Anuario OPYPA 2020

Recaudación y presión fiscal en el agro

Recaudación y presión fiscal en el agro

Adrián Tambler 1

Natalia Barboza 2

Se presenta una estimación de la recaudación y presión fiscal del agro para los últimos años y se formula un pronóstico para el año 2020, sobre la base de determinados supuestos.

El 2020 fue un año muy especial producto de la pandemia del Covid 19, con efectos muy marcados sobre el tipo de cambio, pero menos marcado y con fuertes fluctuaciones en los precios internacionales y el nivel de actividad. Si bien no hubo mayores modificaciones en las normas tributarias, la recaudación de impuestos de agro y en consecuencia la presión fiscal habría mostrado reducciones marcadas, producto en gran medida de los efectos derivados de la pandemia. El aumento del tipo de cambio determinará una caída en los impuestos que se ajustan en pesos y que básicamente gravan al capital (tierra) y la reducción de algunos precios y el menor nivel de actividad afectarán a los impuestos vinculados a la renta.

Como resultado final, se estima que tanto la recaudación como la presión fiscal serán menores en el año 2020 respecto de los niveles de los últimos años. Comparando 2019 y 2020 la recaudación de impuestos pasaría de 255 o 231 millones de dólares y la presión fiscal bajaría de 7,8 a 7,4% del PIB agropecuario.

1. Recaudación estimada para 2020

En este articulo se realiza un ajuste de la recaudación de impuestos que fuera presentada en el anuario 2019 y se realiza una primera estimación para el 2020, que será ajustada en el correr del año 2020, una vez que se disponga de los valores definitivos de recaudación.

Las estimaciones para 2020 se realizaron, como todos los años, sobre la base de supuestos y, en algunos casos, teniendo en cuenta los datos parciales de recaudación. Los resultados se presentan en dólares corrientes, por lo que su valor, además de las variaciones atribuibles a la propia recaudación, están influidos por la evolución del tipo de cambio del momento en que se realizó la erogación.

Los resultados de la serie histórica que se presentan se basan en datos reales para algunos impuestos y estimaciones para otros:

  • Hasta el 2019, los datos sobre la recaudación de: IMEBA, adicional del MEVIR, Impuesto al Patrimonio, Impuesto de Primaria y detracciones son los suministrados o publicados por los organismos recaudadores. Para el caso de Contribución Inmobiliaria Rural la información real es hasta el 2018 y para el BPS patronal la información real es hasta 2017, luego los datos han sido estimados.
  • En el caso del IVA y la tasa de registro y control se utilizan estimaciones, ya que los datos de recaudación disponibles no están discriminados por sector.
  • Para el caso del IRAE, se considera el impuesto devengado en vez de la recaudación, ya que ello permite discriminar mejor la imputación del IVA y del IMEBA para el pago de ese impuesto. Dentro del año puede existir un desfasaje entre lo devengado y lo recaudado, pero en el largo plazo estas diferencias se eliminarían.
  • Para el año 2020, se estima la recaudación de los diferentes impuestos con base en la misma metodología de años anteriores, la cual se detalla en el Anexo.

Cuadro 1: recaudación Anual de impuestos al Agro

Incluidos los aportes a la Seguridad Social (millones de dólares corrientes)

cuadro 1

Fuente:  Elaborado en base a DGI, Observatorio Territorio Uruguay-OPP, BPS y estimaciones propias.

  1. Estimación preliminar.
  2. Corresponde al impuesto neto devengado en el ejercicio: el impuesto bruto devengado, al que se descuentan el IMEBA pagado a cuenta.
  3. Se considera un criterio de “caja”, es lo recaudado por la DGI. Parte de ese IMEBA se destinó para el pago del IRAE.
  4. Estimación total del IVA costos (insumos y servicios gravados) de aquellos productores que no pueden descontar el Impuesto (los que optaron por tributar IMEBA definitivo).
  5. Las devoluciones de impuestos y tasa de registro son datos estimados.

2. La presión fiscal

Para estimar la presión fiscal sobre el sector agropecuario (impuestos, incluyendo la contribución patronal a la Seguridad Social, sobre el PIB sectorial), se debió proyectar el PIB agropecuario del año 2020, para lo cual se tomó en cuenta la variación de los precios  al productor, las previsiones de crecimiento del producto y la variación del tipo de cambio. Para el año 2020 se espera una caída del PIB sectorial medido en términos físicos, y también una reducción en los precios en dólares al productor, en consecuencia un menor PIB del agro en dólares corrientes.

Cuadro 2. Presión fiscal agropecuaria (en porcentaje)

cuadro 2

Fuente: Estimaciones de OPYPA

(a) Estimación preliminar:  Recaudación (cuadro 1) como porcentaje del PIB agropecuario.

3. Resultados 

La recaudación estimada de impuestos al sector agropecuario, descontadas las devoluciones de impuestos indirectos a las exportaciones,  mostraría en 2020 una marcada reducción de unos 24 millones de dólares, representando ello una caída de un 9,4% con respecto al año anterior. Se estimó que la recaudación para 2020 se ubicaría en 231 millones de dólares. Esta menor recaudación se verificaría en todos los impuestos, aunque la reducción es de diferente magnitud, dependiendo ello de la materia gravada. 

Se estima que la presión fiscal en el 2020 también caería para ubicase en torno a 7,4% del PIB agropecuario, levemente por debajo de la cifra del año anterior (7,8%), y también más baja que la del promedio de los últimos 5 años. Cabe destacar que la menor recaudación de impuestos, fue en parte “compensada” por una reducción en el PIB agropecuario, de lo contrario la presión fiscal hubiere bajado más aún. 

Los impuestos sobre la tierra muestran una caída importante, que en su conjunto es del 6,3%. Esta caída se explica, en gran medida, por la reducción en dólares del valor real de la tierra y de la BPC durante el año, ya que el mismo se ajustó en enero de 2020 y luego el dólar tuvo un salto significativo en el mes de marzo. De esta manera el monto de esos impuestos en dólares se redujo. 

Los impuestos a la renta también caen, en este caso casi un 13%, producto de un menor nivel de actividad y menores precios en algunos de los rubros relevantes (en especial leche y carne). 

Los impuestos indirectos, de menor significación en el total, mostrarían también una reducción significativa, de casi un 12%. En el caso del IVA, principal impuesto indirecto, se considera solamente aquella porción del impuesto que no se puede descontar, o sea, el IVA de los productores que hacen la opción de IMEBA. Una parte importante del IVA refiere a costos en moneda nacional (insumos y servicios), por eso motivo se estimó una caída en dólares. La recaudación de los otros impuestos indirectos (Mevir y Cajas Negras) está muy relacionada con la ganadería de carne y en ese caso la reducción se explica por la menor faena y menores precios. 

Las detracciones a las exportaciones, que alcanzan solamente a los cueros sin procesar, mostrarían una reducción de recaudación muy significativa, consecuencia de las dificultades de mercado que enfrentan las exportaciones de cueros. 

Las devoluciones de impuestos indirectos a las exportaciones serían menores (-9%), lo   que responde a menores ingresos por las exportaciones de los productos que reciben este beneficio. 

Esta estimación de impuestos a la actividad agropecuaria no considera el IRPF que tributa el propietario que arrienda su tierra, norma que está vigente desde la Reforma Tributaria. 

Este año las gremiales de productores decidieron donar los créditos fiscales que reciben por la devolución del impuesto municipal al fondo coronavirus. Desde el año 2012 no se considera como impuesto el 1% municipal, ya que si bien los productores lo pagan, se les devuelve en créditos fiscales para el pago del BPS. Durante parte del 2020 y parte del 2021 (12 meses) no se les devolverá, pero por opción de los productores, por lo que tampoco   se considera en estas estimaciones. En otro articulo de este mismo anuario se hace una estimación de esa medida.

4. Anexo

Metodología y Supuestos

Se presenta a continuación la metodología y supuestos utilizados para la estimación de la recaudación esperada en 2020.

  • Banco de Previsión Social (BPS). Para el año 2020, se estimó que la recaudación en dólares se reduciría en 2,2%, como resultado de un aumento de la base imponible (BPC) de 8,8% en pesos y un incremento del 17,7% en la cotización del dólar en los meses de pago de este tributo. A los efectos de realizar las estimaciones de recaudación, se consideran los meses de pago (enero, mayo y setiembre, por lo que se considera un cuatrimestre de 2019 y dos cuatrimestres de 2020). A partir de este año 2020 el Banco de Seguros del Estado pasó a pagarse según la nómina, reduciéndose el aporte patronal conglobado, por este motivo es posible que la reducción final termine siendo un poco mayor.
  • Contribución Inmobiliaria Rural (CIR). Se estima que la recaudación  en dólares de la  CIR en 2020 disminuye un   9,1%.   Esta rebaja se explicaría por una mayor devaluación    de la moneda (19,1%) respecto del ajuste en el valor real de la tierra (8,26%). Este año hubo medidas excepcionales de rebajas a aquellos productores que estaban en las zonas declaradas bajo la emergencia, por lo que tal vez la reducción finalmente resulte mayor; no obstante al no ser automática la rebaja del impuesto, no siempre se aplica.
  • Impuesto de Primaria. Para el año 2020 se estimó que la recaudación de este impuesto se reduciría en un 7,5%, cifra que surge de proyectar el comportamiento real de la recaudación hasta setiembre para todo el año.
  • Impuesto al Patrimonio(IP). La estimación preliminar para este año se realizó extrapolando la tendencia observada en los primeros 9 meses del año. De esta forma, la recaudación del impuesto alcanzaría a 33,5 millones de dólares, lo que implica una reducción de 2,5% con respecto al año anterior. Esta caída se explicaría, al igual que en el caso de otros impuestos a la tierra, por la mayor devaluación del peso frente al precio real de la tierra.
  • Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE). La estimación de recaudación para este impuesto surge de los formularios de liquidación del mismo (fuente DGI), por lo que refiere al impuesto devengado. Esa información se compara también con la recaudación del impuesto y con los certificados de crédito que los productores solicitan. En el Cuadro  1, el valor imputado a este concepto es el saldo del IRAE que será pagado por el productor una vez descontado el pago a cuenta del IMEBA. La estimación para 2020 es primaria ya que no se dispone de la información completa. Para este año, el IRAE neto (tras descontar IMEBA) mostraría una reducción muy significativa, del orden del 20%, seguramente como consecuencia de un menor nivel de actividad y precios para los principales rubros del agro.
  • IMEBA. Se considera el IMEBA sin sus adicionales, y se estimó proyectando la recaudación real del año 2020. Se entiende que el adicional del INIA no debería considerarse como un impuesto ya que tiene como destino la investigación hacia el propio sector, mientras que el adicional del MEVIR sí debería incluirse, pero como un impuesto indirecto y no a la renta como es el caso del IMEBA. El nivel esperado de recaudación de IMEBA para el año 2020 se estimó en 52,7 millones de dólares, nivel que supondría una reducción de un 7,0% respecto del año anterior, muy probablemente como consecuencia de menores ingresos de los productores ganaderos . Se considera en este ítem la totalidad del IMEBA pagado por los productores, sean éstos contribuyentes de IRAE o IMEBA.
  • Impuesto al  Valor Agregado (IVA). Este impuesto es estimado  y pretende considerar  el IVA incluido en los costos y servicios contratados por los productores que no se puede recuperar, o sea el impuesto que pagan los productores que hicieron la opción de IMEBA. Para este año se supuso una reducción en dólares en línea con la devaluación del peso, en el entendido que ese impuesto gravaría costos y servicios nacionales.
  • MEVIR (Adicional del IMEBA). El nivel esperado de recaudación de este adicional para 2020 se estimó en 6,1 millones de dólares, nivel que supondría una caída de un 20% en relación a 2019. Esta reducción explicaría por una menor facturación en los rubros gravados, principalmente ganado.
  • Tasa de Registro (Cajas Negras). En el año 2020 esta tasa habría recaudado una cifra un 12% menor a la del año anterior, como resultado de una menor faena de vacunos.
  • Detracciones. La recaudación generada por las detracciones a los cueros sin procesar se estimó sobre la base de la proyección de las exportaciones del año 2020 de aquellos cueros que tributan este impuesto (salados, piquelados y wet-blue).
  • Devolución de impuestos indirectos a las exportaciones. A los efectos de estimar la devolución de impuestos que captaría el sector agropecuario, se partió de un supuesto conservador: un tercio del monto total de la devolución de impuestos indirectos cobrado por las exportaciones de bienes agroindustriales es apropiado por la producción primaria y los dos tercios restantes serían captados por la etapa comercial e industrial.