Día del Patrimonio 2021

Dirección Nacional de Loterías abre sus puertas el Día del Patrimonio

Este año 2021 se desarrollará la vigesimoséptima edición del Día del Patrimonio que organiza el Ministerio de Educación y Cultura a través de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación. En ese marco, la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas abre las puertas de su sede principal en Ciudad Vieja (Cerrito 220) los próximos 2 y 3 de octubre, de 10 a 18 horas, para que los visitantes puedan recorrer sus instalaciones y repasar una historia de más de dos siglos que entrelaza los juegos de azar y la ayuda social.
Día del Patrimonio 2021

La Dirección Nacional de Loterías y Quinielas es una unidad ejecutora del Ministerio de Economía y Finanzas y sus cometidos son la regulación de la programación, ejecución y distribución de la lotería, quiniela y demás juegos. También asesora al Ministerio en la autorización de nuevos juegos que determinan sus resultados en base a sorteos. Además, tiene el monopolio de los juegos de loterías, da en concesión a particulares la explotación de la quiniela y otros, y tiene a su cargo la realización del sorteo de loterías y quiniela.

Su historia comienza en 1819, cuando las autoridades portuguesas, en ese momento dominando el territorio de la Banda Oriental, decidieron realizar el primer sorteo de loterías frente al Cabildo de Montevideo con el objetivo de ayudar a los niños expósitos y concretar la construcción de un nuevo edificio para albergar el entonces denominado Hospital de Caridad, que luego fue el Hospital Maciel.

El Hospital de la Caridad se había instalado en forma transitoria el 6 de junio de 1787 en una casa particular alquilada, ubicado en la esquina de las calles San Felipe (actual Misiones) y San Miguel (hoy Piedras). En 1818, durante la dominación portuguesa y a iniciativa del sacerdote Dámaso A. Larrañaga, se designó una nueva Comisión presidida por Ramón Vilardebó, padre de Teodoro Vilardebó, e integrada entre otros por Juan Manuel Besnes e Irigoyen y Joaquín de la Sagra y Périz, quien fue secretario de la nueva Comisión entre 1818 y 1851 y promotor decisivo de la construcción de un nuevo edificio. Para obtener recursos se creó la Lotería del Hospital de Caridad, que fue su principal fuente de ingresos durante muchos años.

La introducción de ese juego de azar en 1819 fue iniciativa del entonces gobernador de Montevideo, Carlos Federico Lecor, quien donó además una imprenta para la impresión de los billetes, que se vendían a $ 0,10 el número y ofrecían un premio mayor de $ 200 (200 patacones).

Si se calcula que en esa época en el territorio habitaban unas 50 mil personas, la venta de 8 mil números de la Lotería de la Caridad en esa primera emisión, resultó una cifra muy alta.

En un principio, la Lotería dependía de Salud Pública, luego pasó a Hacienda y después al Ministerio de Economía. Formalmente, la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas se creó el 12 de julio de 1856.

Desde 1889 su sede central está ubicada en el edificio sito en la calle Cerrito 220, en plena Ciudad Vieja, y rememorando su objetivo fundacional se ha denominado Edificio de la Lotería de las Caridades.

El edificio fue construido por los arquitectos Cassasopra y Zanetti, de acuerdo a los planos del arquitecto italiano Juan Tossi, e inspirado en la arquitectura renacentista. En su majestuosa fachada de dos pisos llaman la atención las hermosas rejas de la planta baja, las que son reticuladas formando rombos, semejantes a las que existen en los palacios de Milán, Vicenza y Verona. Posee el Grado de Conservación Patrimonial nº 4, el más alto, Edificio de valor excepcional que debe ser conservado integralmente. Según el reglamento municipal, “solo se admitirán en él apropiadas y discretas incorporaciones de elementos de acondicionamiento”.

En su interior, y dentro de una enorme vitrina, con oscuros y pesados cortinados, descansan dos gigantescos bolilleros que se usaron entre 1886 y 1980. Frente a ellos, en el primer piso, hay un balcón que hoy está vacío, pero que antes era ocupado por las cabinas de radios de emisoras que transmitían en vivo el sorteo.

En la actualidad esos bolilleros no se utilizan, y los cinco que sí están en uso se encuentran unos metros más adelante descansando bajo unas telas.

En la planta del edificio se podrán encontrar auténticas maravillas del pasado: una vieja máquina que imprimía billetes y extractos (que dejó de usarse hace mucho), cuadros antiguos con documentos en proceso de digitalización, e incontables carpetas apiladas en un espacio denominado Archivo.

La Lotería cumple con los mismos objetivos de hace 200 años, ya que la ley establece que lo recaudado por el Gordo de Fin de Año y la Revancha de Reyes (los dos sorteos más abultados y que causan más expectativa) se reparta de la siguiente manera: 1% al Hospital Maciel, 1% al Pasteur, y 1% al Pereira Rossell, exclusivamente para la atención de pacientes hematooncológicos pediátricos.

Además, de las ventas anuales de billetes de loterías se benefician otras dependencias estatales. El 60% de lo recaudado por venta de números se reparte en premios, y el 5% del monto que recibe el primer premio lo retiene el Estado.

Niños cantores

Los niños cantores que anuncian los premios de la Lotería son jóvenes del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), que a partir de un acuerdo con la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas participan de esa manera en una primera experiencia laboral durante 12 meses. Cada año ingresan una docena de nuevos adolescentes, que además cumplen tareas administrativas.

El sorteo de la lotería del Gordo de Fin de Año de 2020 tuvo un primer premio de 140 millones de pesos, en ese momento más de 3 millones de dólares, con un total de premios que totalizaron 288 millones de pesos.

Fueron 40 mil billetes los que se pusieron a disposición de la población, 35 mil físicos y 5 mil electrónicos, a través de unos 7 mil puestos de venta en todo el país.

 

 

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