Ministerio de Economía y Finanzas

Tras el saludo de apertura Arbeleche comenzó su exposición explicando que “el tema es especialmente relevante para nuestro país y una prioridad de política para el gobierno”.

Acerca de la situación actual del país, Arbeleche sostuvo que Uruguay se encamina hacia un punto de inflexión en el combate a la pandemia, y la economía muestra indicios claros de recuperación”.

“En paralelo a una mayor protección inmunológica de la población, estamos viendo signos auspiciosos de una recuperación más vigorosa de la actividad económica”, afirmó.

Y agregó que “nuestro objetivo es que esta recuperación que está en marcha sea generalizada y sustentable. Es decir, que puede conjugar el crecimiento y la generación de empleo y mejora en las condiciones de vida de todos los uruguayos, con inversiones que tengan un impacto positivo y medible en la preservación y protección del ambiente, como bien público global”.

“Esta prioridad política que este gobierno le ha dado a la acción por el clima quedó plasmada ya el año pasado en el artículo 533 de la Ley de Presupuesto. Allí se establece específicamente que el país procurará que la planificación y diseño de las políticas económicas y las finanzas públicas contemplen los objetivos nacionales de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y de adaptación al cambio climático”, sostuvo Arbeleche.

“Alineados con esta visión, hemos dado pasos concretos desde el Ministerio de Economía para incorporar los temas ambientales y de cambio climático en el diseño de la política económica”, agregó.

La secretaria de Estado explicó que “el Ministerio cuenta ya desde hace varios meses con un asesor especializado en economía ambiental, Marcelo Caffera -quien expondrá en el panel siguiente-, y también se está fortaleciendo la institucionalidad del MEF con recursos humanos especializados en temas de economía verde. Es por primera vez, además, que el Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay participa activamente desde el año pasado de la Coalición de Ministros de Finanzas para la Acción Climática”. A su vez, Arbeleche indicó que “también estamos apoyando una nueva iniciativa regional de diálogo entre ministros de finanzas de Latinoamérica, para promover la acción coordinada en la agenda climática, que estaremos liderando a partir de marzo del año que viene. Asimismo -relató-, como ministra de Economía, tuve la oportunidad de participar hace algunas semanas en la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) en Glasgow, junto al ministro de Ambiente, Adrián Peña, que reunió a delegaciones de casi 200 países para impulsar acciones que frenen la emergencia climática”.

“En segundo lugar quiero compartir con ustedes cuáles son las acciones concretas en política tributaria verde, que el Ministerio ya ha llevado adelante”, anunció.

“En nuestra opinión, la política fiscal y tributaria constituye una herramienta fundamental para contribuir a alcanzar una economía ambientalmente sana. Ello implica actuar sobre los incentivos económicos y financieros de empresas y consumidores, para lograr una mayor concientización sobre la huella ambiental de nuestras decisiones. Esto es, que se internalice el costo social del agotamiento de recursos, de la contaminación y del cambio climático, entre otros. Al mismo tiempo, implica generar los estímulos para incorporar nuevas fuentes de energías renovables y propiciar la inversión en tecnologías limpias y bajas en emisiones de carbono, y que contribuyan a la resiliencia climática”, refirió Arbeleche.

Y continuó: “Como es sabido, nuestro país ha hecho grandes avances en los últimos años en el uso de energías renovables. Uruguay ha logrado la descarbonización casi completa de la generación eléctrica. Sin embargo, aún hay un alto nivel de emisiones de dióxido de carbono asociadas al transporte y la movilidad. En este sentido, el Ministerio de Industria, Energía y Minería está liderando la segunda transición energética del país, que incluye la reconversión de la matriz de hidrocarburos a energía eléctrica para el transporte y movilidad, y el desarrollo -también dentro de este segundo avance-, de fuentes de generación de hidrógeno verde. En esta línea, el Ministerio de Ambiente está coordinando la preparación de la estrategia climática de Uruguay de largo plazo, que vamos a ser presentar antes de fin de año, que incluirá una meta aspiracional de neutralidad de dióxido de carbono hacia 2050”, anunció la ministra.

“Dado ese rumbo fijado, quisiera mencionar algunos aspectos de la política tributaria verde que hemos promovido desde el Poder Ejecutivo, y que nos permiten avanzar en una senda ambiental sostenible y en un uso responsable de los recursos naturales:

IMESI CO2 para las naftas. Se sustituyó parte del IMESI actual sobre las naftas, por un IMESI medido en base a emisiones de toneladas de dióxido, de forma tal de internalizar una externalidad ambiental, generando los incentivos correctos para la transición hacia una economía con menor huella de carbono”.

“Otro ejemplo: hemos modificado las tasas de IMESI aplicables a vehículos eléctricos, y vehículos eléctricos híbridos, con el objetivo de establecer un tratamiento tributario consistente con una política de eficiencia energética y de promoción de tecnologías amigables con el ambiente. En particular, desde el 1º de enero de 2022, los vehículos eléctricos 0 km estarán exentos de pagar el Impuesto Específico Interno”, detalló la ministra.

Además “respecto al sector agropecuario, hemos igualado el tratamiento tributario de los fertilizantes orgánicos y fertilizantes órgano-minerales con los fertilizantes minerales, con la finalidad de fomentar su utilización”.

“También hemos ampliado y jerarquizado los criterios e indicadores de impacto ambiental en la determinación de los beneficios tributarios, y me estoy refiriendo a lo que hacemos bajo la ley de Promoción de Inversiones. El decreto de setiembre del año incorporó estos factores”, dijo Arbeleche, y agregó que “con ello se ha buscado:

Fomentar la inversión en bienes con tecnologías limpias que contribuyen a una producción más sostenible (como ser sistemas de energía solar térmica, eólica, solar fotovoltaica, luminarias LED, vehículos con motorización exclusivamente eléctrica, entre otras)”.

“También buscamos Incentivar determinadas inversiones relacionadas con fuentes de energías renovables; buscamos promover la mejora en el impacto medioambiental de la industria de la construcción en el sector turismo (a través de la certificación de edificios sostenibles), y también procuramos estimular inversiones en adaptación al cambio climático, incluyendo un indicador específico para el sector agropecuario y ganadero que incentiva inversiones que puedan dar respuesta a estímulos climáticos (como por ejemplo la gestión del agua, instalación de montes de abrigo y sombra, construcción de terrazas, encalado de suelos, entre otros)”, explicó.

La ministra reflexionó acerca de que “somos optimistas sobre los beneficios a largo plazo del cambio a una economía con menores gases de efecto invernadero y más resiliente a los vaivenes climáticos. Sin embargo, no por ello ignoramos los costos fiscales de esta transición. Aunque estos costos son asumibles, van a ser considerables y necesitamos afrontar la realidad y diseñar las estrategias de manera que sean intergeneracionalmente justas. Ello implica ‘ponerle números’ a las medidas y analizar el impacto macroeconómico de estas medidas, de manera que se alcancen los objetivos de la forma más costo-efectiva posible”, subrayó.

Para finalizar, la ministra Arbeleche remarcó que “tenemos la mira puesta en el futuro. Desde marzo de 2020, la pandemia ha sido el centro de nuestras preocupaciones y la estrategia del gobierno estuvo enfocada en preservar la vida, y la calidad de vida, de la población”.

“Pero a la vez no nos ocupamos solamente de la atención de la pandemia, sino que durante todo este tiempo hemos manejado con ‘las luces largas’, con la mirada puesta en el futuro pospandemia. Para ello, el gobierno avanza con una ambiciosa agenda de reformas que buscan alcanzar una economía más estable y virtuosa, con finanzas públicas saneadas y que impulse la inversión privada, la creación de puestos de trabajo y la mejora en los ingresos de los hogares, al tiempo que permita sostener y mejorar las políticas sociales”, estableció.

“En ese sentido, Uruguay tiene un rumbo estratégico en materia ambiental que excede largamente el actual período de gobierno. Estamos convencidos, y así lo venimos demostrando desde el gobierno en general, y desde esta cartera en particular, que el Estado debe ser responsable de proteger el medio ambiente y de proteger los recursos naturales del país. Solo así concebimos un desarrollo económico y social que sea para todos, y para todas las futuras generaciones”, concluyó la ministra.