3.1. Energía
Durante 2018 se ejecutaron inversiones en el sector de energía por US$ 325 millones, acumulando con dicho registro un total de US$ 3.165 millones para el período 2015-2018[1], un 75% de lo previsto en el plan de infraestructura.
En 2018 gran parte de las inversiones fueron realizadas por la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE), que acumuló una ejecución de US$ 1.042 millones en 2015-2018. En línea con lo planificado para el quinquenio 2015-2019, las obras que han requerido mayor nivel de inversión se concentraron en la Central de Ciclo Combinado Punta del Tigre B y en obras en redes de distribución y trasmisión. En tanto, se ejecutaron aproximadamente US$ 50 millones en las obras de la línea de trasmisión Tacuarembó-Melo, proyecto que se lleva a cabo bajo la modalidad de Leasing Operativo.
Por su parte, ANCAP realizó inversiones por US$ 15 millones en el rubro energético el año pasado, acumulando entorno de US$ 80 millones en el cuatrienio cerrado en 2018.
Con las inversiones proyectadas para este año (de aproximadamente US$ 346 millones), el sector de energía acumularía una ejecución de US$ 3.510 millones en 2015-2019, lo que significaría un 83% de lo previsto en el plan. Cabe señalar que dicho avance contiene comportamientos disímiles a nivel de cada tipo de inversión. Por un lado, las referidas a generación eólica y solar superaron las previsiones del plan (se ejecutaron US$ 1.992 millones[2] contra los US$ 1.740 millones previstos, a pesar de no evidenciarse inversiones significativas en biomasa) y se espera que las inversiones realizadas por UTE estén en línea con su programación (alcanzarían una ejecución superior al 95% de lo previsto en el plan). Por su parte, las inversiones de ANCAP en energía y las proyectadas por UTE en trasmisión y distribución (a realizarse a través de mecanismos de PPP, leasing operativo o mediante la constitución de fideicomisos) han mostrado un avance significativamente menor al previsto. Por último, no se concretaron las inversiones previstas en el proyecto de la Terminal de Regasificación de gas natural licuado (estimadas en US$ 390 millones).
[1] Cabe precisar que se ajustó al alza la estimación de inversiones de 2016, desde US$ 1.110 millones a US$ 1.120 millones por una corrección en la cifra de inversiones ejecutadas por ANCAP en el rubro energía, y se ajustó a la baja la estimación de 2017, desde US$ 634 millones a US$ 629 millones debido a que se habían considerado US$ 5 millones de ejecución de obras en la Línea Tacuarembó–Melo que corresponden efectivamente a 2018.
[2] De acuerdo a estimaciones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en base a información de UTE y del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM). En 2018 se contemplaron inversiones restantes en proyectos de generación solar por US$ 4 millones.