ACV

Nueva prestación en el FNR y jornada de ACV en el MSP

Con la presencia de dos expertos internacionales en el abordaje del ataque cerebrovascular (ACV), se desarrolló en el Ministerio de Salud Pública una jornada de actualización.
Mesa de autoridades en jornada de ACV

La jornada comenzó con el anuncio de parte de la ministra Karina Rando de que, luego de haberse sumado en 2021 el financiamiento de la trombectomía mecánica para el ACV isquémico hiperagudo en las prestaciones del Fondo Nacional de Recursos (FNR), en la primera mitad de 2024 se sumará el financiamiento del tratamiento del ACV hemorrágico.

Esta nueva prestación del FNR consiste en una cirugía mínimamente invasiva a través de la arteria que permite llegar a la zona donde se presenta el sangrado y abrir un dispositivo para pararlo. De esta manera toda persona con ACV podrá acceder a los tratamientos necesarios que, si se practican en tiempo y forma, logran disminuir o incluso evitar las secuelas producidas por el ACV, la mayor razón de discapacidad en el mundo.

El jefe de neurocirugía endovascular de la Medical University of South Carolina de Estados Unidos, el Prof. Dr. Alex Spiotta, que vino especialmente al país para esta actividad, expuso sobre el modelo de respuesta frente a los ACV que tienen en Carolina del Sur.

Allí funciona una red de diagnóstico remoto de ACV, “telestroke”, por el que cuando llega a una emergencia un paciente con síntomas o elementos que hacen pensar que está padeciendo un ACV, se hace una consulta remota que en menos de cinco minutos confirma el diagnóstico y hace una primera determinación de si necesitará tratamiento con medicación o una trombectomía. A partir de esta determinación el paciente podrá ser trasladado a distintos centros que se categorizan según cuatro niveles de atención.

En el primero, el más básico, solamente se diagnostica y se da medicación para tratar el ACV en el momento; en el segundo nivel de atención el centro tiene capacidad para tratar con medicina y hospitalizar al paciente; en el tercer nivel, el centro de salud cuenta con un equipo listo para llevar adelante trombectomías, liderado por un especialista que debe haber practicado al menos 15 procedimientos de este tipo, y en el cuarto y último nivel de atención se pueden realizar neurocirugías porque el centro de salud cuenta con los equipos y el personal necesarios para atender todo tipo de acontecimientos como un ACV hemorrágico, un aneurisma o malformaciones. En estos centros también se cuenta con un área académica en la que se realizan colaboraciones científicas con universidades y otros centros de atención del mundo.

Cada uno de esos centros debe validar cada año sus capacidades de atención en cuanto a disponibilidad de tecnología, recursos humanos y volumen de intervenciones. Con esta forma de trabajo se atiende a una población de cuatro millones de personas en un territorio que para recorrerlo entero, se necesitan entre 3 y 6 horas, por lo que se decidió instalar tres centros de atención de ACV de cuarto nivel en los tres puntos más poblados del estado. El experto explicó que así se acortan los tiempos de traslado a una hora u hora y media, sin perder la calidad de atención que implicaría tener centros con un bajo números de intervenciones.

Respecto al número de intervenciones en los centros también expuso el Dr. Walter Casagrande, jefe del Departamento de Neurocirugía Endovascular del Hospital Fernández de Argentina. El experto explicó que uno de los desafíos más importantes que se tiene desde el punto de vista de la salud pública respecto al abordaje del ACV, refiere al equilibrio imprescindible entre las distancias a recorrer para que un paciente con ACV reciba la atención sanitaria y el establecimiento de centros de atención en lugares geográficos donde se haga un número suficiente de intervenciones de manera de que no se pierda calidad de atención, a la vez de que sea redituable la inversión en la relación costo-beneficio para la población. En la ecuación se debe tener en cuenta que un paciente con ACV que reciba en tiempo y forma la atención necesaria, será un paciente con menos o nula discapacidad y, por tanto, implicará menos costo en el sistema de salud. Por todo lo anterior, aseveró el Dr. Casagrande, una red de atención seria, confiable y bien organizada, es un elemento clave en el abordaje del ACV.

El experto también hizo hincapié en la importancia de que la población general pueda identificar cuando una persona está siendo afectada por un ACV de manera de lograr un diagnóstico precoz, que es determinante para el logro de una buena evolución. Algunos de los síntomas del ACV son la pérdida de fuerza en el cuerpo, de lado derecho o izquierdo, la pérdida brusca de visión y una pérdida repentina de la capacidad de hablar o comprender; frente a cualquiera de ellos se debe llamar inmediatamente a una ambulancia.

 

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