Lactancia materna

Lactancia materna: Uruguay alcanzó las Metas Mundiales de Nutrición 2025

Hay una visión unánime en relación a los beneficios que brinda la lactancia materna a los bebés en los primeros meses de vida. Los resultados arrojados por la “Encuesta Nacional de Lactancia, Prácticas de Alimentación y Anemia en menores de 24 meses usuarios del Sistema Nacional Integrado de Salud” indican que Uruguay está teniendo un buen desempeño en este ámbito.
Lactancia materna

Una de las metas mundiales dispuestas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en nutrición para el año 2025 es, al menos, aumentar al 50% la tasa de lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida. Uruguay alcanzó, a diciembre de este año 2020, una tasa de 57,4%.

En la presentación de estos datos se destacó la importancia de tenerlos para contar con una base y referencia para llevar adelante políticas públicas. En este sentido el Director General de la Salud del MSP, Miguel Asqueta destacó la importancia del trabajo y esfuerzo mancomunado de todos los actores en estos temas: “estas alianzas imprescindibles que hay entre los estados, la academia y la sociedad civil hacen que haya mayor éxito en esto y que luego se puedan llevar adelante políticas públicas”. El jerarca también hizo referencia a la lactancia en particular, tema trascendente que “tiene mucho que ver con el comienzo, desarrollo y final de la vida”. 

Asqueta no sólo se refirió a la lactancia como el acto de nutrición en concreto, sino que también abarcó en su intervención el cuidado de la madre antes del nacimiento del niño y el impacto que la lactancia tiene en las familias y la sociedad toda: “los 2 primeros años (...) son una ventana corta de oportunidad para que los niños tengan, en la lactancia materna, ese punto fundamental que no solo es de nutrición, inmunidad; no sólo de beneficios biológicos que tiene la lactancia materna para ese niño, sino todo lo que es afectivo; el inicio de lo que es esa relación (madre- hijo) y que es el comienzo de otras relaciones”. Por último enfatizó en la incidencia que la lactancia tiene en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles.

El informe de la “Encuesta Nacional de Lactancia, Prácticas de Alimentación y Anemia en menores de 24 meses usuarios del Sistema Nacional Integrado de Salud”, realizado en conjunto por Unicef, INE, Ruandi y el MSP, tiene el objetivo de difundir los principales datos nacionales en este tema para identificar y visibilizar los obstáculos y fortalezas que tenemos como país en nutrición infantil y contribuir a fortalecer políticas que protejan, apoyen y promuevan la lactancia materna,  colaboren para prevenir la anemia y que promuevan  prácticas saludables de alimentación complementaria.

En esta oportunidad se incluyó, entre otros aspectos novedosos, información sobre el acceso a salas o espacios de lactancia en los lugares de trabajo y estudio; punto que cobra especial importancia al tratarse de los primeros datos a nivel país en este aspecto para hacer el seguimiento de las políticas relacionadas a la protección de la lactancia en estos lugares.

Otros datos importantes que resultan de esta encuesta ponen en evidencia los desafíos que aún tenemos por delante en relación a la nutrición infantil.

Uruguay enfrenta, en cuanto a la nutrición infantil, dos problemas opuestos e igualmente graves: la malnutrición y las enfermedades o factores de riesgo que implican un exceso de alimentos o, en ambos casos, su mala elección. La malnutrición se refleja específicamente en la anemia que padecen muchos niños, la talla baja, indicadores de déficit alimentario y el sobrepeso y la obesidad se encuentran en el otro extremo.

En relación a la anemia, la inclusión sistemática en el sistema de salud de formulaciones de hierro medicamentoso, que mejoran la aceptación y tolerancia de los niños que se encuentran en tratamiento de suplementación de hierro, ha beneficiado la adherencia al tratamiento, aunque de todas formas queda trabajo por hacer en este aspecto entre los niños de 18 a 23 meses de edad.

Recomendaciones propuestas por el MSP para seguir trabajando

Esta encuesta mostró que las mayores debilidades en cuanto a la práctica de la lactancia se da en sus comienzos. Hay una baja prevalencia de inicio temprano de la lactancia, así como un alto uso de preparados para lactantes en las maternidades además de una elevada indicación de lactancia mixta. Es necesario redimensionar y consolidar las buenas prácticas de alimentación del lactante y el niño pequeño en la maternidad  (BPA) correspondiente a la Iniciativa Hospital Amigo del Niño de la OMS.  Esta política pública fortalece y protege  las prácticas de la lactancia, garantizando a las madres y los recién nacidos atención oportuna y adecuada antes y durante su estadía en la maternidad. Las BPA crean un ambiente propicio para el establecimiento de una alimentación óptima del recién nacido, promoviendo así su salud, crecimiento y  desarrollo, asegurando, desde una perspectiva de derechos humanos, el derecho de los niños a ser amamantados y de las mujeres de amamantar, si así lo desean.

Así mismo es vital destinar recursos para mantener, ampliar e institucionalizar la Iniciativa de hospitales amigos del niño (IHAN) para la completa implementación de las BPA en todos los prestadores de salud del SNIS, garantizando su sostenibilidad e independencia de los incentivos económicos establecidos a través de las metas asistenciales. Es necesario fortalecer las recomendaciones de una alimentación complementaria saludable y oportuna, basada en alimentos naturales y mínimamente procesados y continuar generando evidencia sobre las prácticas de alimentación durante los primeros años de vida.

La alimentación inadecuada  tiene consecuencias en el crecimiento físico y en el desarrollo cerebral. El objetivo país debe ser asegurar que los niños accedan a una alimentación nutritiva, segura, saludable, asequible y sostenible con una visión integral de ciclo curso de vida que evite los factores de riesgo para enfermedades no transmisibles.

Otra serie de recomendaciones que se desprenden de los resultados hallados en esta encuesta  están vinculadas a mejorar el acceso al asesoramiento y acompañamiento de la lactancia materna como parte de la políticas y programas de los prestadores de salud, la capacitación continua a todo los integrantes del equipo de salud involucrados en las prácticas de  lactancia materna como forma de protección de la alimentación adecuada de los niños, asegurar el suministro de leche humana pasteurizada para neonatos enfermos y vulnerables cuando no se cuenta con leche de su propia madre, apoyo para que las madres que por razones médicas justificadas estén separadas de sus hijos y deseen amamantar, puedan hacerlo.

Además se busca asegurar la plena aplicación, con fiscalización y sanciones,  del Código Internacional de Comercialización de los Sucedáneos de la Leche Materna, profundizar en la implementación y el cumplimiento de la Ley N° 19.530 de salas de lactancia en lugares de trabajo y estudio, continuar con campañas públicas de promoción  y protección de la lactancia materna como una estrategia más de reducción de la  anemia en la infancia, fortalecer las acciones de educación alimentaria y nutricional dirigidas a familias de niños pequeños, reforzar las políticas de prevención y tratamiento de la malnutrición con enfoque intersectorial para mejorar la salud de la población infantil.

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