Compras públicas

Uruguay cuenta con un sistema abierto, transparente y competitivo, pero además tiene que ser sostenible e intertemporal

Durante la ceremonia de apertura de la jornada sobre Compras Públicas Sostenibles el ministro de Economía Danilo Astori afirmó que “comprar mejor no es comprar más barato, por eso se debe trabajar sobre la calidad del gasto otorgando a las compras públicas una importancia fundamental”
Astori disertando

El ministro de Economía y Finanzas Danilo Astori explicó que la calidad del gasto implica el uso de muchas herramientas, metas por lograr, evaluación de resultados y compromisos de gestión. “En este escenario es cuando aparece en toda su dimensión la importancia de tener un buen sistema de compras públicas sostenibles que hará un aporte importante para mejorar la calidad del gasto”, añadió.

Además expresó que el Estado es el mayor comprador de bienes y servicios de un país, por lo que graficó la importancia de la herramienta. “Uruguay tiene un sistema abierto, transparente y competitivo de compras públicas sin discriminaciones de ningún tipo; y estas características se deben preservar”, afirmó ante un centenar de personas que concurrieron a la jornada desarrollada este jueves 29 en un hotel capitalino.

Sin embargo advirtió que no se debe caer en una perspectiva “economicista” de las compras públicas, que ubicaría al precio en el centro del debate. “Comprar bien no es comprar más barato necesariamente, aunque el examen de precios siempre es imprescindible”, enfatizó.

Comunicó que el Gobierno incorpora nuevos conceptos para definir las compras públicas, de acuerdo a nuevos significados del concepto de valor, sobre todo cuando se plantea en términos de valor por dinero. Expresó que es necesario diferenciarlos del mero uso del manejo de precio como instrumento para tomar decisiones.

“Incorporar nuevos conceptos quiere decir incorporar una visión integral más completa de la sociedad, empezar a ver las compras públicas no solo en su impacto directo, sino también indirecto, pensando en a quién afecta y en los tiempos que involucra, y analizando la calidad de los productos, de los servicios y su durabilidad, como el destino que reciben después de ser usados”, alegó el titular de Economía y Finanzas.

En la oportunidad expresó que la herramienta más importante en una política económica es la fiscal, con sus dos componentes: el gasto público y los ingresos públicos. La definió como “ancla de la política económica respecto a la cual refieren todos los equilibrios y la estabilidad que una sociedad tiene que lograr”. “El gasto público es un instrumento esencial para un proyecto que busca estimular el crecimiento inclusivo y la apuesta a la excelencia, características del proyecto en Uruguay”, sostuvo.

 

“El tema es que las dificultades aparecen cuando tenemos restricciones fiscales, y Uruguay hoy es un país con restricciones fiscales, un país en el que la carga tributaria ha llegado a una frontera que no conviene trascender, entre otras cosas, porque el país está necesitado de mayor volumen de inversión y de empleo. Además está condicionado en su evolución porque un altísimo porcentaje es endógeno con finalidades sociales imprescindibles y difícil reducir”, agregó Astori.

 “Y comprar bien no es comprar más barato necesariamente -aunque el examen de precios siempre es imprescindible-, sino que es preciso por los cambios en el mundo, por los cambios a nivel de Naciones Unidas: se están incorporando nuevos conceptos que son los que nos llevan a buscar nuevos significados al concepto de valor, sobre todo cuando lo planteamos en términos de valor por dinero y diferenciarlo del mero uso del manejo de preciso como instrumento de decisión.

Incorporar nuevos conceptos quiere decir incorporar una visión integral más completa de la sociedad incluyendo el tema ambiental, por cierto. Empezar a ver las compras públicas no solo en su impacto directo, sino en su impacto indirecto. Pensando en los sujetos a los que afecta pero también en los tiempos que involucra, y tenemos allí seguramente aspectos a considerar como la calidad de los productos o los servicios, como la durabilidad de los mismos, como el destino que reciben después de ser usados”.

“Y hay un par de perspectivas a exponer. Porque plantearlo en estos términos es como recibir un préstamo de las nuevas generaciones a cambio de la construcción de un mundo viable del que somos responsables nosotros, quienes estamos tomando las decisiones en este momento. Y la segunda perspectiva es la intertemporalidad del gasto público, y en particular del sistema de compras públicas”, dijo Astori. 

“Esto es tratar de superar los elementos de corto plazo para tomar una decisión. Sabiendo que los efectos de una decisión en esta materia no son solamente efectos en el corto plazo, sino que van a provocar impactos a mediano y a largo plazo que son los que hay que tener progresivamente en cuenta en el momento de tomar estas decisiones”, explicó.  

“Estos son los aspectos que fundamentan un sistema de compras públicas sostenibles que en su nueva formulación no pueden de ninguna manera en un obstáculo a las características de apertura, transparencia y competitividad. Para decirlo de otra manera, cambiemos el sistema de compras en este sentido, pero no abandonemos los principios de transparencia, apertura y competitividad, y confiemos en que seremos capaces, sector público y sector privado, de acordar nuevas reglas de juego que se incorporarán a las condiciones de los llamados a compras de bienes y servicios que serán conocidos por todos los que aspiren a participar de ese proceso y que a partir del mismo obtendremos los mejores resultados que estamos buscando”, finalizó Astori.

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