Control del cáncer

23 de mayo: Día mundial contra el melanoma

El cáncer de piel-el órgano más grande del cuerpo que protege contra el calor, la luz solar, las lesiones y las infecciones-es uno de los más comunes en Uruguay y el mundo, y se divide en dos subtipos principales: melanoma y no melanoma.
Día mundial contra el melanoma

A la vez que los melanomas en el mundo constituyen el 1% de los cánceres de piel y son curables si se los detecta a tiempo, provocan la mayoría de los fallecimientos debido a su agresividad en etapas avanzadas. Aunque la mayoría de los melanomas son cutáneos (92%), también pueden presentarse de forma extra cutánea como, por ejemplo, en las mucosas (capas delgadas y húmedas de tejido que recubren superficies como las de los labios).

Uruguay presenta las tasas más altas de incidencia y mortalidad por melanoma en Latinoamérica. En promedio se registraron más de 260 casos nuevos anuales y casi 80 muertes por esta patología, lo que equivale a cinco casos nuevos diagnosticados por semana y un fallecimiento cada cuatro días por esta causa (Registro Nacional del Cáncer 2016-2020).

Un melanoma encontrado a tiempo, en etapa precoz, se opera y puede tener posibilidades de cura. Para ello es fundamental consultar a un dermatólogo en caso de encontrar lesiones nuevas en la piel o en caso de que una ya existente cambie en su forma, tamaño, color o volumen. La regla ABCDE es útil a estos efectos: se debe chequear si el lunar es asimétrico (A), si tiene una forma rara no uniforme; se debe chequear sus bordes (B) para saber si son irregulares, cambiantes o mal definidos; si tiene varios colores (C); su diámetro (D) para ver si mide más de 6mm y, finalmente, su evolución (E) para distinguir cambios en la apariencia del lunar con el paso del tiempo, si pica, sangra, no cicatriza o tiene alguna costra.

Fruto del trabajo del Programa Nacional de Control del Cáncer (PRONACCAN) del Ministerio de Salud Pública, el catálogo de prestaciones del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) incluye el procedimiento del ganglio centinela en pacientes con cáncer de piel tipo melanoma (Ord. Ministerial N° 932), un procedimiento muchas veces necesario para el diagnóstico.

Los principales factores de riesgo para desarrollar melanoma son:

  • La exposición a la radiación ultravioleta (rayos UV), proveniente del sol y de otras fuentes como las camas solares, sin protección ni cuidado. El daño solar en la piel por rayos UV-que afectan todo el año incluso en días nublados y ventosos-es acumulativo y el bronceado es la evidencia de este daño, por lo que no existe el “bronceado seguro”. Es, por tanto, importante conocer el índice UV diario al que nos exponemos: acceder al visualizador del índice UV.
  • Tener antecedentes personales de quemaduras de sol, sobre todo de la infancia o la adolescencia, o de melanoma.
  • Tener un fototipo bajo: la piel clara que se pone pecosa o se quema con facilidad y no se broncea, ojos azules, verdes o de otro color claro, cabello rojo o rubio.
  • Tener muchos lunares o antecedentes familiares de lunares poco comunes (síndrome de nevo atípico) o de melanoma, incluyendo los síndromes de predisposición hereditaria al melanoma.
  • Tener el sistema inmunitario debilitado.

Acciones concretas para prevenir el melanoma:

  • Evitar el sol directo entre las 10 y 16 horas, cuando hay mayores radiaciones ultravioletas
  • Usar sombrero o gorro, ropa oscura que rechaza los rayos UV (colores como negro, rojo o azul), preferentemente de manga larga, y lentes de sol con filtro UV certificado.
  • Usar protector solar de factor 30 FPS o más, sobre la piel seca 30 minutos antes de exponerse al sol. Se debe reponer cada 2 o 3 horas, al salir del agua y después de realizar deportes o transpirar.
  • Evitar las camas solares
  • Revisar la piel, incluso en palmas de las manos, plantas de los pies, orejas y cuero cabelludo.
  • Nunca exponer directamente al sol a los menores de un año.

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