Diagnóstico de situación de la equinococosis en Uruguay 2025
Informes
Introducción
La Equinococosis Quística ha mostrado un descenso en la región de las Américas a partir del año 2019, sin embargo, la persistencia de la infestación en niños menores de 15 años sugiere que sigue siendo un problema de salud pública (1). Esta enfermedad es una zoonosis parasitaria producida por las formas larvarias de Echinococcus granulosus (Cestoda: Taeniidae). Este parásito tiene como hospedero definitivo a distintas especies de cánidos, principalmente el perro doméstico. Para completar su ciclo de vida, el parásito debe desarrollar su fase larvaria (metacestode) en un hospedero intermediario. En nuestro país, los principales hospederos intermediarios son los ovinos y bovinos (2). Se asocia a áreas de producción ganadera, especialmente ovina y caprina, con malas prácticas de manejo, escaso conocimiento de la enfermedad y una excesiva población de perros en el medio rural sin atención veterinaria, factores todos que perpetúan y retroalimentan el ciclo de la enfermedad. Esto conlleva importantes pérdidas económicas por las vísceras decomisadas o la menor producción de lana o carne en los animales infectados.
La equinococosis en seres humanos se considera una enfermedad zoonótica crónica que puede manifestarse de manera severa e invalidante. La infestación se produce a través de la ingestión de huevos de E. granulosus liberados al ambiente con la materia fecal de caninos infestados, por contacto directo con las caninos, la ingesta de alimentos (frutas y verduras mal lavadas), agua, suelo o fomites que contengan los huevos del parásito. El período de incubación de la enfermedad es variable y depende de factores como la carga de quistes, el órgano afectado y la tasa de crecimiento del mismo, pudiendo extenderse a lo largo de varios años. La clínica del quiste hidatídico depende de su ubicación y el estado del quiste, pudiendo ser asintomático o causar síntomas como dolor abdominal o torácico, tos, fiebre, ictericia y, en el caso de quiste hepático, una masa palpable. Los órganos más comúnmente afectados son el hígado y pulmón. El diagnóstico de la equinococosis puede realizarse mediante técnicas de imagen, como ecografía, radiografía y tomografía computarizada, así como a través de métodos inmunológicos que permiten la detección de anticuerpos específicos contra el parásito (3).
