Anuario OPYPA 2020

Hacia la construcción de un plan nacional de género en las políticas agropecuarias

Hacia la construcción de un plan nacional de género

en las políticas agropecuarias

Paula Florit 1

En el año 2020, el MGAP -con apoyo de FAO- ha definido impulsar la creación de un Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias, una innovación institucional que  supone la construcción de una hoja de ruta para la incorporación de la mirada de género específicamente en el agro y el sector rural. Desde el MGAP este plan ha sido identificado como una estrategia relevante, orientada a la transversalización de género, y a ser realizado en forma mancomunada con la Institucionalidad Pública Agropecuaria. La construcción   del Plan, como un proceso de identificación de nudos críticos y construcción de propuestas, implica procesos de sistematización de información pre existente, de lecturas de género a registros administrativos disponibles, de dialogo y consultas al funcionariado y a la ciudadanía, buscando dar cuenta de la diversidad del sector agropecuario y los desafíos específicos que esta heterogeneidad presenta para el quehacer desde las políticas públicas. El presente texto introduce al proceso de construcción del Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias, como línea estratégica de trabajo asumida por el MGAP en sus objetivos de inciso.

1. Desigualdades de género y políticas públicas en el agro y el medio rural

La perspectiva de género supone el reconocimiento de que existen un conjunto de estereotipos, asignaciones, expectativas y roles asignados a las personas, que son socialmente estipulados, pero que argumentan la distribución desigual en características biológicas vinculadas al sexo. Esta perspectiva, permite analizar las sociedades, organizaciones y grupos humanos, y evidenciar cómo -con independencia de los deseos, capacidades o aptitudes de cada persona individual-, culturalmente se realizan asignaciones a mujeres y varones sobre qué roles ocupar, qué espacios desarrollar, qué tareas y actividades llevar adelante. El análisis de las desigualdades de género, revisa el accionar de las sociedades para dar cuenta de aquellas áreas en las que se constatan brechas sistemáticas de acceso a recursos y reconocimientos entre personas a raíz de las pautas culturales sobre qué deben ser y hacer los varones y las mujeres, es decir, brechas basadas en los estereotipos de género.

El análisis de las desigualdades de género en el medio rural y en el sector agropecuario, permite evidenciar una serie de asimetrías sistemáticas en el acceso a bienes, servicios y al mercado de trabajo, al reconocimiento y retribución por las diferentes formas de trabajo, y en los procesos de residencia/emigración, que evidencian claras distinciones entre mujeres y varones.

La evidencia nacional permite identificar: emigración con marcas de género, con una menor retención de las mujeres en el medio rural y en las explotaciones agropecuarias (CGA, 2011; CNPV, 2011); menor acceso a recursos productivos por parte de las mujeres (Camors, 2015; Mascheroni, 2016; Florit y Piedracueva, 2017); menor acceso al empleo en el sector agropecuario (Riella, Mascheroni y Vitelli, 2016); menor influencia en las decisiones prediales y en proyectos productivos, aún en casos de titularidad de las mujeres (Florit et al, 2012; Bernheim, 2018); menor acceso y contacto con la asistencia técnica y extensión rural, así como menor acceso a la formación y capacitación permanente vinculada al agro (Florit y Piedracueva, 2018); menor acceso a políticas públicas en general y de apoyo a la producción en particular (Camors, 2015; Vitelli y Borrás, 2016; Florit y Sganga, 2018); menor presencia de mujeres en las carreras de orientación agraria (AIA, 2019; MIMCIT, 2010). 

Al mismo tiempo que se constatan estas brechas de acceso, se identifican demandas de grupos de la sociedad civil rural, organizaciones de mujeres rurales y organizaciones mixtas, que dan relevancia a la incorporación plena de las mujeres en el sector. Esto, acompasado de normativa nacional orientada a la equidad de género, da pertinencia a la construcción de políticas públicas que incorporen esta perspectiva en el sector agropecuario. 

Las políticas públicas constituyen herramientas de los estados para promover estrategias   y modelos de desarrollo, en relación a diferentes áreas entendidas relevantes para los países. En particular el medio rural y el sector agropecuario, constituyen áreas centrales del quehacer del Estado uruguayo, y en particular de la Institucionalidad Pública Agropecuaria. El proceso de incorporación de la perspectiva de género en políticas públicas, es el tránsito por el cual se reconoce que las políticas impactan de manera diferente en mujeres y varones, visto las situaciones disímiles que ya tienen unas y otros en el medio en el que las políticas se desarrollan. Supone un análisis del impacto de las políticas para los diferentes grupos involucrados, analizando demanda, implementación, evaluación desde una mirada que examine cómo se vinculan mujeres y varones con esas políticas y con los impactos que las mismas producen. 

La incorporación de la perspectiva de género en las políticas vinculadas al agro y el medio rural, implica el reconocimiento de las brechas antes mencionadas, y un proceso de revisión de las políticas que permita que estas sean una herramienta para la equidad, aportando a reducir las desigualdades constatadas, y a incrementar las posibilidades de mujeres y varones de desarrollarse en el sector agropecuario y el medio rural. 

2. Construcción del Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias 

Atendiendo a lo anterior, el MGAP ha definido impulsar -con apoyo de la FAO-, la construcción de un Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias. Entendido este como una planificación quinquenal en torno a cómo incorporar la perspectiva de género en diferentes políticas agropecuarias que lleva adelante el MGAP, y el resto de la institucionalidad pública agropecuaria. 

El Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias parte del supuesto de que las políticas agropecuarias, al incorporar la perspectiva de género mejoran en dos sentidos: al contribuir a la equidad en el medio rural y el agro; y al incorporar el potencial productivo y agencia de las mujeres, incrementando con ello las posibilidades de cumplir con los objetivos sustantivos de las instituciones parte. El proceso de construcción del Plan fue concebido  en varias etapas: implantación, consulta interna, consultas ciudadanas, estructuración, validación y difusión e inicio de la ejecución. 

En términos metodológicos, el proceso de transversalización de género, es un proceso técnico y político que supone la incorporación del herramental técnico de la perspectiva de género en políticas públicas, y la definición institucional a nivel de autoridades. En el caso del Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias, supuso además una metodología asentada en la incorporación de antecedentes y diagnósticos precedentes, que aporten a identificar áreas específicas de trabajo, así como un amplio proceso de participación técnico y de las poblaciones objetivo de la Institucionalidad Pública Agropecuaria, con miras a dar pertinencia a la planificación construida. 

El proceso de implantación implicó la construcción de la estrategia comunicacional, cronograma y alianzas de trabajo. En esta etapa, el MGAP definió convocar a toda la institucionalidad pública agropecuaria a hacerse participe, instando a un proceso conjunto de revisión y priorización de líneas de trabajo. A su vez este proceso supuso la identificación de un grupo de trabajo interinstitucional, integrado por referentes de los institutos agropecuarios, FAO y referentes de las Unidades Ejecutoras del MGAP, en particular integrantes de la Comisión Especializada de Género del ministerio.

Asimismo, la etapa de implantación dio inicio a un proceso de identificación y sistematización de diagnósticos pre existentes, así como de documentos de incidencia elaborados por las gremiales, y la apertura por sexo de un conjunto de bases de datos y registros administrativos pre existentes, que no habían sido analizados desde esta perspectiva. El proceso, aún en marcha, ha permitido constatar brechas consistentes con las señaladas en el acápite anterior, en áreas antes del quehacer institucional antes no revisadas como el perfil de extensionistas y equipos técnicos habilitados a presentar proyectos, personas efectivamente capacitadas y habilitadas por diferentes unidades ejecutoras e institutos, la participación diferencial  en procesos de innovación, entre otras. Al mismo tiempo el proceso permitió evidenciar que la mayor proporción de los registros administrativos que disponen las instituciones agropecuarias no releva las variables necesarias para un análisis de género, por lo que el proceso de identificación de brechas es usualmente omitido y de hacerse, requiere de un proceso extenso y manual de identificación de las personas a través del nombre. 

La segunda etapa, de consulta interna, implicó el proceso de consulta al funcionariado de la institucionalidad pública. Durante esta etapa se realizaron instancias de sensibilización y consulta a equipos técnicos y funcionariado de las diferentes unidades ejecutoras del MGAP, y de Institutos Agropecuarios, con miras a identificar áreas consideradas críticas desde la perspectiva de género, por parte de quienes diseñan e implementan las políticas públicas agropecuarias. Esta etapa supuso instancias presenciales, virtuales y escritas, y alcanzó a funcionariado de las nueve unidades ejecutoras de MGAP y cuatro institutos agropecuarios, a la fecha. La etapa de consulta interna evidenció la necesidad de un conocimiento más cabal de la perspectiva de género por parte del funcionariado, siendo mayormente necesaria una introducción a esta mirada como proceso previo al análisis de las políticas  en sí y sus impactos sobre mujeres y varones. Asimismo, puso de manifiesto que el número de unidades ejecutoras e institutos, así como de políticas públicas, que ya están siendo analizadas e implementadas con perspectiva de género es relativamente bajo. Finalmente evidenció que existe un conjunto de equipos técnicos que ven la pertinencia de reflexionar e incorporar esta perspectiva en su quehacer, pero que requieren acompañamiento y orientación técnica para ello, así como un contingente del funcionariado que no detecta brechas de género en el agro.

La tercera etapa, actualmente en curso, constituye la más significativa del proceso de construcción del Plan: la fase de consultas ciudadanas. Las consultas ciudadanas son una estrategia que busca identificar las áreas más relevantes y pertinentes de trabajo, para la población objetivo de la institucionalidad agropecuaria. Durante esta etapa se buscó relevar las voces de mujeres y varones vinculados al medio rural y al agro desde diferentes rubros, formas de inserción y sectores. De esta manera, la etapa de consultas ciudadanas que se extendió desde octubre a noviembre de 2020, implicó la realización de más de 40 consultas presenciales, virtuales y escritas, y el trabajo en particular con diversidad de rubros y sectores como lo evidencia la tabla 1. La proyección de las consultas ciudadanas implica además el procesamiento de información surgida de la una sección de aportes escritos elaborador junto a IPA, disponible en la página web del MGAP, y construido a demanda de la instancia de consulta con las organizaciones nacionales, como un ámbito complementario de contribuciones desde la ciudadanía.

Tabla 1

Las etapas de consulta ciudadana y consulta al funcionariado, han permitido robustecer el proceso de sistematización de diagnósticos pre existentes. En particular, estas consultas han evidenciado áreas con escasos análisis precedentes y han profundizado en la generación de evidencia y propuestas en relación a las áreas a trabajar. La Tabla 2 señala un primer procesamiento de información cualitativa, surgida de las consultas ciudadanas, y que constituyen algunos de los elementos señalados como críticos a efectos de una planificación con perspectiva de género en las políticas hacia el sector.

Tabla 2

Estos primeros procesamientos, serán objeto de una revisión pormenorizada a través del análisis por rubro y sector de las consultas ciudadanas, tanto en el eje de la desigualdad como en el elemento propositivo, en aras de identificar líneas de trabajo capaces de reconocer la heterogeneidad de condiciones y situaciones de mujeres y varones del medio rural y el agro.

Las próximas etapas, constituyen el proceso de estructuración, validación y comienzo de implementación del Plan. El proceso de estructuración implica la puesta en diálogo de los diagnósticos y recomendaciones pre existentes, con los surgidos en las fases de consulta interna y ciudadana, y con las planificaciones estratégicas de las instituciones parte. Supone la articulación técnico – política para la generación de un diseño general del Plan que sea pasible de ejecución y monitoreo. La fase de validación constituye una instancia de dialogo con representantes de sociedad civil y con equipos técnicos específicos, en aras de garantizar la pertinencia y viabilidad de la planificación construida. Por su parte, la etapa de difusión e inicio de la ejecución del Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias se proyecta para el primer semestre de 2021. 

3. Bibliografía referida

AIA (2019) Encuesta Nacional de Ingenieros Agrónomos. AIA. Mdeo.

Bernheim, Ruth (2018) Estrategias de adaptación al cambio climático y género. Estudio para el Plan Nacional de Adaptación a la variabilidad y cambio climático para el sector agropecuario. En OPYPA Anuario OPYPA 2019. Montevideo: MGAP.

Camors, Verónica (2015) Política de acceso a la tierra y desarrollo rural del Instituto Nacional de Colonización en Uruguay. La situación de las productoras familiares y asalariadas rural   y las alternativas a las desigualdades existentes (2014-2015). Tesis para obtener el grado  de Maestra en Políticas Públicas y Género. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, México. Recuperada de: FLACSO.

DIEA (2014) Censo General Agropecuario 2011. Resultados definitivos. Montevideo: MGAP.

Florit, Paula, Piedracueva, Maximiliano, Gallo, Alejandra y Bassaizteguy, Juan Carlos (2013) Estudio de Asistencia Técnica y Financiamiento Rural desde una perspectiva de Género. Uruguay. Montevideo: REAF – AECID - MGAP.

Florit, Paula (2015) Desigualdades de género en el medio rural. Material de formación realizado para la Sensibilización en género aplicada al desarrollo rural. Recuperado de: DGDR – MGAP.

Florit, Paula y Piedracueva, Maximiliano (2017) Tierras estatales y desigualdad de género en el Uruguay. Cuestiones de Género: de la igualdad y la diferencia, 12, 141-160.

Florit, Paula y Sganga, Fernando (2018) Diez años de trabajo en género para el desarrollo rural. En OPYPA Anuario OPYPA 2018 (pp. 409 – 424). Montevideo: MGAP.

Florit, Paula y Piedracueva, Maximiliano (2018, 13 de noviembre) Hacia una mirada transversal de la perspectiva de género en el sistema de asistencia técnica y extensión rural. En Jornadas Nacionales de Extensión 2018. Montevideo.

Mascheroni,  P.  (2016) Diagnóstico prospectivo en brechas de género y su  impacto en el desarrollo Mujeres rurales: Trabajo y acceso a recursos productivos. Dirección de planificación – OPP. Mdeo.

MIMCIT (2020) Mujeres en ciencia, tecnología e innovación en Uruguay: Un factor clave para avanzar en igualdad de género y desarrollo sostenible. BID. Mdeo.

Riella, A, Mascheroni, P, Vitelli, R. (2016) Mujeres rurales y mercado de empleo. Revista de Ciencias Sociales, Nº 39, Pp. 9-13.

Vitelli, R. y Borrás, V. (2016) Las mujeres rurales durante el período progresista en Uruguay. Avances y tropiezos. Rev. Ciencias Sociales, Vol.29, Nº.39 Montevideo, Jul. 2016.