Ministerio de Economía y Finanzas

El acto de apertura del Foro de Sustentabilidad participó el presidente de la República Luis Lacalle Pou, entre otras autoridades, como el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, el country manager de BBVA Uruguay, Alberto Charro, y la gerenta del banco, Carolina Gianola.

La ministra Arbeleche, que compartió el panel con el director para América Latina de la Unión Europea, Félix Fernández-Shaw, explicó que “este gobierno asume el primero de marzo de 2020 con una cantidad de planes, con una agenda muy clara y dos semanas después de esto nos enteramos que tenemos los casos de Covid en nuestro país. Sin embargo, eso no detuvo que Uruguay avanzara con la agenda estructural en la que venía trabajando”, afirmó.

“Aquí se tuvo que dar una respuesta inmediata a lo que fue la pandemia, y a la vez no se perdió la mirada de largo plazo, las luces largas. O sea, trabajar en la coyuntura, en apoyar a los sectores más vulnerables, a las empresas que estaban atravesando una situación más complicada -sobre todo por problemas de liquidez en la pandemia-, pero también mantener las luces largas y llevar adelante, la reforma de estructural que Uruguay tenía pensado”, dijo.

Arbeleche remarcó que “dentro de eso es que se enmarca abordar el tema ambiental, el tema de sostenibilidad, porque no es solo lo ambiental” y quizás esto “que lo tenemos incorporado hace tiempo, pero que ahora se encapsula en lo que son los factores ESG (ambiente, gobernanza y políticas sociales). Ese abordaje fue el que Uruguay llevó adelante con esa mirada de largo plazo, pensando siempre en los uruguayos, en nuestros ciudadanos, pero también desde el punto de vista económico, como responsable de la política económica, uno tiene que incorporar los elementos ambientales, sociales, en lo que es la política económica”.

“Como política económica lo que al final del día uno quiere es más inversión, más crecimiento y por lo tanto más empleo -que es el foco final de la política económica-, entonces tenemos que trabajar en incorporar estos aspectos de sostenibilidad en la forma en que producimos, en que comercializamos. Hay todo un cambio de paradigma en esto y Uruguay tiene que estar y está liderando este tema y esto significa más oportunidades para los uruguayos”, explicó la ministra.

Consultada sobre los resultados de su participación la semana pasada en las reuniones de primavera del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), la ministra Arbeleche expresó que “en realidad están totalmente alineados con el bono que Uruguay emitió el año pasado y forma parte de esta gran idea de que no podemos separar la política ambiental y la política económica: tiene que internalizarse la política ambiental en la política económica”.

“La semana pasada también trajimos esta idea de alinear los intereses de un país con su conducta ambiental. El concepto es alinear el costo de financiamiento o el acceso al mercado de bienes con el comportamiento ambiental que tiene un país. Esto quiere decir que si un país tiene un mejor comportamiento ambiental entonces que eso lo beneficie, que sea premiado de alguna manera. Si un país tiene un mal comportamiento ambiental que eso sea penalizado de alguna manera”, aclaró.

“En el caso del bono, ese premio y esa penalización es la tasa de interés. En el caso de la semana pasada estuvimos hablando activamente en que este concepto de alinear el costo de financiamiento con el comportamiento ambiental ya no sean del bono, sino que sean un préstamo que emita el Banco Mundial. Esto lo estamos pensando para el caso uruguayo, pero es una idea que es escalable y reproducible para el resto del mundo y coincide en un momento en donde el Banco Mundial y el Fondo Monetario están repensando su marco operativo, su marco financiero, su misión y por lo tanto el instrumento que Uruguay ha presentado calza perfectamente dentro de lo que es este marco”, subrayó la ministra.

“El concepto es que la tasa de interés, el costo de financiamiento de un país -pero también lo puede ser de una empresa-, esté relacionado con el comportamiento ambiental. En el caso del préstamo del Banco Mundial estamos trabajando en algunos indicadores ambientales -cuando digo comportamiento ambiental de forma muy genérica me refiero a elegir indicadores ambientales que están alineados en el Acuerdo del país París que son las contribuciones determinadas a nivel nacional NDC-. Cuando llega el momento de medirlo, si Uruguay en el caso de este préstamo cumple con esos indicadores entonces paga menos interés por el préstamo que desembolsó, lo cual implica más recursos destinados para otras políticas y lo cual implica que por primera vez en la historia estamos teniendo consecuencias concretas de lo que son los compromisos que los países asumieron en el Acuerdo de París”, informó Arbeleche.

Y siguió: “Hasta ahora los países en el Acuerdo de París presentaron lo que eran sus objetivos y sus metas ambientales de forma aspiracional, si no se llegaba no había una consecuencia inmediata. Uruguay primero con el bono, que es una estructura muy similar a la que conversamos ahora, con este trabajo que está avanzando a nivel de los organismos multilaterales de crédito, lo que está mostrando es su verdadero compromiso en los temas ambientales. Si no se cumple o se cumple estos compromisos que están alineados con el Acuerdo de París hay consecuencias inmediatas, básicamente en el caso del préstamo hay un premio por cumplir esos esas metas”.

“Lo que uno intenta es predicar con el ejemplo, pasar a cosas concretas. Es el gran desafío: todos estamos de acuerdo en la importancia de lo ambiental en todo el planeta, lo que tenemos es que pasar a cosas concretas y en eso en lo que se está diferenciando Uruguay, en dar pasos concretos en este tema”, remarcó.

La ministra de Economía explicó que “aquí hay un rol fundamental para los países desarrollados, para los países que tienen un producto mayor per cápita, y que de alguna manera también han contribuido más a la emisión de gases de efecto invernadero. Esto es algo que la semana pasada también estuvo presente en las discusiones del FMI y del BM, donde se hablaba de una responsabilidad compartida, pero donde hay que diferenciar los distintos estadios en los que se encuentran los países. Cuando mencionaba el caso que estamos estudiando del préstamo del BM, en donde en el caso en que el país contribuya más a este bien público global que es el ambiente -que es la forma que nos gusta enfocarlo y así lo hemos presentado desde que teníamos la presidencia del Comité de Desarrollo-, si Uruguay cumple con esas metas y paga menos interés, alguien tiene que pagar esa baja en la tasa de interés, lo que se llama step down en ese cupón. Entonces, ¿quién lo paga? Y se ha dado toda una discusión, si es el propio balance del BM que tiene que aceptar esa menor tasa de interés, pero esto implicaría que todos los accionistas del BM -que somos todos los países que estamos en él- estamos de alguna manera pagando por ese premio que recibe, en este caso, Uruguay y por lo tanto lo que hemos discutido la semana pasada es que ese financiamiento de la baja de tasa sea pagado por fondos que pueden venir de países desarrollados”.

“Ahí tenemos un caso concreto en donde los países desarrollados pueden poner sus recursos en apoyar, en premiar, a los países que tienen un mejor comportamiento ambiental. Este mecanismo de concesión de tasa puede ser para quienes cumplan los compromisos ambientales. Puede ser muy interesante para que los países desarrollados -sean los países de Europa o Estados Unidos o quien sea-, pongan sus recursos concretos. Porque a lo que nos hemos enfrentados es a muchos años de muchas promesas de los países desarrollados, de poner sus recursos para apoyar esta transición verde y justa. Pero al final del día sí se han puesto recursos, pero no en la medida que se ha comprometido. En la COP26 en Reino Unido, en Glasgow, ahí fue la primera vez que la finanzas se pusieron en el centro del debate. Muchos ministros de Economía y Finanzas fue la primera vez que participamos en esa COP y fue el caso uruguayo, pero para mi sorpresa también fue el caso de Estados Unidos. Nosotros pensamos que se iba a mover mucho más rápido, sobre todos los compromisos de los países desarrollados en poner sus recursos y ya pasó otra COP y todavía estamos esperando. Por eso vuelvo a solicitar como Uruguay, como país emergente a los países desarrollados que realmente prediquen con el ejemplo y que pongan los recursos para que los países emergentes puedan transitar esta etapa”, reclamó Arbeleche.

Acerca del rol del sector privado, la ministra indicó que “es fundamental porque Uruguay, tanto en el caso del bono como en el caso del préstamo, como país se compromete a llegar a determinadas metas ambientales”.

“En el caso del bono hemos elegido dos indicadores: uno es la reducción de la totalidad de los gases de efecto invernadero, y el otro indicador es la conservación de los bosques nativos. Para llegar a esos objetivos que están en el acuerdo de París la acción tiene que venir del sector privado”, reflexionó la ministra.

Consultada por el futuro, la ministra Arbeleche resaltó que “hoy veo una enorme oportunidad en Uruguay para avanzar en los temas ambientales y por lo tanto para dar un salto en materia de inversión, en materia de crecimiento y crear más empleo, que es el objetivo último que tenemos. Claramente Uruguay tiene un compromiso enorme con el tema ambiental. Lo ha reflejado en acciones concretas y hoy Uruguay realmente está en la frontera de lo que se está haciendo en materia ambiental en lo que son las finanzas sostenibles. Uruguay es pionero en la emisión de este bono de doble llave, que tiene un cupón que sube o baja de acuerdo a su comportamiento ambiental, Uruguay está trabajando en un instrumento que también distinga el comportamiento ambiental, que no lo hay hoy a nivel de organismos multilaterales de crédito para un país soberano. Todo esto habla de la enorme oportunidad que tenemos como país, eso se tiene que reflejar y ya se refleja en la posición que tiene Uruguay en términos de ESG -estamos cuartos en una clasificación de 61 países-, estamos con el rating crediticio más alto de la historia del Uruguay, pero sin duda lo ambiental está siendo muy importante y tenemos para quienes son del mundo financiero el resumen de todo esto puede ser el spread. El spred de nuestra deuda es el más bajo en la historia del Uruguay y esto nos habla de la buena situación de Uruguay y de la oportunidad que tenemos para que se invierta más, para que se crezca más, para que tengamos mejor y y más empleo”, finalizó la ministra.