Niñez

Día Internacional del Niño: la importancia del derecho a la salud

El 20 de noviembre de 1989 se aprobó, en lo que significó un paso histórico en el compromiso social con la infancia, la Convención sobre los derechos del niño. Uruguay forma parte de los 190 países que se adhirieron al propósito de velar por el bienestar de la infancia y adolescencia, por lo que desde el Ministerio de Salud Pública (MSP) se toma esta fecha para poner de relieve la situación de la salud de los niños y adolescentes de nuestro país, uno de los derechos fundamentales, hoy en un marco distinto como es la pandemia de la Covid-19.
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Sobre el virus del SARS -CoV-2 se fue aprendiendo con el paso de los meses. En un principio, cuando se detectaron los primeros casos en nuestro país, lo único certero era que la enfermedad pandémica de la Covid-19 había provocado estragos en muchos de los países en los que ya había arribado con anterioridad al nuestro. Con el asesoramiento científico en base al poco conocimiento que había y con el objetivo de cuidar la salud de toda la población primero, es que desde el Gobierno se hizo una fuerte recomendación de hacer cuarentena voluntaria y solidaria que bien acató y comprendió nuestra sociedad.

Aunque en esa primera instancia se logró el objetivo primero, que era que no se viera saturado el sistema de salud del país con un crecimiento exponencial de casos de Covid-19, lo cierto es que hoy nos vemos enfrentados, no sólo a un crecimiento en el número de casos diarios, previsibles por la apertura progresiva de los distintos sectores de actividad, también prevenibles con las medidas sanitarias recomendadas como el uso de tapabocas, el distanciamiento físico, la higiene de manos y la ventilación de los ambientes, sino además a los efectos de la parapandemia en niños y adolescentes.

La situación de quedarse en las casas más tiempo del que marca una rutina en un contexto normal, sin pandemia, hizo que los niños y adolescentes no desarrollaran sus actividades en la forma natural, lo que devino en más tiempo de exposición a las pantallas, disminución en la actividad física, más elección por comidas no saludables, en algunos casos, sin la protección y salvaguarda que da el sistema educativo, se vieron violentados en la intimidad de su hogar. Algunos están sufriendo las consecuencias de una economía golpeada por una enfermedad global con el hecho de tener padres en seguro de desempleo, desempleados o en teletrabajo, que altera las dinámicas del hogar también. Así es que los problemas de salud mental que se encontraban latentes en muchos casos se hicieron más ostensibles y se agravaron los ya presentes.

Es mucho el trabajo que se hace y aún queda por hacer para mantener el equilibrio que se debe al entender la salud en el sentido más amplio de bienestar biopsicosocial. La meta sostenida en el tiempo es la de alcanzar y mantener el cumplimiento de todos los derechos de los niños y adolescentes de nuestro país. La infancia se define en la convención como una etapa esencial, que dura hasta los 18 años del individuo. Es responsabilidad del Estado y la sociedad en su conjunto que los niños vivan seguros, protegidos y puedan desarrollar al máximo sus aptitudes físicas y mentales. Los niños y adolescentes son sujetos de derecho siempre, sin distinción ninguna de lugar de nacimiento, clase social, color de piel, género, religión o condición física.

Desde el Programa de la Niñez del MSP ante la coyuntura actual, se plantean muchos y nuevos desafíos entre los que encuentran necesario reinventarse para crear nuevas estrategias que permitan garantizar a los niños y adolescentes un crecimiento en libertad. Que sean cuidados, queridos, protegidos, alimentados saludablemente, no discriminados ni víctimas de violencia. El compromiso y deseo verdadero desde el MSP es crear el mejor de los contextos para que los niños y adolescentes de hoy sean mejores hombres y mujeres en el día mañana.

 

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