Ministerio de Industria, Energía y Minería

El 3.er Congreso Iberoamericano de la Ingeniería de los Alimentos, organizado por la Asociación de Ingenieros Alimentarios del Uruguay (AIALU), se inició en Montevideo el 18 de noviembre, con instancias en el Hotel Dazzler y de forma virtual. En la apertura del evento fue oradora la directora nacional de Industrias, Susana Pecoy, en representación del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM). Además, participó el director del Servicio de Regulación Alimentaria de la Intendencia de Montevideo, Marcelo Amado.

La directora Pecoy definió a la industria alimentaria como “estratégica”, ya que representa el 48 % de la facturación de la industria nacional y el 63 % de las exportaciones. Si se incluyen las bebidas, esta cifra asciende al 68 %.

Por este motivo, la directora destacó la importancia del sector para la economía y la generación de empleo. Según los últimos datos disponibles, 62.000 personas trabajan en la industria alimentaria. No obstante, no existen números de 2020, en los que se recoja el impacto de la pandemia en este sector.

Aun así, Pecoy destacó que la industria alimentaria “nunca paró” este año, y agregó que, junto con la farmacéutica, ha abastecido a la población nacional y ha continuado exportando.

Estas características reafirman la relevancia del sector, tanto para el país como para el MIEM, señaló la jerarca.

Pecoy dijo que esta cadena cumple “un rol fundamental” en la coyuntura actual, tanto en la adaptación de procedimientos para brindar productos inocuos como en la transmisión de confianza a los consumidores.

“En este marco vemos como una gran oportunidad la posibilidad de generar nuevos productos, así como de rediseñar procesos que puedan ser más sostenibles, como son los modelos de circularidad que promueven la innovación y el desarrollo”, dijo Pecoy.

La directora también remarcó la importancia del “encuentro” y el “abordaje sinérgico” de los públicos y los privados con la academia, por lo que encuentros como este congreso iberoamericano resultan fundamentales. A través de esa sinergia pueden crearse nuevos conocimientos y tecnologías. “Los ámbitos de intercambio son una gran oportunidad para las transferencias tecnológicas”, afirmó.

Pecoy dijo a los participantes del evento que en el MIEM contamos con distintos instrumentos que pueden ser de gran utilidad para la industria alimentaria, entre ellos el Fondo Industrial y el Fondo de apoyo al sector biotecnológico. Ambos buscan diversificar y tecnificar las estructuras productivas de las empresas, con el objetivo de mejorar su productividad. La directora invitó a los participantes a explorar estas herramientas que pueden ser relevantes, particularmente para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).

Para finalizar, la directora nacional de Industrias remarcó la importancia de estos temas para la agenda pública, al igual que el compromiso del MIEM para seguir apoyando el desarrollo local y la industria alimenticia en particular.