Un sistema agroalimentario nacional para la salud humana: Un desafío y una oportunidad única para Uruguay
Un sistema agroalimentario nacional para la salud humana:
Un desafío y una oportunidad única para Uruguay
Ec. Daniela Alfaro 1
La importancia de un sistema agroalimentario para la salud humana, tanto en términos de beneficios como de riesgos, se reconoce más que nunca. La pandemia por COVID- 19 y la propagación de enfermedades a través de plagas y animales transfronterizos son una amenaza para la subsistencia, la salud y la nutrición humana en todo el mundo.
Si bien el “Agro” como sector busca promover el desarrollo en términos generales, los sistemas productivos, con frecuencia, no priorizan la salud y nutrición humana. La intensificación agropecuaria, por ejemplo, tiene el potencial de conducir a una mayor propagación de enfermedades asociadas a un incremento en la producción así como también al desarrollo de nuevas enfermedades emergentes.
Del mismo modo, un sector agropecuario que no proporcione la disponibilidad a alimentos nutritivos y saludables podría incrementar el problema generalizado de las deficiencias de micronutrientes en las personas. Las dietas centradas en alimentos baratos, ricos en calorías y pobres en nutrientes podrían agravar la epidemia emergente de obesidad y enfermedades crónicas en países que atraviesan transiciones económicas y nutricionales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial, cada año mueren, como mínimo, 2,8 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso.
Estos retos han aumentado la conciencia de los hacedores de política sobre el problema de las fronteras sectoriales entre disciplinas y ministerios, que actúan como barreras para lograr soluciones a desafíos globales.
Uruguay no es ajeno a esta realidad, y tiene un claro desafío de integrar al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca con los Ministerios de Salud Pública y Desarrollo Social en el vínculo entre la producción y el consumo de alimentos sanos y nutritivos.
A nivel de la ciencia, los vínculos entre las comunidades agropecuarias, nutrición y salud en Uruguay son también débiles o a veces inexistentes, lo que tiene serias implicaciones para la eficacia de los esfuerzos existentes para mejorar la salud y la nutrición a través del sector agroalimentario.
Uruguay tiene una oportunidad única a la vez, desde el punto de vista sanitario y económico, para establecer una fuerte política pública dirigida a producir, consumir, exportar e importar alimentos saludables reconocida a nivel nacional e internacional.
Desde la Dirección General de Bioseguridad e Inocuidad Alimentaria (actual Digecia) del MGAP se están fomentando nuevas alianzas para alcanzar un mayor nivel de integración entre el sector agropecuario, la nutrición y la salud para la elaboración de programas de desarrollo y la formulación de políticas públicas. Se busca, asimismo, identificar y promover investigaciones de vanguardia para enfrentar los desafíos emergentes. Como equipo del MGAP, estamos abocados a invertir nuestro tiempo en el diseño de nuevas herramientas y enfoques para construir la base de evidencia que permita guiar de manera útil las políticas y prácticas en las diferentes cadenas agroalimentarias que hacen a la economía del país.