Hugo García Robles: entre la gastronomía y la música.
Fue un melómano, discípulo de Lauro Ayestarán en musicología. Entre 1974 y 987 vivió en Venezuela donde trabajó en la industria editorial y en la prensa venezolana, donde se dedicó especialmente a la crítica de música y literatura. Como gastrónomo y crítico de vinos, escribió notas bajo el seudónimo de «Sebastián Elcano» y fundó la revista La Casa de Lúculo, pionera en Venezuela sobre estos temas. Fue columnista del diario El País y el semanario Búsqueda. Hizo radio en El Espectador y Radio Sarandí y fue columnista en medios internacionales. Fue traductor del francés, inglés e italiano, entre las que se cuenta, obras de Malcolm Lowry y Pier Paolo Pasolini.
Entre sus libros están, El folklore musical de Argentina y Uruguay, Folklore de Oriente y África, El cantar opinando, El recetario de la memoria y El mantel celeste.
García Robles, estudió profundamente la gastronomía de varios lugares del mundo, especialmente la de Uruguay y el Río de la Plata. En muchas de sus notas, y antes que fuera un área oficializada por la Unesco, defendió y destacó a la gastronomía como una señal de identidad de los pueblos. Aún sin nombrarlo como patrimonio inmaterial, reconocía en los alimentos y su elaboración como parte de las diferentes culturas.
Pero también, sus estudios, artículos y libros sobre música y folklore, lo destacan en el análisis de la música como elemento identitario de la sociedad. Allí también hizo un aporte fundamental para destacar a la música como patrimonio inmaterial.
La vida de Hugo García Robles merecen un mayor recuerdo. Por eso, a través de esta breve evocación la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación destaca el invalorable aporte que García Robles, que Sebastián Elcano ha hecho en el estudio, investigación y difusión de diferentes manifestaciones culturales y con sus trabajos sentó las bases de lo que hoy se denomina Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.