Ministerio de Industria, Energía y Minería

La eficiencia energética es reconocida a nivel mundial como la primera opción en los procesos de transición energética ya que ofrece algunas de las alternativas más rápidas y costo-efectivas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. Al mismo tiempo, permite optimizar costos y mejorar la competitividad de empresas y organizaciones, mantener o elevar la calidad de vida en los hogares y reducir o postergar inversiones en generación de energía a escala nacional.

Sobre esta base, Uruguay ha sido, desde hace más de 20 años, un país pionero y referente regional en materia de eficiencia energética y aspira a consolidar y profundizar ese liderazgo en los años venideros.

En 2009 se aprobó la Ley Nº 18.597, que declara de interés nacional el uso eficiente de la energía con el objetivo de contribuir a la competitividad de la economía nacional, el desarrollo sostenible y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta ley establece, además, el marco institucional y jurídico para la implementación de diversas líneas de acción en eficiencia energética, así como los mecanismos de financiamiento asociados.

Entre los cometidos asignados por la ley al Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), se encuentra la elaboración del PNEE. En este marco, en 2015 el Poder Ejecutivo aprobó el primer PNEE con un período de aplicación 2015 – 2024, que impulsó, entre otras acciones:

• el Sistema Nacional de Etiquetado de Eficiencia Energética (SNEEE) y el rol fiscalizador de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA);
• la incorporación del concepto de uso eficiente de la energía en todos los niveles del sistema educativo;
• la creación, fortalecimiento y apoyo a laboratorios nacionales vinculados a la temática;
• la implementación de medidas de eficiencia energética en el sector público;
• el desarrollo del esquema de Certificados de Eficiencia Energética (CEE);
• la puesta en marcha de diversos instrumentos de apoyo a la inversión.

El segundo PNEE, que abarca el período 2025–2035, define el camino a recorrer en la próxima década hacia un país energéticamente más eficiente y sostenible, a través de un conjunto de medidas que contemplan las diversas realidades y necesidades de todas las personas y organizaciones consumidoras de energía del país.

Su objetivo es contribuir a consolidar el uso responsable y eficiente de la energía y una adecuada gestión de la demanda, atendiendo a las particularidades sectoriales y territoriales, con el fin de desacoplar el consumo energético del crecimiento económico y poblacional, y aportar al desarrollo sostenible del país desde una perspectiva económica, social y ambiental.

El proceso de construcción colectiva de este segundo PNEE se inició en setiembre de 2024 con la elaboración del documento “Análisis de avances del Plan Nacional de Eficiencia Energética 2015–2024”, desarrollado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro Climático de Copenhague del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP-CCC, por su sigla en inglés). Posteriormente, el UNEP-CCC elaboró una propuesta inicial del nuevo PNEE y, con el apoyo del BID, organizó los días 12 y 13 de diciembre de 2024 dos talleres participativos para presentar las medidas propuestas y recoger aportes de distintos actores. El primero estuvo dirigido a organismos del sector público y el segundo a representantes del sector privado y la academia.

Sobre esta base, en febrero de 2025 el UNEP-CCC presentó una propuesta final del PNEE, que fue sometida a consulta pública el 28/02/2025 en la plataforma de participación ciudadana digital.

A partir de allí, la Dirección Nacional de Energía (DNE) inició un proceso de análisis crítico y apropiación técnica del plan, que derivó en una versión mejorada, más estratégica, clara, integral y flexible. Esta versión incorpora, entre otros aspectos: una estructura sectorial definida, una gobernanza más realista y ejecutable, propuestas innovadoras de financiamiento para la eficiencia energética, la construcción de un escenario tendencial de la demanda energética y tres escenarios de energía evitada (esperado, acelerado y desacelerado), así como una mayor integración con la agenda climática, la economía circular y el desarrollo sostenible.

La propuesta resultante fue presentada y validada con las autoridades del MIEM y posteriormente sometida a dos instancias de presentación y discusión. La primera se realizó el 24 de noviembre de 2025 y estuvo dirigida a representantes del futuro Consejo Nacional de Eficiencia Energética (CNEE), cuya creación se propone en este plan, así como a otros actores relevantes del sector público. Se otorgó plazo hasta el 28 de noviembre de 2025 para la revisión y envío de comentarios. La segunda instancia tuvo lugar el 9 de diciembre de 2025 y estuvo dirigida a un público más amplio, incluyendo actores del sector público, privado, académico y de la sociedad civil, con plazo hasta el 16 de diciembre de 2025 para realizar aportes.

Finalizadas estas instancias y recibidos los comentarios correspondientes, se realizaron los ajustes y mejoras necesarias para arribar a la versión final del PNEE, que será elevada para su aprobación a fines de diciembre.

Cabe destacar que el PNEE 2025–2035 ha sido diseñado a partir de un enfoque sectorial que abarca todos los sectores de la demanda energética: residencial, movilidad, industria, comercial y servicios —incluido el sector público— y sector primario. Este abordaje se apoya en la educación como eje transversal y fundamental para promover cambios transformacionales sostenidos en el tiempo.

Cada sector se estructura a su vez en una matriz compuesta por tres ejes de acción:
i) marco regulatorio e institucional;
ii) comunicación, sensibilización y cambio cultural;
iii) instrumentos e incentivos.

Para articular este enfoque, se propone una gobernanza interinstitucional robusta y la promoción de un ecosistema de financiamiento autosustentable para la eficiencia energética. Toda esta estructura se sustenta en un conjunto de principios rectores que reflejan la multidimensionalidad de la eficiencia energética, tal como se ilustra en el esquema correspondiente:

Las medidas propuestas conforman un amplio abanico de alternativas a implementar en los próximos años, reflejando la diversidad e integralidad de la eficiencia energética. De este modo, se busca ofrecer a quienes toman decisiones opciones ambiciosas pero alcanzables, así como flexibles y adaptables a los cambios de contexto, permitiendo que, año a año y en el marco de la gobernanza del plan, se definan las prioridades de acción.

El PNEE 2025–2035, liderado y coordinado por el MIEM, es un instrumento de política pública transversal que involucra a múltiples organismos de la administración central y requiere una estrecha articulación con los gobiernos departamentales, así como con otros actores clave de la sociedad. En este sentido, se establece la creación del CNEE, integrado por los ministerios firmantes del decreto de aprobación: Ministerio de Ambiente (MA), Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

El CNEE contará con una mesa directiva integrada por representantes de alto nivel de cada ministerio, que se reunirá al menos una vez al año para evaluar los avances en la implementación del PNEE y definir las prioridades y medidas a ejecutar en el período siguiente. Asimismo, el consejo promoverá mecanismos de coordinación y colaboración con actores relevantes en todo el territorio nacional, tales como el Congreso de Intendentes, la Administración Nacional de Educación Pública, la academia, las empresas públicas, cámaras y asociaciones, organizaciones vinculadas al financiamiento y representantes de la sociedad civil.

En síntesis, el PNEE 2025–2035 fortalecerá las políticas de eficiencia energética en todo el país como una herramienta clave para mejorar la competitividad de las empresas, el bienestar de la población y la descarbonización de la economía.

Para alcanzar sus objetivos, el plan convoca a todas y todos los actores de la sociedad a asumir un compromiso activo en su implementación, promoviendo el trabajo colaborativo y la corresponsabilidad.

El PNEE 2025–2035 fue elevado a fines de diciembre para su aprobación mediante decreto. El documento final será publicado una vez aprobado.