Hydrogen Americas Summit

Uruguay delinea una estrategia para exportar y crear un mercado local de hidrógeno verde

En el evento internacional Hydrogen Americas Summit with Latinamerica Focus, el ministro Omar Paganini explicó que Uruguay está interesado en la producción de hidrógeno verde como un “resultado natural” de su matriz energética, basada fuertemente en energías renovables y con capacidad de aumentar su potencial. Paganini explicó qué acciones se están delineando para apostar a la producción de hidrógeno verde, con apoyo del BID y consultorías, al tiempo que fortalece las capacidades locales en la materia, a través de diferentes programas que aprovechan sus fortalezas como país.
Hidrógeno verde

El ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, expuso en el evento internacional Hydrogen Americas Summit with Latinamerica Focus, una cumbre que se realiza entre el 8 y el 11 de junio.

La exposición de Paganini se desarrolló de forma virtual el 10 de junio. En el mismo bloque participaron otros jerarcas y especialistas de América Latina y el Caribe.

“No hay duda de que el hidrógeno tendrá un papel muy importante en la descarbonización mundial, y Latinoamérica tiene la oportunidad de sumarse”, dijo el ministro.

Paganini explicó a la audiencia que, si bien Uruguay no cuenta con un mercado de hidrógeno —la excepción es Ancap, que consume hidrógeno derivado de su propio proceso de refinación— y de que no posee fuentes energéticas fósiles propias, está interesado en la producción de hidrógeno verde, es decir, derivado de fuentes renovables. Esta decisión “es el resultado natural de su destacable transformación energética”, indicó.

Esa transformación energética lleva que hoy la matriz uruguaya sea 63% renovable y 37% fósil, a diferencia de lo que ocurría a comienzos de siglo, cuando había colmado sus posibilidades en cuanto al uso de energía hidroeléctrica a mediana y gran escala. El país, que se había vuelto dependiente de esa fuente de electricidad, fuertemente variable interanualmente, debió importar electricidad en los años con escasez de lluvias. Por ese entonces, la matriz energética uruguaya contaba con pocas fuentes, y existía una fuerte dependencia de los combustibles fósiles importados, que represtentaban el 63 % de la matriz energética.

En cambio hoy, dijo Paganini, Uruguay ha adquirido un nuevo rol en la región, al dejar de ser un importador de energía y transfomarse en un exportador neto. “Desde 2013 Uruguay ha mantenido esta condición, sin interrupciones”, explicó. Por ello, en 2019 nuestro país exportó 3 TWh a Brasil y Argentina, con un precio promedio de 28,7 USD/MWh. En 2020, la cifra fue de 1 TWh.

El jerarca también señaló como relevante el hecho de que el consumo de petróleo de Uruguay prácticamente no se ha modificado desde 1965, aun cuando su economía se multiplicó por tres, su población creció 30% y la cifra de vehículos ha aumentado “exponencialmente” desde entonces.

“Como resultado de la política energética y de los diferentes instrumentos desarrollados por el país para promover inversiones privadas, Uruguay genera hoy el 97% de su electricidad a partir de fuentes renovables”, dijo Paganini. De este total (promedio de los últimos cuatro años), el 50% corresponde a energía hidroeléctrica, el 30% a energía eólica, el 15% a biomasa y el 3% a solar.

“Pero nuestro potencial de energías renovables es realmente más grande”, precisó el ministro. Argumentó que hoy Uruguay tiene instalado 1,5 GW de energía eólica, cuando su potencial es de 30 GW onshore y de más de 250 GW offshore. En cuanto a la energía solar, hoy la capacidad instalada “es pequeña, de menos de medio GW, pero el potencial es de cerca de 450 GW”.

El titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) agregó que se cuenta con una muy buena complementariedad entre la energía solar y la eólica (de 50 y 50%). “En el ciclo estacional y diario, la compelementariedad permite factores de alta capacidad, cercanos a 60%, y muy buenas condiciones para electrolizar, lo que baja los costos de la producción de hidrógeno verde”, puntualizó.

Por ese motivo, las autoridades prevén que, para 2030, el precio de producción de hidrógeno verde esté cercano a los 1,8 UDS/kg en planta, y sea levemente superior a los 3 USD/kg en Europa, “dependiendo del carrier”. Esta afirmación de Paganini deriva de un estudio realizado entre el MIEM y el puerto de Róterdam.

Sin embargo, más allá del potencial exportador, “creeemos que hay un mercado local interesante para desarrollar, pensando a mediano y largo plazo”, añadió el jerarca. Este mercado local incluye la sustitución de diésel en el transporte de carga. En este ámbito, la demanda potencial es equivalente a 150.000 toneladas de hidrógeno verde por año a 2025.

Además, se prevé un mercado de fertilizantes verdes, utilizando amoníaco. La demanda potencial de sustitución de las importaciones de fertilizantes es de 100.000 toneladas de hidrógeno verde por año.

En cuanto al transporte marítimo, “Uruguay tiene buenos puertos, que son una parte clave de su economía, por lo que identificamos un potencial para el amoníaco verde o la producción de metanol como combustibles para embarcaciones”, dijo Paganini.

“Estamos trabajando en crear las condiciones para el desarrollo de estos mercados, delineando nuestra estrategia para desarrollar la demanda local y las exportaciones”, añadió.

Por ese motivo, hoy Uruguay se encuentra elaborando su estrategia de hidrógeno verde, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y de consultorías extranjeras, señaló Paganini. Esto toma en cuenta escenarios diferentes respecto al consumo local y las exportaciones.

En un escenario conservador, se prevé que en 2050 la producción de hidrógeno verde sea de 0,4 millones de toneladas por año, lo que duplica la producción energética nacional uruguaya. En un escenario medio, la producción de hidrógeno verde alcanzará, al mismo año, 0,8 millones de toneladas, lo que triplica la producción energética nacional. En cualquier caso, aclaró Paganini, se trata de aproximaciones primarias.

Aunque se cuenta con el apoyo del BID y de consultorías internacionales, el ministro puntualizó que Uruguay necesita “generar capacidades técnicas a nivel de Gobierno, en el sector privado y la academia”. Con ese fin, se están desarrollando diferentes acciones.

Por un lado, se lanzó el proyecto piloto H2U, que aúna al sector privado y al público, a un nivel de pequeña escala y en el sector del transporte de carga. El proyecto permitirá adquirir aprendizajes. Actualemente, se dialoga con empresas privadas, a través de un data room, para establecer las condiciones de un proceso de licitación en el último trimestre de 2021.

Asimismo, se creó un grupo de trabajo que incluye, entre otros, a Ancap, UTE, el MIEM y el Ministerio de Ambiente, con el objetivo de desarrollar en conjunto diferentes acciones.

En tanto, junto a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), se implementa un programa para apoyar a la academia y el sector privado para encontrar soluciones para los desafíos del hidrógeno verde en Uruguay. “Buscamos crear capacidades entre los estudiantes y futuros profesionales en el ámbito del hidrógeno verde”, dijo Paganini.

El jerarca agregó que Uruguay cuenta con buenas capacidades en cuanto a gobernanza y factores ambientales y sociales, lo que lo hace atractivo para inversiones en este sector. Asimismo, posee un sólido régimen de promoción de inversiones. Paganini también destacó la localización estratégica de nuestro país; sus puertos, aeropuertos y zonas francas libres; y la calidad de su infraestructura en telecomunicaciones.

“Creemos que Latinoamérica tiene una muy buena oportunidad, considerando nuestra situación geopolítica en el nuevo escenario energético”, cerró el ministro.

 

Etiquetas