Ministerio de Industria, Energía y Minería

El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM); el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca; la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP); la Sociedad de Productores Forestales (SPF) y la Asociación de Empresarios de la Madera y Afines (ADEMA) presentaron el CTFM, un centro que apunta a la promover la innovación y la competitividad del sector forestal-maderero. 
La iniciativa es financiada por el Fondo de Innovación Sectorial (FIS), surgido de un acuerdo entre Uruguay y la empresa UPM. A través de esta iniciativa, el centro recibirá un millón y medio de dólares anuales, ajustables por inflación y otorgados exclusivamente por UPM, durante 20 años. Además, en el marco del mismo fondo se instalará en breve un Centro de Bioeconomía y Economía Circular.
En la actividad de lanzamiento, desarrollada en la sede del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Tacuarembó este 16 de agosto, participaron el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini; el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos; el subsecretario del MIEM y quien presidirá el CTFM, Walter Verri; el representante de OPP y presidente del FIS, Álvaro Rossa; la presidenta de ADEMA, Daiana Morgavi; y el presidente de la SPF, Nelson Ledesma. Otras autoridades estuvieron presentes, entre ellas la directora nacional de Industrias, Susana Pecoy, y la encargada de despacho de la Dirección Nacional de Artesanías, Pequeñas y Medianas Empresas, Ana Inés Antía.
El subsecretario Verri destacó el esfuerzo invertido para lograr la concreción del CTFM. Recordó que esto demandó acuerdos entre diversas instituciones públicas y privadas.
El jerarca informó que en Uruguay hay un millón de hectáreas forestadas de un total de 4 millones con prioridad para esta actividad. En un sector que cobró fuerza después de la aprobación de la segunda ley forestal, hace 35 años, se ha logrado que hoy las exportaciones se ubiquen en los 2000 millones de dólares, añadió.   
Respecto al CTFM, Verri dijo que se eligió esta zona del país porque de Tacuarembó y Rivera proviene el 75% de la madera sólida del país. Además, estos dos departamentos, más Paysandú y Río Negro, concentran las mayores áreas forestadas del país, que se destinan a la industria de la celulosa.
El jerarca agregó que a esta apuesta a la descentralización, muy relevante para el MIEM, se suma el hecho de que funcionará en un polo en que se encuentran el INIA, el MGAP y la Universidad de la República. También se trabajará con la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), que tiene sedes en Durazno y Rivera, y con otros actores de este último departamento y Cerro Largo.
"Este centro tiene una función básica, que es articular. Y vamos a articular", afirmó el subsecretario, quien agregó que "es fundamental que este centro lidere" el proceso. "Seguramente eso va a generar un derrame sobre toda la cadena forestal", señaló.
La articulación incluirá a las universidades públicas, pero también a las privadas y, si es necesario, a las extranjeras. También enfatizó la importancia de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en esta cadena, y es por ese motivo que integran el directorio del CTFM. Hoy, por ejemplo, Uruguay cuenta con alrededor de 100 aserraderos, ejemplificó.
"Todo eso genera valor agregado para el país, y genera exportación, y genera mano de obra", dijo el subsecretario. Hoy el sector ocupa a 25.000 personas, entre empleos directos e indirectos, y esta cifra ascenderá a 30.000 cuando empiece a funcionar la segunda planta de UPM, ubicada en Durazno.
Verri subrayó que sus integrantes no pretenden que el centro sea "una gran infraestructura", sino un centro de coordinación. "No queremos generar más burocracia. Lo que tenemos que hacer es articular", afirmó.
"Este sector tiene mucho por desarrollarse, sin duda", aseveró Verri. 
Por su parte, el ministro Paganini optó por resumir los conceptos clave de este centro. En primer lugar, destacó la articulación público-privada, explicada por el subsecretario Verri en su participación. En segundo lugar, mencionó la innovación, la que calificó como el "propósito de este centro" y definió como la ampliación del conocimiento "para crear valor" para la sociedad, resolviendo problemas con nuevas formas de hacer.
"Ahí es donde el país toma un camino de desarrollo", dijo Paganini, quien destacó varios hitos previos innovadores: a modo de ejemplo, la ley forestal, la instalación de las plantas de celulosa o la aplicación de la madera para la construcción de viviendas, un camino que se está iniciando.
"De lo que se trata es de ir generando cada vez más valor, más soluciones nuevas, a partir de una cadena, de una visión que integra distintos actores", dijo Paganini, quien añadió que el mundo moderno se resume en eso: "es de los que permiten agregar cada vez más valor y resolver cada vez más problemas, para un mundo y un país que demandan cada vez más soluciones".
El ministro dijo que la cadena forestal maderera ya es innovadora, pero con este centro se pretende potenciar esta característica. "Tiene mucho más para hacer", aseguró.
Paganini agregó que también es clave el concepto de ecosistema, que definió como "múltiples organizaciones que se interrelacionan y que, en la medida que generan círculos virtuosos, también generan más oportunidades" para empresas grandes y pequeñas, así como para trabajadores y científicos, entre otros actores. Por ello, el jerarca visualiza el CTFM como un "dinamizador de un ecosistema" que ya tiene características dinámicas.
Además, el titular del MIEM dijo que es fundamental pensar en la descentralización, motivo por el que el centro se instala en Tacuarembó. "Es una filosofía que este Gobierno apoya y promueve", aseguró. A su vez, valoró que esta cadena de valor "está proyectada al mundo" y deberá seguir por ese camino, pensando en "oportunidades globales". 
Finalmente, Paganini destacó que este sector apuesta a la sustentabilidad, un mecanismo para lograr la descarbonización. Por ejemplo, permite eliminar combustibles fósiles en diversas áreas. Asimismo, hoy se están investigando nuevos materiales a partir de la celulosa que posibilitarán eliminar los plásticos y otros derivados de los fósiles.
"Estamos claramente ubicados en un emprendimiento que nos permite visualizar lo que queremos que sea el país: una cadena de valor integrada, un ecosistema con empresas que generan empleo de calidad y que van agregando, a medida que avanza el tiempo, más y más eslabones y más y más valor", pensando en llegar a todo el mundo, "con empleos de calidad" y con "productos innovadores, que van a ir agregando soluciones nuevas a problemas que la humanidad toda tiene", finalizó el ministro Paganini.

Hoja de ruta

En ese mismo marco, el subsecretario Verri expuso en la presentación de lineamientos estratégicos de la cadena forestal-maderera de la región noreste de Uruguay para los próximos años.

La actividad integra los objetivos del proyecto Fortalecimiento de la industria de la madera de la región norte, con énfasis en la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Este ha sido realizado por las intendencias de Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo, la alcaldía del Municipio de Tranqueras y la Asociación de Empresarios de la Madera y Afines (ADEMA). Cuenta con el apoyo del MIEM y es financiado por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), el Congreso de Intendentes y la Unión Europea.

La actividad se desarrolló en la sala Otegui del INIA de Tacuarembó. Además de Verri, participaron otras autoridades nacionales, departamentales y de las instituciones que integran este equipo de trabajo. Entre ellas se encontraba el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos.

Verri afirmó que las acciones surgidas de esta hoja de ruta se conjugarán sinérgicamente con la articulación del Centro Tecnológico Forestal Maderero. Este centro funcionará en Tacuarembó y los actores que lo integran enfatizaron el trabajo conjunto que se llevará a cabo a partir de ahora.

El subsecretario, quien destacó la importancia del sector forestal-maderero para el país, también aseguró que seguirán cobrando relevancia los residuos de la madera que genera. Esta biomasa será esencial para la energía y para el desarrollo de combustibles líquidos. En ambos casos, colaborará con los objetivos de descarbonización que desarrolla Uruguay.

Verri, quien elogió la hoja de ruta presentada en la actividad, recordó que el MIEM cuenta con una Mesa de la Madera, integrada por varias direcciones nacionalews, que "analiza los caminos de desarrollo" para esta actividad.

Uno de esos caminos, afirmó, es la construcción en madera, que además de constituir una solución para la vivienda de muchos uruguayos, también colaborará con la descarbonización, al evitar las emisiones de la industria del cemento.

Las ejes de la hoja de ruta para el sector forestal-maderero son las siguientes: mejora de las capacidades de industrialización, generación de valor agregado y diversificación; impulso a la valorización de residuos y a la producción ambientalmente sostenible; fomento de la inclusión y sostenibilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes); promoción de un clima de transparencia, acuerdos institucionales y alianzas estratégicas; y aprovechamiento de las oportunidades de la fase forestal.