Recomendaciones para el abordaje, diagnóstico, tratamiento y control de la sífilis
Recomendaciones
Esta realidad pone en evidencia múltiples factores potencialmente contribuyentes y subraya la necesidad de fortalecer un enfoque integral y coordinado para asegurar el acceso a la prevención, detección y tratamiento de la sífilis en toda la población, con prioridad en las personas gestantes, sus parejas sexuales, mujeres en edad reproductiva y, particularmente, en poblaciones en situación de vulnerabilidad.
Según la OMS, en el año 2022, 8 millones de personas contrajeron sífilis y ocurrieron 700.000 casos de sífilis congénita, estos provocaron 150.000 muertes fetales tempranas y prenatales, 70.000 muertes neonatales, 55.000 partos prematuros y neonatos con bajo peso al nacer.
Nuestro país no escapa a este comportamiento observado en la región, donde se registra un incremento de casos a pesar de las distintas medidas de intervención implementadas por la academia, los prestadores y el Ministerio de Salud Pública.
En Uruguay, es una enfermedad de notificación obligatoria del grupo B, para el cual existe un subregistro de casos. En el año 2023, la tasa de incidencia de casos notificados fue de 194,19/100.000 habitantes, con predominio en el sexo masculino. De acuerdo con los datos del sistema informático perinatal (SIP) durante 2023, se reportaron 778 gestantes con pruebas de sífilis positivas (lo que no necesariamente significa que curse la infección en ese momento). Se indicó tratamiento a la o las parejas sexuales en el 18,8% de los reportados y en 162 de los recién nacidos vivos se realizó la indicación de tratamiento.
La sífilis es una infección de transmisión sexual producida por la bacteria Treponema pallidum, de carácter sistémico, evolución crónica, con múltiples estadios y periodos asintomáticos, comportándose en general como una enfermedad curable siempre y cuando se realice un diagnóstico correcto y un tratamiento oportuno.
En nuestro país, no existen limitaciones para el acceso al tratamiento antibiótico recomendado en forma precoz, por lo que todos los profesionales de la salud deben estar capacitados para realizar su abordaje en forma eficaz que deberá incluir aspectos orientados a una correcta prevención, diagnóstico, tratamiento, identificación de contactos, así como el hecho aún más importante de asegurar la adhesión y respuesta al tratamiento.