Diálogo internacional

Pecoy: Gobierno promueve la economía circular, un modelo “redituable” y con “ventajas ambientales profundas”

Susana Pecoy, directora nacional de Industrias, participó de la Escuela de Transformación Digital e Innovación en América Latina que organiza CAF-Banco de Desarrollo de América Latina. Allí enfatizó la importancia de apoyar la transformación de las empresas e industrias hacia una economía circular, para la que la incorporación de TIC resulta fundamental. Esto “implica pensar los productos y procesos de manera diferente”, con una producción “más inteligente” y centrada en el consumidor, explicó Pecoy.
Directora Susana Pecoy habla, sentada en una silla; sostiene un micrófono y tiene notas en sus manos

La directora nacional de Industrias, Susana Pecoy, expuso en la sesión 6 de la Escuela de Transformación Digital e Innovación en América Latina que organiza CAF-Banco de Desarrollo de América Latina. El tema de esta sesión fue el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para el desarrollo sostenible. La actividad se desarrolló en la sede de CAF en Montevideo el 15 de noviembre.

Pecoy recordó que la industria uruguaya representa el 44% del consumo final energético del Uruguay y contribuye con el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector energético. A esto se suma un 2% de contribución de GEI propia de los procesos industriales y no asociada con la generación de energía, de acuerdo al último Balance Energético Nacional (BEN) (LINK).

Teniendo en cuenta estos datos, la directora consideró que se deben “modificar los sistemas de lo que es una economía lineal, puramente extractiva, que termina prácticamente en un cien por ciento de desechos, tanto de los productos generados como de las materias primas consumidas para generar esos productos”. Por ese motivo, la apuesta del Gobierno uruguayo es la de consolidar una transformación hacia la economía circular.

“Es algo que venimos promoviendo mucho desde nuestro ministerio”, explicó la jerarca. Esto implica “pensar los productos y los procesos productivos de una forma diferente: desde el diseño, desde ponerle cabeza a toda la línea de producción y no solamente a lo que compete a una industria en sí, y empezar a trabajar fuertemente en la eficiencia tanto del consumo energético como del consumo de las materias primas”, añadió. Además, esto implica reutilizar los desechos de los procesos de producto “para que vuelvan a integrarse a esa cadena”. Este nuevo modelo es “económicamente redituable para las empresas” y “tiene ventajas ambientales muy profundas”, enfatizó la directora.

Dentro de la circularidad “empieza a darse un nuevo paradigma productivo” en el que “la digitalización va absolutamente de la mano para poder lograr objetivos”. Como ejemplo, las TIC permiten hacer un seguimiento de procesos.

 “No podríamos lograr este cambio sin la confluencia de las tecnologías habilitadoras: del big data, la robótica, la manufactura aditiva, entre otras, y la masificación de las tecnologías disruptivas que han permitido importantes incrementos en nuestra productividad”, dijo Pecoy.

Esta nueva producción es “más inteligente y más abocada a la necesidad del consumidor; más personalizada”. Por eso, la información y los datos resultan estratégicos para estos sistemas productivos. “Es otro nicho en que el aporte de la tecnología es fundamental para los cambios industriales”, afirmó la jerarca.

Este “cambio en el modelo de negocios” debe entenderse como pasar “de un enfoque netamente de productos a un enfoque de necesidades de clientes”. “Ese es uno de los desafíos importantes”, en el que las nuevas tecnologías podrán aportar más productividad de forma sostenible, como parte del modelo de la economía circular, explicó la titular de la Dirección Nacional de Industrias (DNI).

Para lograr estos objetivos, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) colabora con la 5.ª Agenda Digital a 2025 del Gobierno. Esta, entre otros puntos, busca contribuir con la digitalización en el sector empresarial y a la formación de los trabajadores.

El MIEM contribuye con dos metas de esta agenda, explicó Pecoy: la promoción de una transformación digital hacia industria 4.0 para promover la competitividad; y la potenciación del uso y la mejora de la oferta de los servicios de telecomunicaciones.

A su vez, en la Dirección Nacional de Industrias (DNI) que Pecoy lidera, se apoya económicamente a las empresas —especialmente a las micro, pequeñas y medianas— para que se sumen a este paradigma, a través de fondos que impulsan las transformaciones de sus productos y procesos productivos. Para acceder a estos fondos se puntúan especialmente los procesos de economía circular y de codiseño. Ejemplos son el Fondo Industrial (LINK); el Fondo de Economía Naranja (LINK); el Fondo de Biotecnología; y el Fondo de Electrónica y Robótica (LINK EN TODOS).

 

 

 

 

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