Ministerio de Industria, Energía y Minería

En el 5 de junio, Día del Medio Ambiente establecido por las Naciones Unidas, el MIEM reafirma la importancia del diseño y puesta en marcha de políticas públicas que conduzcan a la conservación y el cuidado del ambiente.

Con ese objetivo, el MIEM está desarrollando dos ejes principales de trabajo en materia medioambiental. Ellos son la descarbonización y la economía circular, dos conceptos interdependientes y sinérgicos. El trabajo del MIEM ha sido reconocido por el Fondo Conjunto de Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Luego de recibir la propuesta uruguaya, presentada por el MIEM, a través de su Dirección Nacional de Energía, Uruguay fue elegido uno de los cuatro países del mundo (entre más de 100) para recibir una financiación no reintegrable de 10 millones de dólares, con la que se apalancará el financiamiento privado a iniciativas innovadoras y sustentables, que van desde la movilidad eléctrica hasta la descarbonización industrial o el desarrollo de la tecnología del hidrógeno, y que serán la base de una segunda transformación energética para nuestro país.

La primera transformación energética uruguaya llevó a que Uruguay posea una matriz en la que, en promedio, el 97% de la matriz eléctrica proviene de fuentes renovables. En la siguiente gráfica se aprecia, entre otros puntos, el descenso de las fuentes fósiles en la matriz eléctrica.

Generación de electricidad por fuente.

El trabajo de nuestro país hacia la descarbonización ha obtenido logros relevantes, entre ellos la baja de emisiones de CO2, como se aprecia en la siguiente gráfica.

Factor de emisión del CO2 del SIN.

En el marco del trabajo en estas líneas, el MIEM desarrolla diferentes acciones que son parte de la segunda transición energética.

La primera de ellas es la apuesta país a la producción de hidrógeno verde, elaborado exclusivamente a través de fuentes energéticas renovables. Al respecto, el Gobierno está delineando una estrategia nacional que apunta a la exportación y la creación de un mercado local del hidrógeno verde. Esto incluye tanto la generación de capacidades locales como el desarrollo de un plan piloto, H2U, que articula esfuerzos públicos y privados.

H2U apunta, en primera instancia, a generar un piloto en materia de transporte, pero el objetivo es avanzar luego hacia otras áreas de desarrollo, como los fertilizantes verdes y el combustible para embarcaciones.

Además del hidrógeno verde, la segunda transformación de la matriz energética uruguaya se basa en la movilidad eléctrica. Actualmente el uso de combustibles fósiles en Uruguay se centra en el sector transporte. Por ello, el Gobierno y el MIEM pretenden profundizar programas que apoyen la movilidad eléctrica, en particular el proyecto Movés, que lidera este impulso.

El proyecto interinstitucional Movés es financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés). Su agencia implementadora es el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y es ejecutado por el MIEM, en asociación con el Ministerio de Ambiente (MA) y el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT), con la colaboración de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI).

A través de la adecuación del marco normativo, regulatorio y fiscal, así como de la promoción de un cambio cultural, busca potenciar el uso del transporte público de pasajeros y la movilidad activa (caminata y bicicleta), así como el recambio de vehículos de pasajeros, transporte de carga y logística de última milla, para pasar a vehículos eléctricos y sostenibles.

El trabajo de Uruguay en materia de movilidad eléctrica fue destacado cuando se lo invitó a integrar la Alianza para la Descarbonización del Transporte (TDA, por sus siglas en inglés); la incorporación fue anunciada en mayo. Esta alianza reúne a países, ciudades y empresas que intercambian experiencias y avances en esta temática.

El MIEM también promueve la eficiencia energética. Existe un Plan Nacional de Eficiencia Energética que incluye diversos instrumentos para promover este cambio cultural clave para alcanzar la descarbonización. Algunas de esas herramientas son el Premio Nacional de Eficiencia Energética, los Certificados de Eficiencia Energética, la Línea de Asistencia para Eficiencia Energética, el Programa de normalización y etiquetado de eficiencia energética y el Concurso de Eficiencia Energética para UTU y Secundaria.

Además, el MIEM participa, como contraparte nacional, de la iniciativa de economía verde PAGE, perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU MA), la Organización del Internacional del Trabajo (OIT), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR).

Uruguay desarrolla varias líneas de trabajo en el marco de PAGE, entre ellas el Programa Oportunidades Circulares y el Premio Uruguay Circular, que buscan promover la economía circular en Uruguay.

El martes 8 de junio se realizará el lanzamiento de la edición 2021 del Programa Uruguay Circular, con un evento virtual de carácter abierto. La actividad se desarrolla junto al MA, ONUDI, la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y otros socios. Las inscripciones para participar se realizan de forma virtual.

También con carácter interinstitucional, el MIEM participó del programa Biovalor, que promovía la economía circular a través de la generación de valor con residuos agroindustriales.

Entre 2014 y 2020, Biovalor ejecutó ocho proyectos demostrativos, con más de 2.300.000 dólares de inversión. Entre sus resultados, se encuentran la reducción de las emisiones de CO2 en 2.150 ton CO2 eq/año, y la disminución de la contaminación por residuos orgánicos en 100.000 ton/año, gracias a los residuos valorizados.

Además de participar en proyectos específicos que promueven la descarbonización y la economía circular, el MIEM reconoce y valora en sus convocatorias a aquellos proyectos que incluyen aspectos ambientales. A modo de ejemplo, el Fondo Industrial —que otorga fondos no reembolsables a empresas que presenten proyectos de inversión que promuevan el agregado de valor— y Prodiseño —que, en colaboración con la Cámara de Diseño de Uruguay, fomenta que las mipymes aumenten su competitividad a través de la incorporación de diseño profesional— reconocen y valoran, a la hora de seleccionar proyectos, aquellos que incluyen aspectos ambientales, como tecnologías limpias o ecodiseño.