Sistema Nacional de Emergencias

Casi 1000 personas participaron presencialmente y 2000 en modalidad virtual, durante los tres días de actividades que incluyeron reuniones plenarias, paralelas, talleres y laboratorios. En parte, esto fue gracias a la importancia que se le otorgó a generar un evento accesible e inclusivo, algo prioritario para las dos instituciones que organizaron la Plataforma: el Sistema Nacional de Emergencias de Emergencias (Sinae) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR).

La PR23 contó con la presencia de Mami Mizutori, la secretaria general de la UNDRR, quien se refirió en la apertura a la importancia de construir un desarrollo sostenible y equitativo en la región. El secretario de la Presidencia y Director Superior del Sinae Álvaro Delgado también estuvo presente en la apertura donde expresó: "Para nuestro país es un honor que se celebre por primera vez esta reunión de las Américas y el Caribe" e hizo hincapié en la importancia de poner el tema en la agenda para aumentar la percepción del riesgo: “El desarrollo industrial, el aumento de la población y el cambio climático nos desafían ante nuevos riesgos y desastres (...) Es bueno hablar del tema, hacer visible lo invisible”.

De esta primera jornada también participó la vicepresidenta de la República Beatriz Argimón que coincidió en la relevancia de posicionar el tema en el debate público: "No debemos dejar de lado la concientización constante a través de la educación y del contacto permanente con las y los ciudadanos sobre los riesgos y desastres, así como la importancia de tener un presupuesto acorde a los avances de esta temática". Además se refirió a la ciencia y la tecnología como foco elegido para esta octava edición: “El mundo nos ha dado señales por demás claras de la necesidad de trabajar juntos y juntas y de asignarle a la ciencia y la tecnología un lugar prioritario en la reducción del riesgo de desastres”.

Otro elemento a resaltar de la primera jornada fue el lanzamiento de ARISE (Red de la Alianza del Sector Privado para la Reducción del Riesgo de Desastres) en Uruguay, que permitirá continuar generando sinergias con el sector empresarial no solamente durante emergencias sino también antes y después.

En ese sentido el director nacional de emergencias fue categórico al señalar: “Estoy seguro que, prontamente, concretaremos planes que van a beneficiar a todos los ciudadanos, proteger el medio ambiente y a las infraestructuras críticas”.

La segunda jornada de la PR estuvo enfocada en la gobernanza del riesgo y la financiación para la aplicación de planes resilientes. En este aspecto Rico subrayó la importancia de la participación de toda la sociedad en la articulación gubernamental.: “Por supuesto que el primer actor y el primer responsable es el Estado en su totalidad, las autoridades en el territorio sean estas, departamentos, provincias o alcaldías, pero también la sociedad civil, los actores privados, los jóvenes, los académicos y los científicos, deben ser parte de esa gobernanza”. Asimismo hizo referencia a la necesidad de comprender los riesgos para diseñar de manera efectiva los modelos de gobernanza que permitan políticas públicas de calidad, ajustadas a las necesidades y promoviendo el desarrollo sostenible y la resiliencia. 

La tercera y última jornada de la PR23 tuvo como hito la reunión ministerial donde se compartió una resolución entre los mandatarios de los distintos países, reflejando los compromisos asumidos por la región para cumplir con el Marco de Sendai.

A su vez, se desarrolló la sesión plenaria centrada en las experiencias y lecciones aprendidas sobre la recuperación y construcción ante un contexto de incertidumbre y de complejidad del riesgo donde Daniel Salinas, ministro de Salud Pública de Uruguay, compartió con el público presente la gestión que realizó nuestro país ante la pandemia por COVID-19.

57 países (31 delegaciones oficiales y referentes de otros 26 países) fueron parte de esta octava edición que incluyó 4 sesiones plenarias, 8 sesiones paralelas, 15 eventos alternos, 8 laboratorios de aprendizaje, 76 exposiciones en el ignite stage y 175 reuniones bilaterales.

Estos son números, pero hay otras cuestiones que son más difíciles de medir, pero son igual de importantes como por ejemplo la sensibilización de la clase política y de la opinión pública, la identificación de posibles sinergias, el inicio de procesos de trabajo, la coordinación de acciones, los compromisos de apoyo y cooperación y el entusiasmo por asumir retos en conjunto. Y todo eso también fue parte de la PR. Representantes de gobiernos, organismos intergubernamentales, sector privado, sociedad civil, comunidades científico tecnológicas, jóvenes, agencias de cooperación de toda la región, intercambiaron durante 3 días y empezaron no solo a imaginar el futuro sino a construirlo y a avanzar hacia una región mejor preparada frente a las emergencias, más resiliente.