Interpelación por pandemia

Arbeleche: El principal objetivo del gobierno es preservar la vida humana

Durante su comparecencia en la Cámara de Senadores junto al ministro de Salud Pública Daniel Salinas con motivo de "responder sobre la estrategia sanitaria vinculada a las políticas de salud así como a los aspectos económicos", la ministra de Economía Azucena Arbeleche expresó que la medidas con que el gobierno ha enfrentado la crisis sanitaria han sido rápidas, dinámicas, analizadas, y “lo que es más importante, fueron medidas sostenibles en el tiempo”.
Interpelación por pandemia

Luego de más de 18 horas de sesión, la Cámara de Senadores votó afirmativamente una moción que indica que "las explicaciones dadas por los Ministros Ec. Azucena Arbeleche y Dr. Daniel Salinas han sido ampliamente satisfactorias, habiendo sido respondidas todas las preguntas realizadas". 

Además, "se resalta la calidad de la información brindada al Senado, quedando de manifiesto una vez más la planificación, cobertura, responsabilidad y eficacia de los resultados obtenidos en relación a la realidad Mundial de la Pandemia COVID-19".

Anteriormente, sobre el final de la sesión del Senado, la ministra Azucena Arbeleche resumió el accionar del gobierno expresando que este “ha optado por una política que respetara la libertad de los uruguayos, apelando a su solidaridad, sin imponer cuarentenas ni otro tipo de coerción de consecuencias dudosas en lo sanitario, como quedó claramente expuesto, y nítidamente negativas en lo económico y social”.

“Los derechos de los uruguayos, tanto individuales como políticos se respetaron porque esa es una característica fundamental de nuestra sociedad, y no lo queremos perder. Se fue por el camino de la libertad responsable, pero con un Estado presente, ejecutando sus políticas y comunicando e informando a la población de lo que se sabía y de lo que no se sabía de la pandemia”, expresó.

Y reafirmó que “el foco ahora está puesto en la recuperación de la actividad a través del incremento de la inversión, y en la generación de puestos de trabajo. Confiamos en que están las herramientas para que nuestro país vuelva a crecer, para crear empleos y mejorar los ingresos de la personas a medida que vayamos dejando atrás la pandemia”, subrayó Arbeleche.

En su primera intervención, la ministra comenzó  detallando la estrategia que ha llevado adelante el Poder Ejecutivo para hacer frente a la pandemia que “atraviesa nuestro país, así como el mundo entero, desde marzo del año pasado”.

“Toda la estrategia de respuesta a la pandemia y cada una de las medidas que se han ido adoptando han sido trasmitidas de forma permanente y de forma transparente y oportuna a lo largo de todo este período. La transparencia ha sido una bandera de nuestra administración, no en teoría, no en palabras,sino concretamente en hechos. Hemos realizado diversas instancias de presentación de nuestras proyecciones macroeconómicas, fiscales, hemos compartido las medidas en detalles, hemos compartido cuánto ha gastado el Fondo Coronavirus, hemos dado respuesta a los pedidos de informes del Parlamento, y hemos atendido todas las invitaciones a comparecer a comisiones y al plenario en regimen de comisión general o de interpelación”, detalló la ministra.

“Cuál ha sido la estrategia el gobierno nacional frente a la pandemia”, se preguntó. “En primer lugar la respuesta del gobierno fue rápida. El mismo 13 de marzo, el presidente nos convocó a un Consejo de Ministros y esa misma tarde las decisiones del gobierno fueron plasmadas en un decreto de emergencia sanitaria, el 93/2020, donde se establecía la suspensión de espectáculos públicos, el cierre preventivo de los centros termales y se determinaba que el Poder Ejecutivo en el ejercicio de sus potestades constitucionales, legales y reglamentarias, podrá disponer el cierre del acceso de todos aquelles lugares públicos que se determinen, así como imponer todo otro tipo de medidas necesarias en materia de higiene sanitaria para evitar aglomeraciones en dichos espacios. También ese dia se autorizó al Ministerio de Salud Pública a realizar la campaña de bien público denominada plan nacional coronavirus, y el 16 de marzo, mediante el decreto 101, se estableció la suspensión del dictado de clases, y cierre de los centros educativos públicos y privados en todos los niveles de enseñanaza así como los centros CAIF”, prosiguió Arbeleche.

“En esos primeros días también se adoptaron resoluciones desde el MEF. El mismo 15 de marzo se suspendieron las competencias hípicas, se elaboró una lista de productos que podían ser importados sin gravámenes, y se publicaron listas de precios de productos de higiene por parte del Área Defensa del Consumidor. El 19 de marzo se anunció la disponibilidad de líneas de créditos para las pequeñas empresas, por parte de la ANDE, del BROU y por parte del Sistema Nacional de Garantías (SiGA)”, detalló.

“Se prorrogó el vencimiento de impuestos de DGI y del Banco de Previsión Social, se aplazaron los vencimientos de programas de créditos, se establecieron diferimientos de plazos para las empresas más pequeñas (literal E), se aplazaron los pagos para monotributistas, las empresa unipersonales y sociedades personales con hasta 10 empleados, se les dio un 40 por ciento de subsidio estatal, entre otras medidas”, resumió la ministra, y añadió que “tuvieron el respaldo de todos los sectores políticos, configurando una respuesta certera y rápida”.

“En segundo lugar, las respuestas han sido dinámicas y evolutivas. Debemos recordar la incertidumbre en la cual se encontraba el mundo desde ese inicio en marzo del 2020, incertidumbre que todavía tenemos en el día de hoy. Y en ese marco cualquier medida que se tomara, no podía pensarse que iba a ser por pocos días, sino que se tenía que diseñar e implementar medidas que fueran respondiendo a esa realidad cambiante”, reafirmó la secretaria de Estado.

Arbeleche aclaró que “no hubo un paquete único de medidas, sino que se fueron analizando oportunamente en cada etapa de la pandemia, y se fueron implementando de acuerdo a la evolución del virus. Por eso decimos que no hubo una respuesta estática, de una unica vez, sino que fue dinamica, conforme evolucionaba la pandemia. Una tercera característica de esta respuesta es que ha sido equilibrada e integral, en tanto las políticas públicas deben alcanzar a toda la sociedad, teniendo en cuenta especialmente a aquellas personas más vulnerables. El manejo de esta pandemia requiere de un equilibrio muy fino, que el presidente ha dado a conocer, como las perillas sanitaria, social y económica”.

“El manejo de la sintonía fina de estas perillas lo que busca es el mejor resultado en términos de bienestar para todos los uruguayos, respetando en todo momento las libertades individuales y políticas como condición fundamental”, aclaró la ministra.

“En ese sentido, quiero hacer hincapié que en este contexto de pandemia tuvo un foco muy particular el alcance que se le dio a las políticas sociales. También se desplegaron recursos y se dio apoyo a través de medidas, para atender la situación de las empresas más pequeñas, y para atender el empleo. Especialmente en aquellos sectores que vieron descender su actividad porque eran afectados por restricciones sanitarias, que se debían de establecer. Finalmente la estrategia ha sido de una respuesta responsable, de forma de asegurar la sostenibilidad de las respuestas a lo largo del tiempo que dure la pandemia. Cuando el gobierno toma una medida de apoyo, nunca pensó que esta medida fuera por unos pocos días, o semanas. Algunos países realizaron grandes despliegues de recursos en los primeros días o el primer año de la pandemia, pero luego vieron agotar sus recursos”, analizó.

“El gobierno uruguayo ha adoptado una actitud prudente, teniendo en cuenta la enorme incertidumbre en que debimos adoptar las decisiones. No hay nada peor que poner una medida excepcional, para atravesar una situación como la pandemia, protegiendo a los sectores más vulnerables y luego tener que dar marcha atrás, retirarla por falta de recursos”, expresó.

Arbeleche recordó que “en marzo del 2020 una delegación del Frente Amplio fue recibida por el presidente de la República -tuve la oportunidad de acompañarlo-, y la propuesta del FA fue crear un subsidio por un monto equivalente a un salario mínimo nacional, que dure el mismo tiempo que la cuarentena, para aquellos trabajadores que no se encontraran registrados en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y en la seguridad social. Se refería a los cuentapropistas y a los trabajadores informales. Con todo respeto, eso hubiera significado que hasta el momento se tenían que haber movilizado recursos por aproximadamente 1.500 a 2 mil millones de dólares. Claramente esa medida no hubiera sido posible ser sostenible”.

La ministra Arbeleche hizo hincapié luego lo que denominó “un punto crucial: el plan de vacunación. La política de vacunación es una de nuestras políticas económicas y sociales más importantes. Porque nos pone más cerca de la renormalización de las actividades económicas, sociales y de esparcimiento en el país”.

“El dinero necesario para la compra de las vacunas estuvo disponible, como bien aclaraba el ministro Salinas. En segundo lugar, se aseguraron las dosis para inocular dos veces a toda la población. Esto se hizo en un momento de gran incertidumbre, y se despejó una incógnita clave, que es que habría vacunas para todos los uruguayos, que no habría que racionarlas. Esto redujo la ansiedad social”, dijo Arbeleche.

“En tercer lugar, destaco la implementación de la logística para su distribución que mostró una gran capacidad de gestión por parte de todos los ministerios involucrados”, prosiguió.

“En cuarto lugar, gracias a la actitud y a la cooperación de todos los uruguayos y al plan de difusión y organización, estuvieron los brazos para recibir esas vacunas. Y aquí quisiera destacar y agradecer a todo el personal de salud involucrado. No solo por los resultados, sino también como usuaria por la calidez del trato, y todos hemos sentido esa confianza y ese compromiso por parte del personal de la salud”, destacó la titular de Economía.

“En quinto lugar, este proceso de vacunación se realizó en tiempo récord. De hecho, de los más rápidos del mundo. Y está teniendo resultados. El gobierno fue exitoso en las negociaciones para conseguir las vacunas, pese a los ataques que recibió y que debió soportar en silencio. Y luego logró logró el ritmo de vacunación y la situación en la que nos encontramos”, expresó.

“Lo importante era en qué momento se realizaba el proceso de vacunación. Hoy nos encontramos frente a un proceso alentador, aunque no quiere decir que debemos bajar la guardia”, indicó Arbeleche.

Luego, y en referencia a las preguntas del miembro interpelante, la ministra de Economía que “en cuanto a las preguntas referidas a por qué no se dieron más recursos para enfrentar la pandemia quiero destacar dos cosas: la primera, las respuestas a la pandemia fueron rápidas, dinámicas, analizadas, y lo que es más importante, fueron medidas sostenibles en el tiempo. Nadie puede saber cuánto va a durar la pandemia”.

“En segundo lugar, la oposición parece más enamorada del gasto que de los resultados. El foco en la comparación internacional que ha presentado el interpelante, ha sido en el gasto y no en los resultados o el impacto de la pandemia. No compartimos que se deba medir una política por cuánto se gasta. Lo que hay que evaluar es el impacto que tiene en la vida de cada uno de los uruguayos”, reflexionó Arbeleche.

La ministra subrayó que “el principal desafío de la política económica es la creación de empleo. Sin embargo cuando uno mira la comparación internacional del impacto de la pandemia, observa que Uruguay es de los países en América Latina donde la caída del empleo ha sido de menor magnitud. No estamos satisfechos, pero tenemos que mirar toda la comparación, y no solamente cuánto se gastó”.

“El aumento de la pobreza, según la Cepal, en nuestro país ha sido bastante menor que el resto de los países de América Latina. En el caso uruguayo -según el INE-, la tasa de pobreza fue aumentando a lo largo de 2019, y luego en 2020, donde claramente, como consecuencia de la pandemia hay un salto importante que luego va disminuyendo a lo largo del año y finalizamos el 2020 con datos similares al nivel de pobreza que teníamos a fines del 2019”, analizó.

La ministra puntualizó que “no compartimos el concepto de gráfico de vergüenza, y en todo caso es mostrar una sola parte de la película que se refiere al gasto, y no tener en cuenta los resultados, el impacto que esas políticas están teniendo en los uruguayos”.

“No compartimos que la forma de evaluar las políticas sean el gasto por el gasto mismo. Hay que ver el resultado, hay que ver cuánto llega a los beneficiarios, que es la gente. Importa que el impacto esté en el niño, en la persona que no tiene la vivienda y que la necesita”, expresó.

“Los ciudadanos han entendido que ante la coyuntura el gobierno decidió la libertad y la solidaridad y así ha compartido la estrategia de los apoyos realizados que ha sido contundente. Las medidas dieron estabilidad y certezas, en momentos en que no solo Uruguay sino el mundo entero estaba preocupado por cuál sería ese futuro”, sentenció.

A continuación la ministra Arbeleche expresó que “el Fondo Coronavirus es una herramienta fundamental para el manejo económico de la pandemia. Ha sido creado por ley, la 19.874 votada unánimemente en este Parlamento, lo que demuestra el amplio respaldo político que tuvo la iniciativa. Este Fondo nos permite medir exactamente cuáles son los ingresos extraordinarios para cubrir estos gastos y exactamente son los gastos que tenemos que afrontar, y toda la información es brindada con absoluta transparencia”.

“Este Fondo Coronavirus tiene un doble propósito. Por un lado responder a todos los gastos necesarios, en lo sanitario, en lo social y en lo económico. Y por otro lado separar lo que son dos cajas distintas. La referida al gasto Covid, y el resto del gasto, de manera que separamos el resultado estructural de aquel resultado fiscal asociado a la pandemia. Una de las principales virtudes de este Fondo fue asegurar todos los recursos necesarios para afrontar los gastos sanitarios sociales y económicos. Desde el comienzo se aseguraron todos los recursos para los respiradores, para las camas de CTI, para los test, y la ciudadanía tiene la certeza de que estuvieron todos los recursos. También se desplegaron medidas relativas a los apoyos sociales y económicos”, dijo.

“Los ahorros en el gasto estructural se volcaron a la pandemia. Por un lado, fue posible ahorrar, y todos esos recursos se volcaron a financiar la pandemia. El total de gastos relacionados con la pandemia en el 2020 ascendió a 727 millones de dólares, estos son los datos actualizados que presentamos en la Rendición de Cuentas, y con respecto al 2021 la estimación de gastos es de 980 millones de dólares, que se componen en un 21 por ciento (420 millones de dólares) en apoyo a las políticas sanitarias, el apoyo al sector productivo es de 350 millones de dólares, y el apoyo a la población vulnerable es de 210 millones de dólares”, detalló Arbeleche.

“El Fondo Coronavirus habla de la política fiscal que estamos llevando adelante, aseguramos que lo esencial, como son las políticas sociales, como los gastos extraordinarios, se puedan financiar. Esas son las reglas que hemos puesto con la nueva institucionalidad fiscal. Y este Fondo Covid es parte de esta nueva institucionalidad fiscal”, añadió.

“Este es el corazón, el resumen, de la política fiscal llevada adelante por el gobierno. Es dar recursos de manera responsable, estable y sostenible para atravesar la pandemia y sin tener que recurrir al aumento de impuestos. La política económica llevada adelante fue y es para sostener los gastos necesarios, en particular las políticas sociales”, expresó Arbeleche.

“Si bien la creación de este tipo de Fondos no es particular de Uruguay, es bueno comparar cuáles son las mejores prácticas recomendadas por organismos internacionales. Por ejemplo el FMI en un trabajo denominado Fondos covid 19 como respuesta a la pandemia enumera una serie de características como deseables para este tipo de instrumentos. Por ejemplo, tener un mandato lega, el definir claramente la fuente de los fondos y las fuentes de financiación, la gestión y el control de tesorería y mecanismo presupuestal, estipular los procedimientos correspondientes al gasto, que las transacciones sean mayoritariamente electrónicas, el monitoreo y evaluación frecuente, transparencia en la rendición de cuentas y auditoría. Todos estos aspectos han sido tenidos en cuenta en la creación e implementación del Fondo Covid 19, lo que coloca a nuestro fondo como uno de los pocos en el mundo que cumplen con estas condiciones. Por otra parte, en el articulo del FMI titulado El secreto del éxito de Uruguay contra el covid, del 19 de agosto de 2020, también se destacó la creación de esta herramienta”, explicó.

​Ante la pregunta de por qué no se gastó más, la ministra Arbeleche indicó que “por un lado las respuestas a la pandemia fueron rápidas, dinámicas, estudiadas, pero sobre todo fueron sostenibles en el tiempo. Y eso es lo que necesitamos, respuestas, medidas que se puedan sostener en el tiempo en este contexto de incertidumbre”.

“Un segundo elemento tiene que ver con que las respuestas fueron pensando en los resultados y no en el gastar, gastar y gastar; pero quisiera agregar un nuevo elemento, que es dificil entender la restricción que nos impone. Cuando uno escucha al miembro interpelante, daría la sensación de que el MEF está sentado en una montaña de plata, y no es así. El MEF está sentado arriba de una montaña de deuda, a la cual año a año se le agrega el déficit fiscal. Por lo tanto cuando nos endeudamos, cuando emitimos bonos, cuando solicitamos un crédito, esos recursos van para pagar la deuda contraída, y van para pagar las cuentas que tenemos pendientes. Recordemos que el país ya enfrentaba un déficit fiscal alto, el más alto de las últimas tres décadas, antes de comenzar la pandemia y tenía un nivel de endeudamiento que comprometía el grado de inversor”, detalló.

“Del 2014 al 2018 la deuda aumentó casi 14 puntos porcentuales, situación que alertamos en reiteradas ocasiones, pero en el 2020 la deuda aumentó más de 12 puntos porcentuales, como contracara del gasto que se hizo para sostener los sectores y personas que necesitaban atravesar esta pandemia, lo que refleja que no se escatimaron recursos para hacer frente a la pandemia. No salgo de mi asombro al escuchar al interpelante hablar de ajuste fiscal. Lo que tenemos en el 2020 es un aumento del déficit fiscal y un aumento de casi 13 puntos porcentuales de la deuda en términos del producto. En concreto ante la pregunta de por qué no gastamos más es bueno comprender los límites que tiene el aumento del endeudamiento y la posibilidad de perder el grado inversor. El grado inversor no es un tecnicismo financiero o un capricho de este gobierno. Tiene consecuencias directas en términos del financiamiento para Uruguay, de los flujos de inversión, de la generación de empleo y de la riqueza de todos los uruguayos”, dijo Arbeleche.

La ministra expresó que “la pérdida del grado inversor implica que al país le va a hacer más difícil acceder a financiamiento, en el volumen y con las tasas deseadas. Más plata para pagar deuda es menos plata para otras políticas en particular las políticas sociales. Pero la importancia del grado inversor va más allá del financiamiento del gobierno. Tiene consecuencias directas en la economía real, particularmente en la inversión, particularmente en la inversión extranjera directa, y el costo del acceso al crédito bancario. Es bueno destacar que recientemente las Naciones Unidas informaron que la ied creció un 43 por ciento el año pasado en Uruguay, mientras que en otros países de América Latina bajaba. En tercer lugar, buena parte de los ahorros de los uruguayos que se encuentran en las afap perderían valor si se perdiera el grado inversor, porque implicaría una desvalorización de los títulos en los que ha ahorrado”.

“El pasado 8 de junio, la agencia calificadora Fitch ratifió la calificación de la República en moneda extranjera a largo plazo en BBB- y mantuvo la perspectiva negativa. Sostener el grado inversor no fue producto de que las calificadoras se ablandaran en sus criterios, por el contrario de todos los países que califica Fitch en el mundo, 18 países dentro de los cuales se encontraba Uruguay tenían una perspectiva negativa al comenzar pandemia. De esos 18 solo Uruguay fue el único que no tuvo una baja en su calificación. Además 17 de los 19 países que Fitch califica sufrieron un deterioro en la calificación y/o en la perspectiva desde que comenzó la pandemia, mientras que Uruguay junto con Paraguay fueron los únicos que la mantuvieron”, explicó la titular de Economía y Finanzas.

“Uruguay fue el único país de América Latina y el Caribe que mantuvo su calificación de acuerdo a esta agencia. Esto sugiere que la agencia reconoce los avances de la nueva Administración en materia de políticas públicas. En el mantenimiento del grado inversor jugó un papel clave la nueva institucionalidad fiscal, y en particular la nueva regla fiscal. En las sucesivas etapas de avance se está cimentando la solidez y credibilidad fiscal del país. Credibilidad que se vio reforzada por el cumplimiento de las metas fiscales establecidos en la exposición de motivos de la ley de presupuesto y cumplido por primera vez en muchos años. Ante estos argumentos y ante las solicitudes de incremento desmedido de gastos, que no es claro que hubieran redundado en mejores resultados para la gente, y que hubieran puesto en cuestión el grado inversor alcanzado por Uruguay, nos preguntamos, está de acuerdo el senador interpelante con este objetivo o hubiera preferido perder esta categoría? Las calificadoras continuaron confiando en Uruguay porque mostró un camino de sostenibilidad fiscal, una nueva institucionalidad y la capacidad de tomar medidas para mejorar la eficiencia del gasto. Nosotros optamos por cuidar el bienestar integral de los uruguayos”, reafirmó la ministra.

“El objetivo central del gobierno durante la pandemia no fue preservar el grado inversor, no fue preservar el funcionamiento de la economía, sino que obviamente el principal objetivo fue preservar la vida humana, preservar la calidad de vida de todos los habitantes de nuestro país. Ese fue el desvelo del presidente de la República, de esta ministra de Economía, y de todo el equipo de gobierno. Pese al débil punto de partida en lo económico, con escaso crecimiento en el último quinquenio, con destrucción de puestos de trabajo y malos indicadores fiscales, realizamos el máximo esfuerzo para atender todas las necesidades surgidas de esta crisis, y la hemos enfrentado con determinación”, subrayó.

“Nuestra sensibilidad social y las prioridades del gobierno quedan claras no por nuestras declaraciones, no por nuestra palabra, sino por hechos concretos, las medidas adoptadas y el apoyo popular a las mismas”, concluyó Arbeleche.

Por su parte, el subsecretario de Economía Alejandro Irastorza, enumeró en su intervención los mecanismos resueltos por el gobierno para apoyar a los sectores productivos, entre los que se cuentan la ley 19.942, “que fue una ley para el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, con una serie de exoneraciones de aportes tributarios, de aportes fiscales, y luego hubo otra ley para apoyar a los sectores más afectados, que fue la 19.956, en la cual se le dio un mayor porcentaje de exoneración a este tipo de empresas que estaban en situación compleja”.

Irastorza reafirmó que “las medidas fueron estudiadas, focalizadas, responsables, para poder lograr sostenibilidad en el tiempo y todo lo que tiene que ver con las pequeñas y medianas empresas, que representan el 40 por ciento del PBI, y son el 99 por ciento de las empresas privadas del país, unas 230 mil unidades”.

“Es por eso que las exoneraciones en un primer momento fueron por un 50 por ciento a empresas que tenían 19 empleados y un nivel de facturación, y luego se anexaron las empresas complejas, más que nada las que tienen que ver con el turismo, gastronomía, agencias de viajes, y esas tuvieron un 100 por ciento de exoneración de aporte patronal”, prosiguió el subsecretario.

“En estas medidas se toma lo que tiene que ver con monotributistas y literal E, a las que se les permite una vez que pasen a la factura electrónica tributar por lo que facturan y no por el IVA mínimo que tenian que pagar, y tanto para los monotributistas y las pequeñas empresas se permite que las empresas que paguen IRAE las puedan contratar y esos gastos sean deducibles”, detalló Irastorza.

Además “se permitió la reducción de perdidas fiscales en el ejercicio, el cien por ciento para todas las empresas, y en el caso de la ley 19.942 se votó una ley de facilidades, tanto para el BPS como para DGI”, y según la información actualizada ya se han solicitado unos 3.800 convenios. Si lo comparamos con la crisis del 2002, que fue otra en la que se lanzó este tipo de ley de facilidades, se firmaron unos 16 mil convenios en 18 años, unos 4 mil en 2002”, explicó.

“Por lo tanto, esta ley está generando mucho alivio en todo tipo de empresas, porque aumenta la liquidez para su propia actividad. Lo mismo en BPS, que incluye aportes personales, los aportes al Fonasa, y deudas por aportes patronales”, dijo.

“A su vez en medidas relacionadas con ambas leyes, se permitió la exoneración del anticipo mínimo de renta, de este primer semestre, y lo mismo con el impuesto al patrimonio”, prosiguió.

“A principio de este año hemos lanzado unas medidas muy potentes para el turismo, en función de distintas exoneraciones, como tasa cero para la hotelería, si reintegraban personal se daba a las empresas un apoyo de 8 mil pesos por empleado, por tres meses, beneficios para arrendar, la devolución de los 9 puntos de IVA para la gastronomía y el alquiler de autos”, entre otros beneficios.

“En cuanto a las medidas de facilitación de acceso al crédito, se capitalizó el SIGA, para posibilitar que no se restrinja el crédito, instrumentamos el SIGA emergencia, que totalizó garantías por 550 millones de dólares, que determinó créditos por 780 millones de dólares, con una cobertura promedio de un 71 por ciento. En cuanto al SIGA plus se dieron créditos por 75 millones de dólares”, subrayó Irastorza.

“Relacionados con los decretos que reglamentan la ley de inversiones, generamos los relacionados a la construcción de gran porte, y el relanzamiento a nivel del Ministerio de Vivienda, de las denominadas viviendas de interés social. Eso generó proyectos muy importantes a nivel de la construcción, que generó proyectos presentados que alcanzan los 550 millones de dólares”, explicó.

“En el decreto 268, referido a industria y comercio, recibimos proyectos por 1.600 millones de dólares, lo que genera un empleo de unos 6 mil puestos de trabajo”, siguió.

“En los apoyos al empleo, se destacan el seguro parcial, las renovaciones de seguro, y también incentivos a las personas que quedaban despedidas y se les prorrogó la cobertura de Fonasa”, comentó.

Para culminar, Irastorza mencionó que en el apoyo a los hogares, como fueron las “transferencias monetarias a traves de la AFAM-P, la Asignación Familiar - Plan de Equidad, los incrementos fueron de entre un 50 y un cien por ciento, luego la aplicación TuApp y la tarjeta Uruguay Social”.

 

 
 

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