Ministerio de Educación y Cultura

Los géneros periodísticos son muy variados. En la rica historia de la prensa uruguaya, han pasado por las publicaciones, nombres importantes que han hecho escuela. Uno de ellos, considerado uno de los padres de la crónica costumbrista en el periodismo uruguayo es el de Julio César Puppo, que firmaba sus notas como “El Hachero”.

Julio César Puppo (1903- 1966) nació en Montevideo. Fue un escritor y periodista. Comenzó a escribir en El Diario, en el año 1923 en la sección Deportes. Luego pasó a ser el jefe de la misma sección, pero en El País, al tiempo que también publicaba para Mundo Uruguayo. En el diario El Plata debutó con el seudónimo “El Hachero”, apodo con el que se hizo famoso, aunque también utilizó los nombres “Triplenne” o “Juan Pérez”. También publicó en otras revistas y publicaciones como Marcha, El Popular y La Tribuna Popular. En la revista Peloduro integró el equipo de redacción

Sus crónicas eran de tipo costumbrista, y retrataron, magistralmente, la bohemia montevideana, el Bajo, la noche, y las crónicas futbolísticas. Ubicó al periodismo, y a sus textos, en la categoría de literatura. En 1940 publicó su primer libro con más de setenta de sus notas que se llamó Crónicas de El Hachero (Editorial Nueva América). Luego llegó Ese mundo del Bajo (1965, Arca). Luego de su muerte aparecieron "Nueve contra once" (1976 Arca), "Crónicas" (1982, Banda Oriental) con notas publicadas en "Marcha" entre 1963 y 1965.

Escribiendo sobre “El Hachero” Alfa Segovia de Stanley, reclamó que “a la literatura costumbrista hay que quitarle el papel de ‘Cenicienta’ de las letras, porque su carácter testimonial nos descubre personajes, ambientes, episodios y estilos inmersos en el tiempo de una ciudad que no llegamos a conocer, y que se fue transformando lentamente sin que los montevideanos lo hubiéramos advertido. Hace bastante tiempo que se afirma, -a raíz de las demoliciones de casas y edificios que deberían haber sido considerados monumentos históricos – que Montevideo es una ciudad sin memoria. Pienso que una forma de recuperarla, puede ser volver a leer a nuestros cornistas de costumbres, porque sin lugar a dudas, encontraremos verdaderas joyas ocultas. Considero que la obra de El Hachero merece una valoración que aún no ha recibido, por eso presento estos apuntes con la esperanza de que incentiven el interés de otros lectores y estudiosos.”

Sobre el seudónimo que lo hizo famoso, Puppo explicó que “este nombre se da en el fútbol al que prefiere emplear el juego ilícito, al margen de los reglamentos. Lo he adoptado porque yo también empleo un lenguaje -ese mismo lenguaje popular- que podría calificarse de ilegal, gramática en mano. Soy pues, un hacero de la literatura. Y no me acuso de ello, simplemente informo.”