¿Por qué evaluar y gestionar el desempeño?
Durante muchos años se ha evaluado el desempeño de las personas en las organizaciones con escaso éxito y los sistemas tradicionales, por múltiples razones, generaron resistencias significativas tanto por los evaluadores como por los evaluados.
Las personas necesitan saber cómo se visualiza y aprecia el resultado de su esfuerzo, el valor que agregan con la realización de su trabajo. Todos siempre tenemos una idea de nuestro desempeño y del de los demás. La clave es cómo ordenarlo, explicitarlo, conversarlo y hacerlo constructivo y provechoso para uno, nuestro equipo y el entorno laboral de la organización a la que pertenecemos.
El desafío más importante que se plantea hoy, más que evaluar el desempeño y con qué método, es conocerlo para gestionarlo, mantenerlo, desarrollarlo y consolidar su mejora continua en el tiempo. En particular adaptándolo a los nuevos desafíos de los cambios tecnológicos y del mundo del trabajo.
La Gestión del Desempeño integra a la evaluación en su proceso, pero es un concepto mucho más amplio, integral y permanente. Genera una comunicación franca, sostenida y sincera de retroalimentación continuada entre personas, sobre cómo va sucediendo el trabajo y los resultados que logramos en él. Busca facilitar cómo alcanzarlos y hacerlo de manera más eficiente y más productiva, o sea con mayor inteligencia y creatividad.