EP

11 de abril- Día Mundial del Parkinson

La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva. Pertenece a los llamados “trastornos del movimiento” y según cifras de la Asociación Uruguaya de Parkinson en nuestro país la prevalencia es de 1.36 cada 1000 habitantes, con edad promedio de 72 años.
personas tomadas de la mano

La EP se caracteriza por la pérdida o degeneración de neuronas en una estructura de la parte media del cerebro que provoca falta de dopamina en el organismo. Esta carencia de dopamina altera el control de los movimientos, lo que da lugar a los síntomas motores típicos y característicos del Parkinson como el temblor en reposo o la rigidez. Así es que los tratamientos farmacológicos de esta enfermedad apuntan a establecer niveles de dopamina necesarios para mejorar los síntomas y calidad de vida de la persona afectada.

También es necesario el abordaje interdisciplinario centrado en conseguir mayor autonomía e independencia del paciente. El Ministerio de Salud Pública cuenta con el Programa de Salud Cerebral, en el que uno de los principales objetivos es apuntar a la rehabilitación y mejora de la calidad de vida de las personas portadoras de este tipo de enfermedades. Disciplinas como la fisioterapia, la logopedia, la psicología y la terapia ocupacional son de mucha ayuda al momento de la aceptación y adaptación a la nueva situación vital con la EP que implica otros síntomas menos conocidos, pero también característicos, como trastornos de sueño, alteraciones visuales, diminución del olfato, problemas para tragar, alteraciones del habla, rigidez facial o alteraciones de la escritura.

Al día de hoy no se conoce la causa última de la EP, sin embargo, se considera que podría deberse a una combinación de factores genéticos, medioambientales y los derivados del propio envejecimiento del organismo. El 90% de los casos de Parkinson son formas esporádicas, es decir, no se deben a una alteración genética concreta. No obstante, se estima que entre el 15% y el 25% de las personas que tienen la enfermedad cuentan con algún familiar que la ha desarrollado.

La edad es un claro factor de riesgo. La prevalencia aumenta exponencialmente a partir de los 60 años, pero también existe la denominada “enfermedad de Parkinson de inicio temprano” cuando se presenta antes de los 50 años de edad. En estos casos las fluctuaciones motoras como las discinesias (movimientos involuntarios) o distonías (contracciones musculares que provocan posturas anormales) pueden aparecer antes, pero su progresión es más lenta. Así como las altercaciones cognitivas, por ejemplo, los problemas de memoria, son menos comunes y se manifiestan más tarde.

El 11 de abril, como cada año desde 1997 a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, es el Día Mundial del Parkinson. La fecha es la del nacimiento del médico británico James Parkinson, quien publicó, en 1817, su obra “Un ensayo sobre la parálisis agitante”. Ese fue el primer estudio sobre la enfermedad que lleva su nombre.

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