Zoonosis

28 de setiembre: "Día mundial contra la rabia"

La prevención de las enfermedades zoonóticas no sólo protege la salud y el bienestar animal, sino que es una de las acciones más afectivas para proteger la salud de las personas y el medioambiente, concepto que se encuentra resumido en “una salud” al que el “Día mundial contra la rabia” también nos remite con el lema elegido este año: “Rabia: una salud, cero muertes”.
Perro con rabia

Con este lema se busca centrar la reflexión en la necesidad de implementar el abordaje intersectorial y multidisciplinar en el cuidado de la salud, lo que requiere del aporte, la intervención y la colaboración de equipos profesionales de los sectores de la salud humana, animal y ambiental.

La rabia es una enfermedad zoonótica causada por el virus de la rabia (RABV) de la familia Rhabdoviridae , del género Lyssavirus, y se transmite al ser humano a través de saliva de animales infectados, tanto domésticos (principalmente perros y gatos) como silvestres (murciélagos, zorros, zorrillos). Generalmente, el virus entra a través de la piel y membranas mucosas por mordeduras o arañazos.

El periodo de incubación de la rabia es variable; en humanos promedialmente es de uno o dos meses, pero puede ser de menos de una semana hasta de más de un año. Esto dificulta el diagnóstico puesto que como por lo general la herida ya cicatrizó, la persona no la recuerda, no asocia la mordedura con los síntomas y, por tanto, la exposición no forma parte del relato durante la consulta médica.

La diferencia en los períodos de incubación está estrechamente ligada a la localización, profundidad y gravedad de la mordedura del animal infectado, la proximidad a terminaciones nerviosas, la distancia al sistema nervioso central y la cantidad de partículas virales inoculadas.

Cuando aparecen los síntomas de la rabia, la enfermedad es fatal. Por eso es fundamental la profilaxis postexposición tanto con la vacuna como con la inmunoglobulina, de acuerdo a la gravedad del caso.

El virus de la rabia actúa en el sistema nervioso central, produce encefalomielitis aguda y los síntomas incluyen hiperexcitabilidad creciente, fiebre, delirios y espasmos musculares involuntarios generalizados y/o convulsiones que evolucionan a un cuadro de parálisis con alteraciones cardiorrespiratorias, presentación de coma y evolución a la muerte en un período de 5 a 7 días.

Una vez implementada la estrategia de la eliminación de la rabia humana trasmitida por el perro en 1983, su incidencia se redujo en un 98 %, de 300 casos notificados en 1983 a 3 casos en 2023. Actualmente, los casos humanos son de trasmisiones silvestres, en su mayoría por murciélagos hematófagos.

En Uruguay, el último caso de rabia humana fue en 1966 en Montevideo y canina en 1983 en Rocha. Sin embargo, desde 2008 en casi todos los departamentos persiste el ciclo aéreo del virus en murciélagos hematófagos e insectívoros, lo que representa un enorme riesgo para la transmisión de la enfermedad a otras especies y al hombre. Hasta ahora nunca se ha confirmado un salto de especie en nuestro país.

Aunque el avance logrado en cuanto a la rabia humana y canina se debe a la sensibilización de la sociedad, la ampliación de la disponibilidad de la profilaxis pre y postexposición al 100 % de la población expuesta al virus y las campañas masivas de vacunación masiva canina, actualmente, la percepción del riesgo es extremadamente baja porque se considera a la rabia como una enfermedad del pasado. Se ha perdido el hábito de inmunizar las mascotas, los accidentes por mordedura están muy subnotificados y no se asocia esta zoonosis con los murciélagos.

Recomendaciones y estrategias de prevención de la rabia:

  • La promoción de tenencia responsable de mascotas y de vacunación antirrábica en animales domésticos a partir del tercer mes de vida y su revacunación anual.

  • Consulta inmediata frente a un accidente por mordedura o contacto placible de ser infectante de virus rábico. Se deberá tratar la herida y administrar la vacunación postexposición si la mordedura es de un perro o gato que no pueda ser observado durante los siguientes diez días después del accidente.

  • En el caso de que la exposición se dé por la manipulación de un murciélago a mano desnuda o de un animal silvestre, se aplicará además de la vacunación postexposición, la inmunización pasiva con inmunoglobulina antirrábica.

En nuestro país la vacunación antirrábica postexposición es gratuita y con una orden médica, la administra la Comisión Honoraria de Lucha Antituberculosa (CHLAEP) en los centros periféricos en el interior del país y en Montevideo, en los vacunatorios del Centro Hospitalario Pereira Rossell y el Hospital Maciel. El tratamiento completo postexposición consiste en 4 dosis (días 0, 3, 7 y la cuarta dosis entre los 14 y 28 días). La administración de la inmunoglobulina se realiza por el prestador de salud correspondiente previa coordinación con el departamento de Vigilancia en Salud del Ministerio de Salud Pública (Tel. 1934 4010).

 

 

 

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