Leishmaniasis

Uruguay registra primer caso de leishmaniasis en humanos en un continente donde el mal es endémico

Si bien el insecto vector de la leishmaniasis, conocido como flebótomo, está en Salto y Artigas desde 2010, no se habían registrado casos en humanos hasta ahora. El primero, confirmado el miércoles 5, es un menor salteño que se encuentra en buenas condiciones de salud. El ministro del área, Jorge Basso, destacó el trabajo de prevención en Uruguay y el esfuerzo de quienes deben sacrificar a los perros infectados.
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Tras la confirmación del primer caso de leishmaniasis en un menor salteño, Basso informó sobre la evolución del paciente a los medios de comunicación presentes este jueves 6 en la premiación de buenas prácticas en el primer nivel de atención. Aclaró que esa persona se encuentra en buen estado gracias a un diagnóstico precoz y a la inmediata implementación del tratamiento disponible en Uruguay.

“No hay riesgo para la persona”, enfatizó el ministro de Salud Pública, quien consideró fundamental la capacitación en torno a la patología para no confundir los síntomas con otra enfermedad.

Basso recordó que en Uruguay no se había detectado el insecto vector de la leishmaniasis hasta 2010. Recordó que hace ocho años se identificó a este flebótomo en algunos departamentos del norte del país, particularmente en Salto y Artigas. Sin embargo, señaló que en el resto de América esta enfermedad en animales y humanos ya era endémica.

En 2015 se constataron los primeros casos de perros con esa enfermedad. Desde entonces, siguiendo las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los servicios de salud trabajan con participación del Sistema Nacional de Emergencias y los Comités de Emergencia Departamentales en el seguimiento y control de los perros afectados, lo cual implicó el sacrificio de varios de ellos.

“Hubo un seguimiento a lo largo del tiempo, pero, tal como ocurrió en otras partes del mundo, no solo en América, la presencia del insecto fue clave, ya que picando a un animal enfermo, que es el reservorio del parásito, se transmite al humano”, explicó Basso.

También indicó que, tras la confirmación de este caso en un humano, la cartera continuará con el monitoreo, según las recomendaciones de la OPS, con la visita de un experto en el tema, de manera de avanzar de acuerdo con las pautas internacionales, a lo que se suma la labor con la Facultad de Medicina y las distintas cátedras involucradas.

En ese contexto, Basso valoró que las personas que debían sacrificar a sus animales lo hicieron, lo que se tomó como una demostración del éxito de la sensibilización sobre el tema, y señaló que el riesgo mayor se encuentra en los perros callejeros que son frecuentes en los lugares donde prolifera el flebótomo.

Asimismo, insistió en la responsabilidad de los dueños respecto del control y monitoreo de sus mascotas y el trabajo en la zona donde se confirmó el caso, en procura de disminuir las condiciones ambientales que favorecen la proliferación de la mosquita. Agregó que es algo complejo, ya que el insecto requiere humedad y sombra, factores muy frecuentes en el litoral y noroeste del país.

Los síntomas de la enfermedad son: cuadro febril de más de 15 días sin otro factor que lo explique, adelgazamiento y anemia. En el examen físico se constata una hepato o esplenomegalia, es decir, el agrandamiento del hígado o del bazo y, con los exámenes paraclínicos, se concreta el diagnóstico.

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