Comunicado del Comité de Coordinación Macroeconómica
De izquierda a derecha: Washington Ribeiro, presidente del BCU; Herman Kamil, director de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF; Carolina Steneri, Asesoría Macroeconómica del MEF; Ramiro Correa, Dirección de Política Económica del MEF; Marcela Bensión, directora de Política Económica del MEF; Azucena Arbeleche, ministra de Economía y Finanzas; Adolfo Sarmiento, gerente de Política Económica y Mercados del BCU; y Martín Inthamoussu, vicepresidente del BCU
Los miembros del Comité, en representación del Ministerio de Economía y Finanzas y del Banco Central del Uruguay (BCU), intercambiaron información y puntos de vista sobre la situación económica general y las proyecciones macroeconómicas.
Se espera que, en 2025, la actividad económica mantenga el dinamismo recobrado en 2024, liderada por la recuperación de las exportaciones y el consumo de los hogares. Las proyecciones del nivel de actividad se mantienen en línea con lo estimado en el último Informe de Política Monetaria.
El BCU presentó la evolución y composición de la inflación, las expectativas de los distintos agentes económicos y las proyecciones para el horizonte de política monetaria. Al cierre de 2026, horizonte actual de la política monetaria, la proyección de la inflación es de 4,5%, mientras que, al cierre de 2025, la inflación proyectada es 5,2%, con la expectativa de que se mantenga en el rango meta durante todo el período.
El Comité valoró positivamente el funcionamiento del régimen de objetivos de inflación, el comportamiento de la inflación – que se ha mantenido en el rango objetivo durante dieciocho meses consecutivos – así como las proyecciones analizadas. Las expectativas de inflación han mostrado una evolución adecuada, permaneciendo dentro del rango los últimos cinco meses.
En materia fiscal, se mantiene la expectativa de que el gasto nominal cierre en línea con lo previsto en las últimas dos instancias de rendición de cuentas al Parlamento mientras que la recaudación, por su parte, se desviaría de las estimaciones realizadas entonces. Ello, en parte, como consecuencia de una mayor reducción de la inflación respecto a lo previsto, que repercute negativamente en los ingresos del gobierno, aunque con un impacto positivo en el poder adquisitivo de los hogares.
Tomando en consideración todos estos elementos, el Comité resolvió mantener el rango objetivo para la inflación con un centro en 4,5% y margen de +/- 1,5% (3%-6%).