Conferencia en Cámara Española

Astori destacó crecimiento de economía uruguaya de 16 por ciento de 2011 a 2017

El ministro de Economía Danilo Astori dictó una conferencia en la Cámara Española de Comercio, Industria y Navegación, en la cual expresó que el gobierno ha priorizado el gasto público social, aunque se necesita profundizar en su calidad y eficacia.
Cámara Española

Durante el desarrollo de su conferencia “La economía uruguaya: recuperación del crecimiento y perspectivas de futuro”, el titular de Economía desarrolló un eje temático en torno a la situación global y regional, la situación actual de la economía y los desafíos a futuro.

Astori indicó que “se debe hacer un gran trabajo de diferenciación para que Uruguay no se vea sumido en la situación general del vecindario y evitar consecuencias negativas”.
En ese sentido, comparó la expansión acumulada de 16 % del producto interno bruto (PIB) del país de 2011 a 2017 con la retracción en torno a 2 % de Argentina y Brasil. 
“El período 2011-2017 fue donde se gestó la diferenciación de Uruguay con sus vecinos”, señaló Astori en su presentación.

Enfatizó que, en esos años, el PIB del país creció 16 %, mientras que el de Argentina y el de Brasil decrecieron alrededor de 2 %. “La diferencia es extraordinariamente importante”, recalcó.

Con respecto al PIB por habitante expresado en términos de paridad de poder de compra, el ministro de Economía y Finanzas explicó que, “mientras Argentina exhibe un crecimiento en ese período de 4,5 % y Brasil de 2,8 %, en Uruguay ha superado el 25 %”.

Astori indicó que el crecimiento económico de Uruguay superó las previsiones y “lo ha diferenciado del vecindario”.

Al respecto, repasó que el PIB de este país “creció 3,4 % en el último trimestre de 2016 y 4,3 % entre enero y marzo”. Valoró el papel importante que en esta expansión “han jugado sectores como el transporte, almacenamiento, comunicaciones, comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles y actividades primarias como la agroindustria alimenticia”.

“El aporte de los servicios está siendo absolutamente fundamental”, subrayó, tras reconocer que es importante trabajar para consolidar esta tendencia en aspectos como la inversión en maquinarias y equipos y sobre el núcleo duro de la industria manufacturera, “que aún no muestra una tendencia que se pueda asegurar la recuperación sostenida”, expresó.

Por otra parte, el ministro informó que Uruguay emitió bonos en unidades indexadas a 3,04 % de interés y con un plazo de ocho.

Astori subrayó que “hay pocos países en el mundo y casi ninguno entre los emergentes que pueda realizar una operación de deuda con esas características en este momento”, y señaló que ello “revela el grado de confianza y solidez financiera que tiene el país”.

“Uruguay paga intereses muy bajos mientras desdolariza su deuda soberana y aumenta su duración”, quien agregó que el país mantiene el grado inversor y “además Standard and Poor's y Moody's han mejorado su perspectiva a positiva”, en referencia a la calificación que esas dos agencias estadounidenses hacen de la marcha de la economía nacional.

Astori manifestó también la importancia de “la caída notable de la tasa de interés en pesos nominales a tres años”. Una parte importante de la desdolarización de la deuda uruguaya es la realización de operaciones en moneda nacional, “que es lo que hace hoy el país”, apuntó.

Agregó que esos títulos del Tesoro son nominales y se logra una tasa de interés en pesos nominales de 8,8 % en la medición de julio y que hoy está por debajo de eso”. “Esto quiere decir que Uruguay emite deuda a una tasa real de interés en moneda nacional nominal entre 3 y 3,5 %”, explicó.

También señaló que “el plazo promedio de la deuda es de 14 años y destacó que, desde el punto de vista de su composición por monedas y la madurez de la misma, tiene una situación muy sólida, que se complementa con el dato fundamental de la caída notable de la tasa de interés”.

Consultado sobre el artículo 15 del proyecto de Rendición de Cuentas a estudio en el Parlamento, Astori afirmó que el mismo “otorga seguridad para pagar, no una postergación de compromisos”.

Explicó, además, que, “por encima de determinado nivel, el Estado deberá incluir en su próxima definición presupuestal el pago de esa deuda y cancelarla al ejercicio siguiente”.

“Es una garantía, no un riesgo”, sostuvo.

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