1.4. Egresos en base caja y su vínculo con el gasto presupuestal
Los egresos del gobierno medidos con criterio de caja crecieron 80% en términos reales en el período 2005-2018 mientras que el gasto presupuestal lo hizo en un 93% real en el mismo período. Es importante considerar que, las metas fiscales se establecen y miden en base al criterio de caja.
Ambos criterios, tanto el presupuestal como el de caja, son conciliables, pero conceptualmente diferentes. Cada uno refiere a distintos momentos del proceso presupuestal, tienen diferentes criterios de exposición de la información respecto a los ingresos y gastos y, además, existen algunas diferencias en cuanto a la cobertura[1].
En términos generales, los niveles de ejecución presupuestal y los egresos de caja presentan una tendencia similar, sin embargo, cuando se consideran los datos anuales, puede haber diferencias transitorias entre las imputaciones presupuestales y el pago efectivo de las dichas obligaciones, lo que tiende a compensarse en el mediano plazo.
[1] En primer lugar, el período a efectos del resultado de caja se corresponde con el año calendario, en tanto que el período presupuestal comprende imputaciones hasta el cierre de balance, fecha posterior al cierre del año calendario. Los egresos de caja incluyen a organismos que no forman parte del Presupuesto Nacional, como el Poder Legislativo y Casinos, así como otras fuentes de financiamiento que no son presupuestales, como las donaciones recibidas desde el exterior. Por último, existen partidas que se exponen en forma diferente. En la información en base caja, la recaudación se registra por el neto, en tanto presupuestalmente se registra en forma bruta y los certificados de crédito como un gasto.