10 años

Unidad de Presupuesto: Avances y desafíos

Durante la jornada "Hacia una gestión pública basada en evidencias, 10 años de la Unidad de Presupuesto Nacional", su director Michael Borchardt realizó una evaluación de lo realizado y que se debe "fortalecer el compromiso con la credibilidad de la restricción presupuestal para asegurar sustentabilidad a las políticas de gobierno".
Ministro de Economía Danilo Astori

El director de la Unidad de Presupuesto Nacional Michael (UPN) Michael Borchardt fue uno de los disertantes en la apertura de la jornada “Hacia una gestión pública basada en evidencias, 10 años de la Unidad de Presupuesto Nacional”, donde además de autoridades nacionales y de organismos multilaterales expusieron destacados expertos internacionales y se realizaron talleres dedicados a mejorar la capacitación de los recursos humanos.

En su alocución Borchardt indicó que “la situación de relacionamiento que tenemos hoy no es óptima, y les voy a decir por qué. Supongo que la mayoría de ustedes opina que nosotros nos metemos demasiado en lo que hacen, y tienen razón. También supongo que deberán de reconocer que muchas veces los recursos se terminan cuando falta atender algunas de las áreas más sensibles. Y de la conjunción de ambas situaciones, esto lleva a un juego de roles que es natural. Es decir, los ministerios sectoriales naturalmente tienen que desplegar políticas y presionar por más recursos; y del lado nuestro, somos más conscientes de la restricción y de la necesidad de la sustentabilidad de las cuentas públicas para poder asegurar la continuidad de las políticas. Por tanto, este juego de roles es natural pero es bastante desgastante", señaló el director de la UPN.

“Entiendo que hay un equilibrio que funciona pero que necesariamente, para poder continuar mejorando, tenemos que aceptar transformaciones en todos los organismos que participan del proceso y para eso, la premisa fundamental es fortalecer la credibilidad en la restricción presupuestal o fiscal, general”.

Desde la perspectiva del Poder Ejecutivo, dijo, es necesario “fortalecer la forma de establecer los resultados esperados y qué acciones hay que emprender. Muchas veces se fijan prioridades a nivel sectorial y no necesariamente en función de determinados resultados, lo cual a su vez debilita el propio proceso de retroalimentación de los resultados a obtener con las asignaciones, y la discusión presupuestal hoy sigue siendo básicamente institucional”.

De los organismos ejecutores del gasto, se reclama que “incorporen más la restricción presupuestal, y que gestionen para resultados a nivel de cada inciso”.

Aunque, prosiguió, “no están en condiciones para lograrlo: para esto se requieren más sistemas de información, más capacitación de la gente, y ustedes conocen que la gestión pública está soportada sobre el esfuerzo de algunos que trabajan mucho y no siempre cuentan con las herramientas adecuadas”, indicó.

Para Borchardt también hay que transformar la forma de trabajar del Ministerio de Economía, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, así como de la Oficina Nacional de Servicio Civil “para fortalecer el compromiso con la credibilidad de la restricción presupuestal”.

“En el punto de partida, hace apenas 13 años, el control fiscal estaba basado básicamente en el control de la caja. El presupuesto en ese entonces no servía para planificar las políticas porque no se sabía cuánto se iba a tener definitivamente, dado que había topes y después restricciones de cupo. Faltaba previsibilidad en las unidades ejecutoras porque no sabían cuánto crédito tenían y cuánta caja tenían. Había debilidades institucionales: no había unidades especializadas ni para el manejo de la deuda ni para el presupuesto y en la Asesoría Macroeconómica había dos economistas y dos contadores dentro dela plantilla permanente para hacer todas las tareas”, indicó Borchardt.

“¿Dónde estamos hoy? Ahora el control fiscal está basado en el presupuesto: Trasladamos el foco del programa financiero al presupuesto, como corresponde, porque es el origen del gasto. Dicho presupuesto está encuadrado en un marco macroeconómico y fiscal de mediano plazo y además la responsabilidad fiscal se asumió por convicción propia y no para el cumplimiento de determinados objetivos con organismos internacionales”.

Según Borchardt, se logró vincular los créditos presupuestales con el resultado fiscal. “A ustedes les parecerá muy nimio esto, pero les puedo asegurar que para nosotros fue un trabajo de orfebrería que nos costó mucho tiempo”, señaló el director de la UPN.

 “Tenemos la información fiscal y presupuestal que hemos logrado vincular. Pero nos falta más: la información contable que hoy no tenemos. El gobierno no tiene contabilidad patrimonial. Las tres patas de información son complementarias, son tres miradas diferentes sobre el mismo hecho económico y entendemos que es necesario trabajar hacia la contabilidad en el gobierno y es lo que estamos intentando hacer a través de las licitaciones del SIIF (Sistema Integrado de información Financiera) que está en proceso en este momento”.

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