Turismo responsable

Disfrutar de las ballenas cuidándolas y cuidándonos

Desde el Ministerio de Turismo trabajamos en el desarrollo sostenible del avistaje de ballenas.
Ballena franca austral

Este tipo de turismo crece año a año a nivel internacional, y en nuestro país la presencia de la Ballena Franca Austral, en particular, atrae un creciente número de turistas que se acercan a observarlas entre junio y noviembre a nuestra costa oceánica.

En este sentido junto a la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos - DINARA (MGAP), la Dirección Nacional de Medio Ambiente - DINAMA (Ministerio de Medio Ambiente), la Prefectura Nacional Naval y la Organización de Conservación de Cetáceos - OCC, siempre recomendamos hacerlo de manera responsable, actuando bajo buenas prácticas ambientales y teniendo presente los cuidados que el Decreto 261/02 establece, como por ejemplo, la regulación en el acercamiento de particulares embarcados a estos cetáceos.

Es importante conocer que esta especie migra a nuestras costas para reproducirse, parir y amamantar a sus crías. También se han identificados ballenatos recién nacidos en los últimos años.

Por ese motivo, debemos preservar su hábitat y entre otras cosas, evitar acercarnos a estos animales en embarcaciones, recordando el Radio de Protección a la Ballena (RPB) que establece el Decreto de 300 metros de distancia máxima. Ante un incidente (encuentro) desde una embarcación y principalmente por seguridad de los embarcados, la nave deberá abandonar la zona, con los recaudos necesarios, y comunicar a la autoridad marítima correspondiente, para prevenir a otras embarcaciones de la presencia de los cetáceos en dicho lugar, manteniendo la integridad de la embarcación, sus tripulantes y los propios animales.

Desde Piriápolis hasta la Barra del Chuy, los cetáceos pueden ser avistados y en algunos casos permanecen muy cerca de la costa. Para quienes las encuentran de forma inesperada pueden contemplarlas mientras realizan saltos, coletazos o simplemente descansan y escuchar sus soplidos.

Las ballenas francas alcanzan a medir 16 metros las hembras y 14 los machos (comparativamente son del tamaño de un ómnibus y medio) y pesan unas 40 toneladas (algo así como el peso de unos 10 elefantes adultos). Sus crías nacen con unos 4 a 6 metros de longitud y unas 10 toneladas de peso. El ballenato es alimentado por su madre hasta el primer año de vida. La leche materna es el sostén de la cría, que puede consumir hasta 150 litros a diario, evidenciando la importancia de respetar ese momento vital.

¿Cómo identificarlas?

La Ballena Franca Austral tiene algunas características exclusivas que las diferencia de las demás especies de las grandes ballenas. Por un lado su exhalación en forma de "V" que puede alcanzar los 4m de altura. Por otro, la presencia de callosidades (áreas de piel engrosada) distribuidas en la cabeza, cuya dimensión y forma varía de una ballena a otra y no cambian con el pasar del tiempo. Finalmente, la carencia de aleta dorsal permite identificar esta especie fácilmente.

Foto: Alvaro Pérez Tort.

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