La georreferenciación: una herramienta para el fortalecimiento de las coberturas de vacunación del PAI
El Ministerio de Salud Pública como autoridad sanitaria tiene el deber de velar por la salud de la ciudadanía, y para ello es fundamental poner a disposición de la población medidas de prevención primaria de alto impacto como son las vacunas, a la vez de reducir al máximo cualquier impedimento que las personas puedan tener para su acceso.
La pandemia de covid-19 impactó en las coberturas vacunales. Gracias a las fortalezas del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), la magnitud de este impacto fue menor que en los demás países de la región. En 2022 Uruguay recupera los niveles de coberturas vacunales previos a la pandemia.
Sin embargo, el PAI es desafiado habitualmente por dificultades de acceso de la población a las vacunas. Se identificaron dos amenazas que pueden incidir en los resultados de cobertura; una refiere a territorios con mayor densidad demográfica o localidades en los que se identifican comunidades con determinantes sociales de la salud desfavorables; la otra amenaza refiere a dificultades en el logro de “vacunación a tiempo”. El contacto de las familias con el sistema de salud más espaciado (frecuencia de controles pediátricos a partir del segundo año de vida) genera oportunidades perdidas de vacunación.
La georreferenciación es una herramienta que permite identificar aquellas localidades en las que las coberturas vacunales del PAI no alcanzan los niveles esperados. Así es posible analizar eventuales barreras de acceso, por ejemplo, la accesibilidad de la población a los vacunatorios.
Con la información obtenida se diseñan estrategias adecuadas a la realidad de cada localidad, área geográfica, departamento, utilizando de forma coordinada los recursos disponibles. (Redes Integradas de servicios de salud–RISS-: escuelas, CAIF, liceos, clubes deportivos, centros religiosos, Ministerio de Desarrollo Social, intendencias, prestadores públicos y privados).
Permite a su vez, evaluar el diseño de medidas correctivas estructurales que tiendan a minimizar el fenómeno de baja cobertura vacunal, de manera que las intervenciones puntuales sean medidas excepcionales. También es de utilidad para la monitorización de todo el proceso de vacunación, la identificación precoz de los atrasos y el resultado de las intervenciones.
La georreferenciación mejora el acceso de la población a las vacunas y colabora en la prevención de brotes de enfermedades inmunoprevenibles.
Foto: IDEuy