Documentos de Trabajo

Distribución de las funciones de conducción por género y niveles

Como se ha mencionado, el total de funciones de conducción relevadas es 4.110[1], ocupadas por 2.342 hombres y 1.768 mujeres. Si observamos los números absolutos en los diferentes niveles jerárquicos de conducción (ver cuadro 1), los hombres son más cantidad en todos los niveles con excepción del 6 (jefes de departamento).

Los números relativos indican que el género influye en el nivel de conducción al que se alcanza: si se toman en su conjunto los niveles 1 a 4, se tiene casi el doble de chance de llegar siendo hombre y, si se toma hasta el nivel 3, las posibilidades de acceder a estos cargos se triplican.

 

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El nivel con mayor cantidad de funcionarios tanto de hombres como de mujeres es el 6 (Jefes de Departamento), seguido por los niveles 7 y 5 (Jefes de Sección y Directores de División), concentrando el 78% de las mujeres y el 66,6% de los hombres.

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Por el contrario, el 12,9% de los hombres y el 4,7% de las mujeres se encuentran en los niveles 0 a 3. El nivel 4 es ocupado por el 6,2% de las mujeres y el 5,8% de los hombres.

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Del total de jefes en la Administración Central, el 57% son hombres y el 43% son mujeres; similar porcentaje se presenta en la totalidad de los vínculos de estos incisos, ejerzan o no la conducción. Sin embargo, esta proporción no se mantiene al comparar la distribución en los distintos niveles, donde las funciones con más jerarquía (nivel 1 al 3) están altamente masculinizadas, presentando un 78% de hombres y un 22% de mujeres. Es decir que la concentración de hombres aumenta considerablemente a medida que aumentamos el nivel jerárquico. Por el contrario, las funciones con menos jerarquía (del nivel 4 en adelante) presentan un 55% de hombres y 45% de mujeres.
 

Estos números dan cuenta de la existencia del denominado techo de cristal para las mujeres a la hora de acceder a los niveles más altos de conducción. “La expresión «techo de cristal» se emplea para describir los obstáculos invisibles y artificiales provocados fundamentalmente por sesgos o preferencias constantes instalados en las estructuras institucionales que favorecen al sexo masculino e impiden a las mujeres acceder a altos puestos de adopción de decisiones y de dirección”. (OIT, 2008).

Al comparar con los datos relevados en el año 2017[2], podemos observar que la brecha se acrecentó, pasando de 68,2% de hombres (31,8% de mujeres) ejerciendo la conducción en los niveles más altos, a un 74%.

En los niveles de 4 a 8 también se amplió la brecha entre hombres y mujeres, pasando de un 53,9% de mujeres (46,1% de hombres) ejerciendo la conducción en el año 2017, a un 45% de mujeres en 2020, y a un 52% de mujeres.

 

Distribución de las funciones de conducción por niveles e Inciso

Como se ha mencionado, la distribución de hombres y mujeres en el total de jefes de la Administración Central es similar a la distribución del total de vínculos del universo considerado.

Al observar la distribución de las funciones de conducción por Inciso, las mayores diferencias se encuentran en el Ministerio de Desarrollo Social (37% hombres y 63% mujeres), el Ministerio de Educación y Cultura (40% hombres y 60% mujeres), el Ministerio del Transporte y Obras Públicas (67% hombres y 33% mujeres) y el Ministerio del Interior (71% hombres y 29% mujeres).

Gráfico 3

En el gráfico 4 se aprecia que las funciones con mayor nivel jerárquico (nivel 0 al 3) están altamente masculinizadas en todos los Incisos. El Ministerio de Desarrollo Social es el que presenta un mayor porcentaje de mujeres ejerciendo la conducción en estos niveles, con un 44%, seguido por el MIEM con un 36% y el MEC con un 35%. Cabe señalar que estos son los incisos más feminizados en la totalidad de sus vínculos.

Lo anterior nos permite observar que, aún en los Incisos con mayor proporción de mujeres en la totalidad de sus vínculos, la presencia de mujeres ejerciendo la conducción disminuye a medida que se asciende en la jerarquía piramidal, de modo que la concentración de mujeres ocupando posiciones de mayor poder y asumiendo las mayores responsabilidades laborales es menor.

Gráfico 4

Según la OIT (2015) “las tasas de participación de la mujer en el mercado de trabajo suelen seguir siendo proporcionalmente más altas que su porcentaje en los cargos directivos, y en muchos países hay una marcada disparidad”. Sin embargo, el número de mujeres en cargos directivos aumenta gradualmente. Uruguay figura entre los países que presentan un aumento del 7% o más de la proporción de mujeres en cargos directivos en el período 2000-2012. (OIT, 2015, pág. 20)

 Los Incisos que presentan más de un 80% de hombres ejerciendo la conducción en los niveles 0 a 3 son el Ministerio de Turismo (100%), Ministerio del Interior (94%), Ministerio de Transporte y Obras Públicas (92%), Presidencia de la República (91%), Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (82%) y Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (82%).

Al analizar el nivel 4 correspondiente a Gerente de Área, encontramos que los Incisos con una presencia masculina mayor al 60% son el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Ministerio del Interior. Estos incisos también presentan una mayor cantidad de hombres en la totalidad de sus vínculos, con la excepción del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, donde las mujeres representan el 62% del total de sus vínculos.

Los Incisos con una presencia femenina mayor al 60% en estos niveles de conducción son el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Turismo, ambos con mayor presencia de mujeres en la totalidad de sus vínculos.

Gráfico 5

 

Los Incisos que presentan una proporción de hombres mayor al 60% en los niveles de menor jerarquía (niveles 5 a 8) son el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y el Ministerio del Interior, siendo también los más masculinizados en la totalidad de sus vínculos.

Los Incisos que presentan una mayor proporción de mujeres son el Ministerio de Salud Pública (67%), el Ministerio de Relaciones Exteriores (66%), el Ministerio de Desarrollo Social (65%), el Ministerio de Educación y Cultura (65%), el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (63%), el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (63%) y el Ministerio de Turismo (63%).

Estos Ministerios tienen una mayor cantidad de mujeres en la totalidad de sus vínculos y dentro del total de funcionarios que ejercen la conducción[3], sin embargo, en los niveles de mayor jerarquía presentan una mayor presencia masculina, lo que muestra que a medida que aumenta el nivel jerárquico de las funciones de conducción disminuye la cantidad de mujeres.

Gráfico 6

Además, esta distribución desigual de hombres y mujeres da cuenta de una segregación horizontal, reflejando una tendencia aún presente en nuestra sociedad.  Esto es especialmente significativo si consideramos los sesgos de género asociados a la histórica división sexual del trabajo, donde los incisos mayormente masculinizados coinciden con las ocupaciones tradicionalmente asignadas al género masculino y los incisos mayormente feminizados son aquellos que se relacionan con sectores de actividad considerados históricamente como femeninos, como lo son la salud, la enseñanza y los servicios sociales. Las mujeres se concentran en actividades ligadas a sus roles tradicionales de cuidados y en tareas que suponen especial sensibilidad y empatía. “…la sobrerrepresentación de las mujeres en las áreas de la salud, la educación y el trabajo social puede atribuirse a percepciones sociales que infravaloran las competencias laborales necesarias para realizar este tipo de trabajos” (OIT, 2016, pág. 48)

 

Distribución de las funciones de conducción por niveles y tramos etarios

El promedio de edad de los funcionarios que ejercen la conducción es de 49,1 años, siendo 48,4 para las mujeres y 49,7 para los hombres. Sin embargo, si excluimos al Ministerio del Interior, debido a que su conformación etaria difiere del resto de la Administración Central, el promedio de edad aumenta a 51 años, siendo 49,4 para las mujeres y 52,6 para los hombres.

El 49% de quienes ejercen la conducción tienen más de 50 años. El siguiente tramo con mayor peso es el de 35 a 49 años con un 43% y el tramo de 18 a 34 años concentra el 8% de los jefes. En la totalidad de los vínculos la distribución no presenta grandes diferencias, puesto que el 46,9% tiene más de 50 años, el 36,5% se ubica entre 35 y 49 años y un tiene 16,6% menos de 35 años (ONSC, 2020).

Al observar los niveles de conducción con mayor jerarquía (nivel 0 a 3) encontramos que el 65% de los funcionarios que ejercen la conducción tienen 50 o más años. De ellos, el 85% son hombres y el 15% son mujeres.
 

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En el tramo de 35 a 49 años se encuentra el 32% de los jefes, con un 67% de hombres y un 33% de mujeres.

El tramo de 18 a 34 años presenta el 3% de los jefes, con un 60% de hombres y un 40% de mujeres.

La edad promedio en estos niveles es de 53,2 años, siendo 49,9 para las mujeres y 54,1 para los hombres.

Si tomamos los niveles 4 en adelante encontramos que el 42% tiene más de 50 años (56% hombres y 44% mujeres) y el 40% se ubica entre 35 a 49 años (54% hombres y 46% mujeres). El 8% restante se encuentra en el tramo de 18 a 34 (49% hombres y 51% mujeres).

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En estos niveles el promedio de edad es de 48,7 años, siendo 48,3 para las mujeres y 49 para los hombres.

De lo analizado se destaca que el 49% de los jefes en la Administración Central superan los 50 años, y en los niveles de mayor jerarquía (0 a 3) este porcentaje aumenta al 65%. El promedio de edad es de 49,1 años, aumentando a medida que aumenta el nivel jerárquico. En los niveles 0 a 3 el promedio de edad es de 53,2 años y del nivel 4 en adelante es de 48,7 años.

 

Notas al pie

[1] El 32% de estas funciones corresponde al Ministerio del Interior.

[2] Se excluye Ministerio del Interior por no estar incluido en el porcentaje del año 2017.

[3] Exceptuando el Ministerio de Relaciones Exteriores.

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