales específicos
CH4Reducir 32%
las emisiones de CH4 respecto al peso vivo vacuno producido
Reducir 37%
las emisiones de CH4 respecto al peso vivo vacuno producido
Producción de carne vacuna
33.6% de las emisiones de GEI INGEI 2012 en GWP100 AR2​
N2OReducir 34%
las emisiones de N2O respecto al peso vivo vacuno producido
Reducir 38%
las emisiones de N2O respecto al peso vivo vacuno producido
Producción de carne vacuna
17.5% de las emisiones de GEI INGEI 2012 en GWP100 AR2​
  • Metas específicas del Sector UTCUTS: El Sector Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (UTCUTS) presentó remociones netas en los INGEIs entre 1998 y 2012.
GEIActividades / Pools de carbono

Metas de Mitigación a 2025

Mantenimiento de stocks de carbono
 IncondicionalCondicional a medios de implementación adicionales específicos
CO2Bosque NativoMantener el 100%
de la superficie (849.960 hás.)
Aumentar en 5%
la superficie (892.458 hás.)
Cultivos ForestalesAl menos mantener el 100%
de la cantidad de superficie efectiva en manejo (763.070 hás.)
No corresponde.
Montes de sombra y abrigo, incluyendo sistemas silvopastoriles.Mantener el 100%
de la superficie de sombra y abrigo
(77.790 hás.)
Aumentar en 25%
la superficie de sombra y abrigo, incluyendo sistemas silvopastoriles (97.338 hás.)
Carbono Orgánico del Suelo en Pastizales, Turberas y Tierras AgrícolasEvitar las emisiones de CO2
en el 10% de la superficie de pastizales (1.000.000 hás.),
en el 50% de la superficie de turberas
(4.183 hás.)
y en el 75% de la superficie agrícola (1.100.000 hás.), así como secuestrar CO2 en el 25% de la superficie agrícola restante (400.000 hás.).
Evitar las emisiones de CO2
en el 30% de la superficie de pastizales (3.000.000 hás.) y
en el 100% de la superficie de turberas (8.366 hás.)
  • Sobre las metas para mitigar el cambio climático: 

Uruguay presenta las metas globales para mitigar el cambio climático de su CDN al año 2025 en términos de intensidad en relación a su producto bruto interno y con respecto al año base 1990, así como también incluye metas específicas relacionadas a la Producción de Alimentos (carne vacuna) y sobre el Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (UTCUTS). Se distinguen a su vez metas incondicionales y condicionales a medios de implementación adicionales específicos. Las metas cubren el 99.4% de las emisiones de GEI del Inventario Nacional de Emisiones de GEI 2012 (en adelante; INGEI 2012), según métrica GWP100 AR2; siendo el INGEI 2012 el último inventario disponible y presentado a la Convención.

Al analizar las metas de mitigación de la presente CDN, corresponde considerar que Uruguay es un país en desarrollo, con una economía que deberá seguir creciendo para generar mayores oportunidades, continuar luchando contra la pobreza e indigencia, así como seguir construyendo un mayor nivel de equidad en su sociedad, y realizar esto en el tiempo con un menor impacto proporcional asociado en el sistema climático.

La contribución de Uruguay al objetivo último de la Convención y al objeto del Acuerdo de París, se centra entonces en poder desarrollarse con la menor intensidad posible de emisiones de GEI, “descarbonizando” su economía en el tiempo y a su vez adaptarse, mediante la reducción de su vulnerabilidad y el aumento de su resiliencia, realizando todo esto de un modo que no amenace la producción de alimentos.

Las metas globales para mitigar el cambio climático contemplan a todos los sectores emisores en el INGEI 2012, tal como el Sector Energía (que representa el 95% de las emisiones de CO2), que incluye Transporte, el Sector Procesos Industriales, el Sector Agricultura (que representa el 93.4% de las emisiones de CH4 y el 98.7% de las emisiones de N2O), que incluye la Ganadería, y el Sector Residuos. Cabe destacar que en todos estos Sectores Uruguay ya ha avanzado en la reducción de intensidad de emisiones de GEI respecto al PBI, y en algunos casos ha demostrado reducciones absolutas, como lo es en la generación eléctrica y forestación.

El perfil de emisiones de Uruguay está fuertemente marcado por las emisiones relativas a la producción de alimentos: usando la métrica GWP100 AR2, el 73.8% de las emisiones totales según en el INGEI 2012 corresponden al sector agropecuario, cuyos dos tercios son originadas en la producción de carne vacuna. Es por lo anterior que Uruguay presenta una meta específica de intensidad de emisiones en relación a la unidad de producto, en este caso cantidad de carne vacuna (medida como peso vivo del ganado vacuno de carne).

Uruguay presenta asimismo un conjunto de metas para el sector de UTCUTS. El país se ha propuesto el compromiso de conservar el stock de carbono existente en el monte nativo a través del mantenimiento de su área. Análogamente, respecto a los cultivos forestales, se establece un área mínima forestada, que el país se compromete a mantener más allá de las fluctuaciones del ciclo productivo forestal. El enfoque de establecer una meta sobre el stock permite asumir una contribución que pueda eventualmente representar una progresión con respecto a la previa CDN, en un sector que intrínsecamente tiene limitaciones sobre dicha progresión, desde el enfoque tradicional de flujos. Asimismo se mantendrá el área de abrigo y sombra, incluyendo sistemas silvopastoriles, con el objetivo de conservar el stock de carbono existente en dichas áreas. Por último se presenta una meta respecto al mantenimiento del carbono orgánico del suelo; en el área de pastizales bajo buenas prácticas de manejo de tierras, en turberas y en el área agrícola que se encuentra bajo Planes de Uso y Manejo de Suelo, obligatorios por Ley desde 2013 incluyendo captura en aquellos casos en que los cultivos se hacen en rotaciones con pasturas de ciclo largo.

Como fue mencionado, las metas presentadas por Uruguay se establecen de manera incondicional y condicionada a los medios de implementación adicionales específicos que el país reciba, tanto vía financiamiento, como en transferencia y desarrollo de tecnologías y la generación de capacidades.

Contexto y principales acciones que aportan al alcance de las metas de mitigación del cambio climático.

A continuación se describe brevemente la evolución reciente de los sectores del INGEI a partir de las acciones de mitigación implementadas y en implementación, así como también los niveles de ambición al 2025 para cada una de las metas presentadas en la sección anterior. Cabe destacar que además de las acciones de mitigación específicas implementadas y en implementación en los sectores emisores, el dinámico desempeño global de la economía, en sectores relativamente menos emisores, como los servicios y otras actividades que capturan como la forestación, han permitido el desacople entre el crecimiento económico y la emisiones de GEI.

Sobre las emisiones de CO2
De acuerdo al INGEI 2012, las emisiones de CO2, sin incluir el Sector UTCUTS, representan el 22.2% de las emisiones totales del INGEI (GWP100 AR2). Por otra parte las emisiones totales de CO2 en Uruguay se explicaron en un 95% (8.199 Gg) por el sector Energía, incluyendo Transporte, siendo el restante 5% (420 Gg) generado en el sector Procesos Industriales. En contrapartida, el sector UTCUTS capturo 2.125 Gg netos, por el aumento del área destinada a cultivos forestales.

En lo que respecta a las emisiones por la generación de energía corresponde mencionar que en el marco de la “Política Energética 2005-2030”, Uruguay ha hecho un gran esfuerzo para alcanzar una matriz energética limpia logrando que el 57% de la oferta primaria de energía sea renovable en 2015. Dicha participación alcanzó al 90% para el total de la energía consumida por el sector industrial y llegó al 92% para la generación eléctrica (Balance Energético Nacional 2015, Ministerio de Industria, Energía y Minería).

De acuerdo a la Ley de Agrocombustibles, se ha incorporado el uso mínimo establecido de biodiesel y bioetanol (ambos de producción enteramente nacional) en las mezclas de gasolina y gasoil, comercializados en el país para uso automotor. Por otra parte, las acciones tempranas en la descarbonización de la generación de energía eléctrica, dan la oportunidad de reducir emisiones en el sector transporte, que corresponden al 55% de las emisiones del Sector Energía en 2015, a través de la incorporación de vehículos eléctricos. Se han tomado medidas y hay otras en curso para la promoción de la electrificación, tanto en el transporte público de pasajeros, como en vehículos utilitarios y particulares.

Gracias a las acciones tempranamente implementadas, las emisiones totales del sector energético del país en relación a su PBI son muy bajas respecto al promedio mundial. En 2015, la intensidad de emisiones del sector fue de 119 gCO2/USD, la tercera parte de la intensidad mundial5 e incluso muy por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE). La transformación estructural de la matriz de generación eléctrica permitirá en 2017 una reducción a la mitad de las emisiones absolutas respecto al 1990, a pesar de casi triplicarse el consumo eléctrico. Esta reducción se alcanzará gracias a la implementación de acciones que promueven la incorporación de energías renovables no tradicionales (eólica, fotovoltaica, residuos de biomasa) sumadas a la fuente hidráulica tradicional.

Además de las potentes acciones que favorecen la incorporación de energías renovables, Uruguay contribuirá a la reducción de emisiones mediante la implementación de acciones que promueven la eficiencia energética, tanto a nivel residencial, como industrial y en el transporte. En particular, el país se encuentra desarrollando normativas e incentivos que promueven la utilización de materiales de construcción que favorecen la eficiencia energética, así como también el uso de luminarias de menor consumo y modificaciones en el transporte público.
Este contexto habilita a Uruguay a contribuir a 2025 con una meta de mitigación incondicional de reducción de la intensidad (emisiones de CO2 por unidad de PBI) de un 24% respecto a los valores de 1990. Así como también permite aspirar a una meta de mitigación condicional a medios de implementación adicionales y específicos a 2025 de 29%.

Sobre las emisiones de CH4
De acuerdo al INGEI 2012, las emisiones de CH4 representan el 35.3% de las emisiones totales (GWP100 AR2). Por otra parte el 93% (746 Gg) de las emisiones totales de CH4 en Uruguay se generaron en el sector Agricultura, mientras que el sector Residuos explicó el 6% (47 Gg) de las emisiones y el sector Energía el restante 1% (6 Gg). Dentro del sector Agricultura, la producción de carne vacuna explicó el 83% (622 Gg), lo que significó el 78% de las emisiones totales de CH4.

Debido a la relevancia de las emisiones en la producción de carne vacuna, la particularidad de ser de origen biológico y el hecho de que el país, bajo el Acuerdo de París, debe mitigar el cambio climático de un modo que no amenace la producción de alimentos, el desafío nacional se concentra en la reducción de la intensidad de emisiones por unidad de producto y por ello Uruguay presenta un indicador específico.

En este sentido, corresponde mencionar que en los últimos 25 años Uruguay ha reducido de forma significativa la intensidad de emisiones en la producción de carne vacuna. Dicha evolución se explica por factores del contexto económico nacional e internacional, así como por la implementación de políticas públicas que apoyaron al sector privado en su proceso de mejora de la productividad, acciones que han sido reforzadas desde 2010 con la implementación de la Política Agropecuaria Clima-Inteligente. En particular, corresponde mencionar la implementación de acciones que buscan favorecer la adopción de tecnologías de gestión del forraje en las fases de cría y recría vacuna en base a pastizales, que permiten aumentar la eficiencia en la producción de carne vacuna, al mismo tiempo que eliminan las pérdidas de carbono de los suelos y pueden aumentar sus stocks.

Dada la importancia de las emisiones de la ganadería vacuna en el total de las emisiones del país, es destacable que el aumento de la producción de carne del país se haya logrado hasta el presente con un aumento muy pequeño de las emisiones totales de este sector. A futuro, es posible plantearse la meta ambiciosa de que las emisiones de metano y óxido nitroso se estabilicen o incluso desciendan en base a que los aumentos de productividad significarán aumento de la eficiencia del rodeo, y mejora de parámetros clave para controlar las emisiones, como mejora de la calidad media de la dieta (más digestibilidad media) y reducción de la tasa de emisión de metano por unidad de alimento ingerida (Ym) en el orden de un 15%.

En lo que respecta a las restantes actividades agropecuarias que se incluyen dentro del sector Agricultura y que explicaron el 16% (128 Gg) de las emisiones totales de CH4 según el INGEI 2012, se destaca que éstas han disminuido en términos de intensidad (medido en función del PBI) en los últimos 25 años gracias a la implementación de prácticas que mejoraron la productividad y de las políticas públicas mencionadas.

En el sector Residuos, la reducción relativa de emisiones ha sido acompañada por la implementación de acciones que habilitan la captura y quema de CH4 en rellenos sanitarios (en algún caso con generación de energía eléctrica) y cogeneración a partir de residuos agroindustriales y forestales, así como también por la promoción de sistemas de tratamiento de aguas residuales industriales que consideran la captación y quema de biogás en sistemas anaerobios.

Este contexto habilita a Uruguay a contribuir a 2025 con una meta de mitigación incondicional de reducción de la intensidad (emisiones de CH4 por unidad de PBI) de un 57% respecto a los valores de 1990. Así como también permite aspirar a una meta de mitigación condicional a medios de implementación adicionales y específicos a 2025 de 59%.

En lo que refiere a las emisiones generadas por la producción de carne vacuna, Uruguay podrá contribuir a 2025 con una meta de mitigación incondicional específica de reducción de la intensidad (emisiones de CH4 por unidad de peso vivo vacuno de carne) de un 32% respecto a los valores de 1990. Así como también permite aspirar a una meta de mitigación condicional a medios de implementación adicionales y específicos a 2025 de 37%.

Sobre las emisiones de N2O
De acuerdo al INGEI 2012, las emisiones de N2O representan el 28% de las emisiones totales (GWP100 AR2). Por otra parte el 98% (42 Gg) de las emisiones totales de N2O en Uruguay se generaron en el sector Agricultura, mientras que Energía explicó el 1% (0,4 Gg) de las emisiones y el sector Residuos el restante 0,6% (0,3 Gg). Dentro del sector Agricultura, la producción de carne vacuna explicó el 52% (22 Gg), lo que significó el 51% de las emisiones totales de N2O.

Por las mismas razones expuestas en relación a las emisiones de CH4 en el proceso de producción de carne vacuna los esfuerzos destinados a la mitigación de las emisiones de N2O generadas por esta actividad se han focalizado en la reducción de la intensidad de emisiones al respecto de la carne producida.

En lo que respecta a las restantes actividades agropecuarias que se incluyen dentro del sector Agricultura y que explicaron el 47% (20 Gg) de las emisiones totales de N2O según el INGEI 2012, éstas han disminuido en términos de intensidad (medido en función del PBI) debido a la promoción de prácticas que hacen más eficiente el uso de fertilizantes nitrogenados.

Este contexto habilita a Uruguay a contribuir a 2025 con una meta de mitigación incondicional de reducción de la intensidad (emisiones de N2O por unidad de PBI) de un 48% respecto a los valores de 1990. Así como también permite aspirar a una meta de mitigación condicional a medios de implementación adicionales y específicos a 2025 de 52%.

En lo que refiere a las emisiones generadas por la producción de carne vacuna, Uruguay podrá contribuir a 2025 con una meta de mitigación incondicional específica de reducción de la intensidad (emisiones de N2O por unidad de peso vivo vacuno de carne) de un 34% respecto a los valores de 1990. Así como también permite aspirar a una meta de mitigación condicional a medios de implementación adicionales y específicos a 2025 de 38%.

Sobre la conservación del stock de CO2.
De acuerdo al INGEI 2012, el sector UTCUTS capturó 2.126 Gg netos de CO2 en biomasa viva. Dicha captura se explicó por el aumento del área de cultivos forestales, por la estructura de edades de las plantaciones forestales y por los turnos de corta.

Bosque nativo: El 4,8% del territorio nacional está cubierto por bosques nativos, cuya corta está prohibida por la Ley Forestal (salvo algunas excepciones especificadas en la Ley). Esto, sumado a la provisión de incentivos en la forma de renuncias fiscales a las áreas con bosque nativo registradas ante la Dirección General Forestal, ha permitido mantener la superficie de este ecosistema y permitirá alcanzar la meta incondicional establecida por Uruguay de mantener el 100% del área actual de bosque nativo. No obstante lo mencionado anteriormente, en los últimos años se han identificado procesos de degradación en los bosques nativos del país, problemática que será abordada a través de la Estrategia REDD+ que está siendo elaborada en Uruguay. Es así que, en el marco de esta Estrategia, se espera no sólo el aumento de stocks de carbono por la restauración de áreas degradadas, sino también identificar oportunidades de aumento de stocks por el incremento del área de bosque nativo. Esto explica la meta condicional que Uruguay ha definido para bosque nativo, es decir que con medios de implementación adicionales se espera contribuir con un aumento del 5% a 2025.

Cultivos forestales: El área de cultivos forestales aumentó significativamente en Uruguay, como consecuencia de la aprobación e implementación de la Ley Forestal. Esto ha influido directamente en el inventario de GEI de Uruguay, representando los cultivos forestales la mayor parte de las remociones de CO2 del sector UTCUTS. En este sentido para establecer su meta sobre cultivos forestales se ha definido una cantidad mínima de área que permanecerá como superficie efectiva de manejo en las sucesivas CDNs, más allá de los ciclos de plantación, crecimiento y cosecha, manteniendo el 100% de la superficie efectiva de 2015 de 763.070 ha aproximadamente, que representan un stock de carbono de 32.153 Gg de C, que equivalen a alrededor de 117.894 Gg de CO2, y que corresponde a 3,3 o 6,4 años de emisión promedio de Uruguay entre 1990 y 2012 con métricas GWP y GTP respectivamente. Por otra parte para 2025 se estima un secuestro neto (emisiones menos remociones) de 2.853 Gg de CO2; comparado con el período 1990-1994, en el que no había secuestro, sino que se emitían en promedio 214 Gg, en este sentido el sector forestal refleja un sostenido aumento de los stocks de carbono en biomasa, que continuará ampliándose en la estimación a 2025. Por otra parte Uruguay está trabajando técnicamente para desarrollar en los sucesivos INGEI el pool de carbono “productos de madera cosechada” que representaría más adecuadamente los flujos de emisión de la cosecha de los cultivos forestales, que dependiendo de si su destino es papel o madera para la industria de transformación mecánica, se pueden considerar emisiones diferidas entre 2 y 35 años.

Montes de abrigo y sombre, incluyendo sistemas silvopastoriles: Debido a la importancia de la producción ganadera en Uruguay, la superficie de montes de abrigo y sombra que acompañan esa producción y dan condiciones de bienestar a los animales tienen una gran relevancia en el país. Es por este motivo que Uruguay se plantea como meta incondicional mantener al 2025 el 100% de la superficie actual existente de montes de abrigo y sombra, conservando así el stock de carbono en dichas áreas. Asimismo, condicionado a medios de implementación adicionales, se plantea aumentar en 10.000 hectáreas la superficie de bosques de abrigo y sombra para el ganado y en 10.000 hectáreas el área de sistemas silvopastoriles, lo que representará un secuestro adicional de 393 Gg de CO2 anuales.

Pastizales: Se está promoviendo un cambio transformacional en el manejo del campo natural, a través de un nuevo paradigma que consiste en el ajuste de la oferta de forraje, manejo regenerativo y manejo de las entradas y salidas de nitrogeno. Es así que para 2025 Uruguay ha definido como meta incondicional contar con 1.000.000 de hectáreas de campo natural (10% del área de pastizales) manejadas bajo este nuevo paradigma, las que dejan de perder carbono orgánico del suelo y están en condiciones de secuestrar carbono. Con medios de implementación adicionales, el área de pastizales naturales manejadas bajo este nuevo paradigma será de 3.000.000 de hectáreas (30% del área total de pastizales).

Uruguay carece de investigación nacional sobre las tasas de secuestro de carbono en suelos al cambiar las prácticas de manejo de sus pastizales. Por ello ha optado por fijar una meta conservadora a 2025 que implica que en los pastizales en los que se realizan los cambios de prácticas se deja de perder carbono. Se está trabajando en investigación para calibrar las herramientas que permitan reportar lo antes posible en el INGEI y al menos al momento de verificar las metas de la presente CDN, y con adecuada precisión, los cambios efectivos que hayan ocurrido en este “pool” de carbono.

Turberas: La realización de un Inventario Nacional de Humedales para la identificación y delimitación de las diferentes categorías de humedales según las categorías de la Convención de Ramsar, ha mostrado que los humedales ocupan el 12% del área del territorio nacional (más de 2 millones de hectáreas). Dentro de dicha área, se han identificado 8.366 hectáreas de turberas que contienen carbono acumulado en la turba. No se cuenta en la actualidad con la caracterización necesaria para estimar el stock de carbono contenido en dicha área de turberas, para lo que se prevé la realización de investigaciones para obtener dicha cuantificación. El área de turberas identificada en Uruguay se encuentra principalmente dentro del sitio Ramsar Humedales del Este (que abarca más de 430 mil hectáreas). Por lo tanto, mediante las actividades que promueven la conservación y uso racional de humedales en el marco de la implementación de la Convención de Ramsar, Uruguay mantendrá al menos un 50% de la superficie de Turberas del país sin medios de implementación adicionales, y logrando llegar a un 100% en un escenario condicional, contando con mayores recursos para la gestión de la superficie.

Suelos agrícolas: Se presenta una meta respecto al carbono orgánico del suelo: prácticamente toda (98%) el área agrícola de cereales y oleaginosos del país se encuentra bajo Planes de Uso y Manejo de Suelo, obligatorios por Ley desde 2013, que se basan en el uso de suelo por su capacidad de uso. Esto redundó, en términos promedio, en: 90% de la agricultura se realiza bajo siembra directa, no quedan rastrojos con suelos desnudos -fundamentalmente en invierno- ya que los cultivos de invierno, de cobertura y de servicios cubren el 98% del área de soja, aumentó a 30% aproximadamente el área que se realiza por año con gramíneas de verano C4 (sorgo y maíz) o que pasa a fase de pasturas. Estas prácticas de manejo son las que logran minimizar pérdidas y/o aumentar los stocks de COS. En ese sentido se establece el compromiso de que en un 75% del área agrícola se conserve el carbono orgánico del suelo y, de forma conservadora, en un 25% además, se capture carbono orgánico en el suelo a una tasa de 0,2ton/ha/año.

Contexto particular y esfuerzos de adaptación realizados ante los efectos adversos del cambio climático de los principales áreas de la adaptación de Uruguay.

En el sector agropecuario se han implementado importantes medidas tendientes a fortalecer la adaptación al cambio climático. Una de las principales medidas se ha orientado a incrementar la resiliencia de pequeños y medianos productores ganaderos en zonas particularmente vulnerables del país ante la sequía, a través de un enfoque de prevención en la planificación de sus sistemas productivos y una profundización del conocimiento sobre el clima y los fenómenos climáticos extremos. Estas medidas se han apoyado en el desarrollo del Sistema Nacional de Información Agropecuaria que procura facilitar la toma de decisiones y la gestión de los riesgos climáticos. A su vez, se han desarrollado diferentes seguros basados en índices como instrumentos de transferencia de riesgo. Se destacan el seguro para horticultura que cubre el riesgo de exceso hídrico en cosecha y el de ganadería extensiva en campo natural que cubre sequías graves. El Fondo Agropecuario de Emergencias se utiliza para determinados eventos adversos en algunas actividades agropecuarias, cuando no existe cobertura de seguros. Adicionalmente, la aprobación e implementación de los planes de uso y manejo de suelos complementa las medidas y políticas agropecuarias con enfoque de adaptación. Actualmente el sector se encuentra desarrollando un Plan Nacional de Adaptación del Sector Agropecuario.

Principales prioridades, necesidades de implementación y apoyo, planes y acciones de adaptación ante los efectos adversos del cambio climático.

Agropecuario (relativo al Párrafo 15 de la PNCC)

  • A 2020 se ha formulado, aprobado y está en implementación el Plan Nacional de Adaptación Agropecuario.
  • A 2025 se han incorporado buenas prácticas de manejo del campo natural y manejo del rodeo de cría en establecimientos de producción ganadera en un área entre 1.000.000 y 3.000.000 hás. (10-30% del área de pastizales), incluyendo ajuste de la oferta de forraje, manejo regenerativo, e incorporación de suplementos durante épocas de sequía. 
  • A 2025 se han implementado modelos de gestión del agua e instrumentos de promoción de uso racional del agua a partir de embalses y represas multiprediales. 
  • A 2025 se han diseñado e implementado instrumentos de transferencia del riesgo, como los seguros basados en índices climáticos y el Fondo Agropecuario de Emergencias (FAE). 
  • A 2025 el 95% del área agrícola está bajo Planes de Uso y Manejo del Suelo, incluyendo la reducción de la erosión y conservación de la materia orgánica en tierras agrícolas, han mejorando la productividad y la capacidad de almacenamiento de agua y reduciendo el riesgo de erosión ante eventos extremos de precipitación. 
  • A 2025 se cuenta con sistemas de información integrales para el manejo adaptativo agropecuario destinado al sector público y privado, así como también se han promovido programas de investigación en agricultura de secano; cultivos hortícolas y frutícolas; especies forrajeras y pasturas que mejor se adecuen a la variabilidad climática. 
  • A 2025 se ha mantenido el 100% del área de montes de abrigo y sombra, brindando condiciones de resguardo y mayor bienestar para los animales en particular ante situaciones climáticas desfavorables. (78.000 ha)

Listado de las principales acciones de fortalecimiento de capacidades y generación de conocimiento implementadas, en implementación y a ser implementadas (relativo a los Párrafos 5, 6 y 7 de la PNCC)

  • Profundización del fortalecimiento de las instituciones públicas, privadas, académicas y de la sociedad civil organizada, así como de los arreglos institucionales existentes, para la participación y coordinación de la planificación e implementación de acciones.
  • Elaboración e implementación de una estrategia de capacitación, de educación y de sensibilización, según corresponda, dirigida a diferentes públicos objetivo (gestores, comunicadores y tomadores de decisión institucionales, políticos, actores productivos y sociales, entre otros), que contribuya a la implementación de las acciones.
  • Creación y fortalecimiento de redes de intercambio científico-técnico para la realización de proyectos de I+D e innovación a nivel nacional y regional.
  • Generación y acceso a la información relevante para la toma de decisiones por parte de las instituciones relacionadas a la temática y de la población.
  • Identificación y promoción de líneas de investigación consideradas prioritarias para los diferentes sectores en temas de cambio y variabilidad climática.
  • Fortalecimiento de la Red Nacional de Educación Ambiental, promoviendo que los educadores desarrollen proyectos en aulas, talleres, ferias educativas científicas y actividades no formales con la temática del cambio climático.
  • Crear espacios y canales para que la ciudadanía comunique sus preocupaciones y visiones sobre como son afectados y como atender los problemas relativos al cambio climático.

 

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