Ganadería y Clima

Se quiebra el paradigma más difícil de la ganadería uruguaya: Presentación de resultados de Ganadería y Clima

El pasado sábado 3 de junio se realizó una presentación de resultados prediales, con participación del Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ministro de Ambiente, Oficial a Cargo de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Uruguay y demás autoridades de la institucionalidad agropecuaria, en el marco del taller de cierre del trabajo de campo del proyecto Ganadería y Clima. El evento tuvo lugar en Paso Severino.
foto de 160 participantes del taller

El proyecto Producción ganadera climáticamente inteligente y restauración del suelo en pastizales uruguayos, más conocido como “Proyecto Ganadería y Clima”, presentó los resultados de los tres años de trabajo de campo que fue llevado adelante por un equipo de docentes de Fagro y de investigadoras de INIA. Los resultados muestran que la gran mayoría de los predios que participan del proyecto lograron aumentar la productividad, mejorar sus ingresos y bajar las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorando las prácticas de gestión de los procesos productivos y sin aumentar los costos.

Según la directora del proyecto Ing. Agr. Cecilia Jones, quien abrió la conferencia de prensa, este proyecto “sirve para informar políticas públicas, no solo sectoriales sino también para los compromisos que asume el país hacia afuera, sirve para diseñar con datos de la realidad”.  

El equipo coordinador de la FAO, el equipo técnico de Facultad de Agronomía (Udelar) y del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) estuvieron al frente de este evento en el que también participaron representantes de las 11 organizaciones de base que apoyaron el proyecto en territorio.

El Ing. Agr. Gonzalo Kmaid, representante oficial a cargo de la FAO en Uruguay expresó que la organización se involucra en este proyecto “porque es una temática que al país le interesa. Uruguay tienen definiciones muy claras ambientales y productivas y si tiene esto como prioridad, es prioridad para nosotros. Estamos tratando de apoyar para el futuro, para que este esfuerzo tenga más alcance y que no solo lleguemos a 60 productores y productoras, sino que podamos tener una ganadería que se acerque a alguno de los logros que aquí se expresan

La presentación de resultados se enmarcó en el taller de evaluación y cierre del trabajo de campo, con una participación de más de 180 personas incluidos los productores y las productoras participantes y el equipo técnico.

El proyecto “Ganadería y Clima” se plantea contribuir a enfrentar los desafíos del sector ganadero a través de un enfoque integral que genera beneficios en la productividad, los ingresos netos de las familias productoras, el manejo sostenible del campo natural, la adaptación al cambio climático y la reducción de la intensidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por kilo de carne y la captura de carbono en pastizales.

El Ministro de Ambiente Cr. Robert Bouvier expresó que hoy tenemos una fortaleza institucional “Que hoy estemos el Ministro de Ganadería y el de Ambiente trabajando juntos, con algunos chisporroteos como siempre tiene que haber, pero trabajando juntos, es algo que no es común en el mundo”. También afirmó que: “Acá obtuvieron datos, información, experiencia científica probada que nos va a dar la espalda para salir al mundo a mostrar nuestros productos”.

Para el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca Ing. Agr. Fernando Mattos “La continuidad será posible en la medida que nosotros respetemos las reglas de la naturaleza, los aspectos de la biodiversidad y respetemos también el equilibrio económico. Una de las grandes virtudes de este proyecto es la interacción entre organismos internacionales, el estado uruguayo, la academia y la ciencia, los técnicos que transmiten y los productores para encontrar el camino de la mejor eficiencia productiva, produciendo más con menos: Menos esfuerzo, menos recursos, menos daño al ambiente”.

El foco del proyecto es trabajar con productores y productoras a través de una metodología participativa de asistencia técnica (denominada “coinnovación”), para rediseñar los sistemas de producción con prácticas y tecnologías de bajo costo y alto impacto, mientras se monitorean los resultados físicos, económicos, ambientales y sociales del proceso de cambio.

La investigadora de INIA Ing. Agr. Verónica Aguerre, quien también es integrante del equipo técnico del proyecto, explicó la metodología de trabajo: “La esencia es encontrar estrategias para una producción sostenible, trabajando en conjunto y nutriéndonos del conocimiento y la experiencia de los productores y del conocimiento científico para diseñar soluciones para cada caso particular. Nadie va a imponer nada, se buscan acuerdos con una visión sistémica del predio y la familia, porque no trabajamos con pasto y vacas, trabajamos con personas que manejan pasto y vacas”.

La técnica extensionista del proyecto, Ing. Agr. Carolina Gari manifestó que “hay un equipo técnico importante, una metodología de trabajo que implicó un desafío, porque los extensionistas nos sentimos un poco solos en ese camino de asesoramiento, para mí el equipo de apoyo fue muy importante”. Para Gari, la visita mensual permitió generar un vínculo de confianza y entender el establecimiento como un sistema. “Realmente quedaron aprendizajes, los técnicos somos parte de los sistemas productivos”.

Según el Ministro Mattos “con este proyecto se quiebra el paradigma más difícil de la ganadería uruguaya, nos encanta acumular capital adentro del campo, la moneda de reserva nuestra es el ganado, esa reserva de capital dentro del predio es totalmente contraproducente para el resultado productivo y para el aspecto ambiental. Es tener la carga justa, los animales productivos, la eficiencia productiva, pero el gran secreto de esto es que se logran resultados productivos sin que esto signifique enormes aspectos de inversión, son aspectos de manejo, de la subdivisión adecuada, de utilización de reservas forrajeras.”

Para Julia Varga, productora de la zona centro, cerca de Sarandí del Yi expresó que “Si bien veníamos tratando de cambiar y planificar, con el proyecto aprendimos a planificar a más largo plazo, a trabajar con el técnico, y fuimos dando pasitos, hoy estamos tranquilos, venimos llevando la seca de una manera diferentes, sin este apoyo no sé si ahora estaríamos en el campo.”

Frente a la pregunta del Ministro Mattos sobre cuál fue el factor decisivo de cambio que hizo la diferencia, Julia contestó que fue “cuidar el campo natural, aprender a manejarlo y cuidarlo. Todo el trabajo que hacíamos lo hacíamos a base de plata, ahora pasamos a tener menos trabajo con menos plata”.

Durante los años 2020-21, 2021-22 y 2022-23, 60 predios que cubren cerca de 30000 ha productivas, de cuatro regiones del país, recibieron asistencia técnica para mejorar la gestión del predio y sus resultados. Esta iniciativa es financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, en inglés) y llevada a cabo en Uruguay por el MGAP, conjuntamente con el Ministerio de Ambiente y la FAO como agencia de implementación y de ejecución.

Según el Ing. Agr. Gervasio Piñeiro, profesor titular de Facultad de Agronomía y coordinador del equipo ambiental del poryecto: “Una cosa muy interesante que tiene este proyecto es investigar al mismo tiempo que implementamos cambios. Al mismo tiempo que se daba el proceso de coinnovacion un grupo de gente fue a medir qué pasaba en ese sistema. Esto nos va a permitir tomar decisiones basadas en evidencia

 

Placa de resultadosPlaca de resultados

 

Resultados:

El Ing. Agr. Santiago Dogilotti, profesor titular de Facultad de Agronomía y coordinador de todo el trabajo de campo durante estos 3 años, presentó los resultaodos económico productivos del proyecto.

El ingreso neto familiar de los predios del proyecto se incrementó un 28% respecto a la línea de base al inicio del proyecto, estimado a precio constante del ganado para los 6 años (3 de línea de base y 3 de proyecto). El 54% de los predios mejoraron este indicador. El aumento en la producción de carne vacuna y ovina y el cambio en la composición del producto sumado a una pequeña reducción de los costos, fueron la base de la mejora. El impacto del proyecto en 28000 ha de superficie de pastoreo fue de 402500 dólares por año.

La producción de carne vacuna se incrementó en promedio un 8% comparado a la línea de base, pasando de 78 kg/ha a 84 kg/ha. En la producción de carne ovina se observó un incremento promedio de 17%, pasando de 12 kg/ha a 14 kg/ha.

El producto bruto vacuno aumentó un 8%, pasando de 124 U$S/ha a 134 U$S/ha y el producto bruto ovino aumentó un 18%, de 15 a 18 U$S/ha, estimado a precios constantes del ganado.

El porcentaje de preñez se destaca del promedio nacional reportado por el Taller de INIA Treinta y Tres. Los establecimientos participantes pasan de tener un porcentaje de preñez promedio 3,5% por debajo del promedio reportado por el Taller INIA 33 en los años de línea de base a estar 6% por encima en los años del proyecto.

El proyecto aumentó un 6% la preñez y el destete, pasando de 74% en la línea de base a 79% de preñez, y de 70% a 74% de destete. En un total de 12000 vacas entoradas en los predios participantes de GyC se destetan 530 terneros más por año.

También se aumentó el peso al destete y los kilos de ternero destetado por vaca entorada (KgTDVE) en un 6% y 12% respectivamente. El peso al destete aumentó de 151 kg a 161 kg. Y los KgTDVE pasaron de 107 kg a 120 kg. En conclusión, los predios participantes destetan 162306 kg de terneros más por año que en la línea de base.

Sobre la carga total, se redujo un 11% en promedio, pasando de 0,84 UG/ha a 0,75 UG/ha. El 73 % de los predios redujo la carga total. A pesar de esta reducción en la carga, el aumento de la producción de carne por unidad animal compensó el efecto de la reducción de la carga.

 

Placa de resultados

 

Además de los resultados económico-productivos que aquí se adelantan, Gervasio Piñeiro presentó los indicadores ambientales de los cuales ya hay resultados, como las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron tanto por ha (7%) como por kg de carne producida (18%), y el 65% de los predios redujeron sus emisiones por ha y el 75% redujeron sus emisiones por kg de carne producida. Pasando de 1805 kgCo₂eq/año/ha a 1679 kgCo₂eq/año/ha y de 21 kgCo₂eq/kg a 17 kgCo₂eq/kg de carne producida, principalmente por las disminuciones en las emisiones de óxido nitroso (N2O) y metano (CH4) del ganado. La disminución en las emisiones totales se logró por la reducción en la carga ganadera y la disminución en la intensidad de las emisiones se logró por el aumento en la producción de carne por animal (mayor eficiencia).

El impacto del proyecto en las 28000 ha de superficie de pastoreo involucradas fue una reducción de 3528 toneladas de Co₂eq por año en las emisiones GEI, estas emisiones cubren las de 1450 uruguayos por año.

El porcentaje de agua disponible en el suelo durante la primavera y verano 22-23 se redujo en el 100% de los predios respecto a la línea de base, debido a la situación de déficit hídrico que afectó a la región, con una reducción del 13% en primavera y del 17% en verano. En este mismo contexto, la producción de pasto se redujo un 72% en primavera y un 98% en verano 22-23.

Sin embargo, en comparación con los vecinos, la biodiversidad de especies vegetales aumentó de 63 especies a 65 especies en los predios del proyecto, mientras que en los predios vecinos se redujo de 66 a 63. Por lo que podemos afirmar que el proyecto aumentó un 7,4% la riqueza de especies vegetales.

También se midió la altura de pasto en diferentes estaciones claves, en primavera 2022 los predios del proyecto presentaron un 35% más altura que los predios de sus vecinos siendo 2,7cms en los predios de GyC y 2cms en los predios de los vecinos.

En cuanto a la producción de pasto anual, los predios vecinos disminuyeron más su producción frente a la sequía que los predios de GyC. Los vecinos pasaron de 5595 kg/ha/año en la línea de base a 5180 kg/ha/año al final del proyecto reduciendo un 7%, mientras que los predios de GyC pasaron de 5550 kg/ha/*año a 5193 kg/ha/año reduciendo un 6%.

En referencia a la resistencia a la sequía, los predios de GyC redujeron su productividad de forraje un 6% mientras que los predios vecinos redujeron el mismo indicador un 8% en promedio para los 3 años considerados durante las primaveras.

Otro indicador que se está monitoreando es fertilidad y carbono en el suelo, pero aún no hay un análisis de estos datos.

La moraleja que deja este proyecto, más allá de todos los procesos es que el aumento de productividad y de ingresos se dieron mejorando las condiciones del ambiente, que es lo que la teoría ecológica dice y este proyecto lo demuestra en números” Afirmó Piñeiro.

Para medir la mejora en la gestión, se utiliza el índice de cría vacuna, que mide la aplicación de prácticas relacionadas al manejo del rodeo. Este índice clasifica y pondera ciertas prácticas, y establece un puntaje. En la línea de base solo el 26% de los predios tenían un ICV bueno o muy bueno, al final del proyecto el 83% de los predios se encuentran en este rango. El ICV aumentó un 64 % lo que explica los resultados favorables en un contexto de déficit hídrico extremo.

El proyecto se basa en la hipótesis de que, mejorando las prácticas de gestión de los procesos productivos y sin aumentar los costos, mejoran los indicadores productivos y el resultado económico de los predios. Dentro de los resultados se observa que la mejora en la gestión del rodeo en función de los recursos disponibles y las diferentes épocas del año, impactó positivamente en la condición corporal de los animales y por lo tanto en la producción de carne tanto de los vacunos como en ovinos. Estos indicadores explican el aumento de producción por hectárea y por animal, lo cual confirma la hipótesis original.

Con predios ganaderos ubicados en diversas zonas agroecológicas del país y que reflejan diversos modelos socio-económicos y de gestión de recursos, el modelo de trabajo que integra la coinnovación y la propuesta de intensificación ecológica permitió mejorar el resultado productivo, económico y ambiental de la ganadería. Dichas mejoras se dieron en un contexto climático adverso, con déficit de lluvias durante los tres años de trabajo.

Los resultados de la implementación del proyecto muestran una trayectoria para el cumplimiento de los compromisos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, en un contexto climático adverso, muestran un camino para construir resiliencia en sistemas ganaderos con base en campo natural a través de la gestión del forraje y el rodeo.

Los resultados de este proceso permiten aportar datos científicos para el diseño de políticas públicas, insumos para la construcción participativa de una ganadería sostenible, así como la calibración de factores nacionales para la estimación de indicadores de sostenibilidad, que permitan la caracterización y comunicación para el posicionamiento de la producción cárnica nacional.

El Ministro Mattos expresó “Este proyecto lo que va a necesitar es hacerlo de mayor escala en el futuro, y en eso estamos empeñados a trabajar, esto es una política de estado, que va mucho más allá de la política de gobierno

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