Estrategia de Inteligencia Artificial para el Gobierno Digital

Estrategia de IA para el Gobierno Digital

Inteligencia Artificial (IA) es un término que se usa para describir un campo de estudio y un conjunto de tecnologías que estudian y desarrollan sistemas capaces de realizar tareas que normalmente se atribuyen a la inteligencia humana. Algunos ejemplos de ello pueden ser traducir un documento o reconocer a una persona por su rostro. La IA también incluye sistemas que aprenden a comportarse de manera autónoma, como vehículos sin conductor y programas que juegan al ajedrez o realizan otras actividades. 

A pesar de que los inicios del desarrollo de IA pueden rastrearse a mediados del siglo XX, actualmente la generación y disponibilidad de grandes cantidades datos, la evolución de técnicas y algoritmos, así como la disminución de los costos de infraestructura cada vez más eficiente para el procesamiento de este tipo de información, hacen que esta tecnología haya avanzado rápidamente en los últimos años.

Cada vez más convivimos con aplicaciones de IA: asistentes virtuales en nuestros celulares, algoritmos en las redes sociales que nos muestran de una u otra forma la información, automóviles sin conductor, programas que aprenden de nuestras acciones para recomendarnos música, películas o artículos de consumo en tiendas online, traductores en tiempo real, sistemas que detectan de forma temprana enfermedades o riesgos sanitarios, entre otros.

A su vez, las soluciones basadas en Inteligencia Artificial se han convertido en una herramienta indispensable para el desarrollo y prestación de servicios digitales para la ciudadanía. A través de su implementación, se puede potenciar la transformación digital de la Administración Pública, lo que requiere una estrategia que oriente las decisiones a tomar a su respecto.

Para que la utilización de herramientas de IA en la Administración Pública tenga éxito, la estrategia debe diseñarse e implementarse de manera legítima, generar confianza y comprensión, y considerar las implicancias a corto, mediano y largo plazo. Este trabajo debe realizarse en conjunto con la ciudadanía y distintos grupos de interesados: destinatarios finales de las herramientas y parte involucrada en el proceso de construcción, desarrollo y utilización del producto emergente de la aplicación de IA.

Considerando lo anterior, la Estrategia de IA como herramienta para la transformación digital se desarrolla con el propósito de promover y fortalecer su uso responsable en la Administración Pública.

El uso responsable de IA está involucra a cuatro dimensiones: “ética”, “normativa”, “técnica” y “social”, las cuales deben estar presentes desde el diseño hasta la implementación de sus diversas aplicaciones.

La dimensión ética en la Administración Pública implica que el marco ético debe estructurar a todo accionar público y, por lo tanto, fijar los lineamientos para los desarrollos en la IA. Para su aplicación e implementación, es fundamental la transparencia en el accionar de la Administración Pública. Esta transparencia no solo implica un conocimiento completo de la información gestionada, sino también de las estrategias aplicadas, sus fines y contenidos. Al mismo tiempo, mediante la introducción de reglas de transparencia se mitigarán las posibilidades de sesgos y discriminaciones no deseadas.

La dimensión legal en la Administración Pública implica desarrollos dentro de un marco jurídico preexistente que establece derechos y obligaciones de las personas, así como el ámbito de acción de los organismos públicos. En este sentido, es fundamental el apego a los estándares de Derechos Humanos consagrados en instrumentos internacionales, lo que asegura el equilibrio entre los derechos de las personas y la limitación del ámbito de actuación estatal.

La dimensión técnica en la Administración Pública implica el cumplimiento de los marcos técnicos y normativos que garanticen la solvencia y solidez de los sistemas de IA. Esto requiere, además, la atención constante a las buenas prácticas, revisión permanente de las medidas implementadas y auditorías por parte de terceros imparciales.

La dimensión social en la Administración Pública implica generar soluciones orientadas a las personas, que procuren el interés general y consideren la capacidad de agencia de los seres humanos.

Estas cuatro dimensiones deberán estar presentes durante la ejecución de las líneas de acción de la estrategia de IA, procurando su atención de forma tal que contribuya al uso responsable para la transformación digital. En ese marco, la IA genera oportunidades para crear servicios públicos con más calidad, es un apoyo para la toma de decisiones y para idear políticas públicas que respondan de una forma más adecuada a las necesidades de las personas. Al mismo tiempo, implica riesgos y amenazas que debemos tener en cuenta a la hora de desarrollar aplicaciones de IA en el ámbito público.

Para aprovechar esas oportunidades y reducir los riesgos y amenazas se elaboraron una Estrategia de IA para el Gobierno Digital y un conjunto de principios generales que aporten un marco general para utilizar la IA en el ámbito público.

El objetivo general de la estrategia es promover y fortalecer el uso responsable de IA en la Administración Pública. En ese marco, se han identificado cuatro pilares que componen esta estrategia, cada una de ellas con objetivos y líneas de acción específicas.

1. Gobernanza de IA en la Administración Pública.

2. Desarrollo de capacidades para la IA.

3. Uso y aplicación de la IA.

4. Ciudadanía Digital e IA.

Etiquetas