Investigación y estadística

Logro y nivel educativo alcanzado por la población 2013

Estadísticas

La publicación cuenta con un resumen ejecutivo y tres capítulos dirigidos a establecer la cobertura del sistema, analizar el nivel educativo alcanzado por la población y presentar un breve perfil de los jóvenes que no estudian ni trabajan.

Resumen ejecutivo

Analfabetismo

En nuestro país, el analfabetismo ha decrecido de manera constante y consistente en el tiempo. Actualmente, existe un 1,6% de personas que declaran no saber leer ni escribir, situación que alcanza un 2,7% en áreas rurales.
Desde hace muchos años el sistema educativo alfabetiza a casi la totalidad de los niños. Por ello, solo el 1% de las personas de 15 a 49 años declara no saber leer ni escribir, y el 3,5% de las personas de 65 años o más expresa no contar con dichas capacidades.

Cobertura

La cobertura educativa alcanza casi el 100% entre los 6 y los 11 años de edad, es decir, en el tramo de escolarización primaria. Esta también puede considerarse universal a los 5 años de edad (98,6%; en 2012: 97,7%), y a los 12 y 13 años (97,8% y 95,7%; en 2012: 97,6% y 96,6%, respectivamente). En estas edades no se registran variaciones de significación.
A los 2 y los 3 años de edad, la cobertura alcanza al 45% y al 60,4% de los niños. A los 3 años, se incrementa la brecha de asistencia entre ricos y pobres: asiste el 44,1% de los niños del 1.er quintil y el 95% de los del quintil mayor. Pero a los 4 años de edad, asiste el 84,6% de los niños provenientes de hogares del 1.er quintil de ingresos (en 2012: 81,7%), lo que supone una reducción en la brecha de la desigualdad.
A los 13 y 14 años, más del 90% de los jóvenes asiste a algún centro educativo (95,7% y 92,5%, respectivamente) y, a los 15, lo hace el 86,9%. En estas edades también empiezan a sentirse las diferencias: entre los jóvenes provenientes de hogares del 1.er quintil de ingresos, la desvinculación resulta notoria ya a los 15 años de edad y, entre los provenientes del quintil mayor, recién adquiere dimensiones de importancia entre los que tienen 18 años de edad (asiste el 78,8% y 83,6%, respectivamente). Además, a los 14 años, las brechas entre el quintil mayor y el 2.o quintil, en relación con el 1.er quintil de ingresos del hogar, se reducen 10,9 y 5,3 en 2013, y 12,8 y 7,9, puntos porcentuales en 2012, respectivamente.
A su vez, las brechas entre el 1.er quintil y el quintil mayor, a los 18 y a los 21 años de edad (47,9 y 58,2,
respectivamente) entre 2012 y 2013 se redujeron 5 puntos porcentuales.
La participación de hombres y mujeres a partir de los 15 años de edad, y sobre todo después de los 18 años, tiende a ser cada vez mayor para las jóvenes.

Asistencia y trabajo

El 49,6% de los jóvenes de 15 a 20 años se dedica exclusivamente a estudiar (6 décimas menos que en 2012): el 27,6%, lo que constituye más de la mitad, lo hace en educación media superior, el 12,9% aún no termina la educación media básica y el 7% realiza estudios terciarios. El 13,1% de estos jóvenes asiste y trabaja o busca trabajo; el 24,8% solo trabaja o busca trabajo (en 2012: 13,2% y 23,7%, respectivamente), y el 12,5% no estudia, no cuenta con una actividad laboral alternativa y tampoco busca procurarla, disminuyendo con relación al 2013 medio punto porcentual.
Entre los jóvenes de 12 a 29 años que dejaron sus estudios, el trabajo aparece como el segundo motivo más importante: casi 3 de cada 10 se desvinculó cuando comenzó a trabajar (26,9%).
La principal razón esgrimida fue la falta de interés o el interés por otras temáticas (49,3%; en 2012: 47,6%). Este factor afecta en mayor proporción a los más jóvenes: entre los 12 y los 17 años, el 64,1% esgrimió esta explicación para explicar su desvinculación del sistema educativo.
Analizando por quintiles de ingreso, el embarazo, el sentimiento de que estudiar es difícil y la carga de tareas del hogar que recae en algunos jóvenes son motivos señalados en mayor proporción por los más pobres (11,8%, 5,2% y 5,8%).

Nivel educativo de la cobertura

Además de contarse con un buen nivel de cobertura en niños de 4 a 11 años, la adecuación entre las edades teóricas y los niveles educativos correspondientes es relativamente elevada y constante. Un 2% de los niños, presumiblemente de 5 años, ya se encuentra asistiendo a primaria.
El rezago escolar lentamente sigue disminuyendo en las edades superiores:

  • Entre los 12 y los 14 años el rezago pasa del 19,8% en 2012, al 18,2 % en 2013.
  • Entre los 15 y los 17 años fue del 27,9 % para el 2013. Y conjuntamente con quienes no asisten, en 2013 estuvo rezagado o no asistió el 49,8%.
Culminación de ciclos

Las personas que logran niveles educativos superiores a primaria completa varían sensiblemente por tramos de edad: en 2013, el 29,1% de las personas con 70 y más años de edad y el 82,9% de las personas con entre 25 y 29 años declararon tener educación primaria completa o superior (en 2012: 30% y 83,8%, respectivamente).
Las personas pertenecientes a hogares del 1.er quintil de ingresos que no alcanzan a superar primaria continúan registrando en 2013 una tendencia positiva, disminuyendo la cifra con relación al 2011 (55,0% en 2013, 60,4% en 2011).
Por su parte, los sectores pertenecientes al quintil mayor de ingresos continúan incrementando la proporción de personas que alcanzan los estudios terciarios (54,2% en 2013, 53,1% en 2011).
Complementariamente, los sectores ricos y pobres participan de manera similar en educación media: la proporción de personas que habiendo superado la educación primaria no acceden a la educación terciaria es de 38,8% y 43,3% (en 2012: 39,1% y 43,6%).
Los datos confirman que se trata de una situación que puede cambiar, todo lo cual permite intuir que, por estructural que sea, es posible favorecer su evolución positiva.
Del examen de la evolución de la culminación de ciclos en grupos de edades escogidas, comparando los resultados obtenidos por los jóvenes provenientes de hogares del 1.er quintil y del quintil mayor de ingresos, surge que:

  • Entre los jóvenes de 14 y 15 años de edad, sobre todo en el 1.er quintil de ingresos, crece el volumen de finalización de la educación primaria y la brecha viene reduciéndose: pasa de 10,1 puntos porcentuales en 2006 a 4,6 en 2013 (una reducción relativa del 54,9%).
  • A los 17 y 18 años de edad, la conclusión de educación media básica, en comparación con 2006, registra un leve crecimiento de la brecha de desigualdad educativa asociada al nivel de ingreso de los hogares de procedencia (pasa de 50,4 puntos porcentuales en 2006 a 52,1 en 2013: incremento relativo del 3,4%).
  • Finalmente, el grupo de jóvenes de 21 a 22 años que culminaron educación media superior incrementa el volumen de culminación del ciclo educativo y disminuye la brecha entre los quintiles extremos de ingreso per cápita de los hogares, como resultado de un mayor incremento relativo en la culminación de los sectores menos favorecidos: en comparación con 2012, se incrementó un 2% en el quintil mayor y un 44,7% en el 1.er quintil de ingresos la finalización de educación media superior.
  • La brecha de desigualdad educativa asociada al nivel de ingreso de los hogares de procedencia de este grupo pasa de 62,7 puntos porcentuales en 2012 a 60,7 en 2013 (reducción relativa del 3,2% de la brecha).

Como resultado del examen de estos indicadores, puede decirse que la tendencia es, en general, positiva: se incrementan los niveles de culminación y se reducen lentamente las brechas de logro educativo asociadas a factores socioeconómicos.

Quienes no estudian y no trabajan

Entre quienes no estudian y no trabajan, destacan las personas que viven en el interior (64,3%) y las mujeres (64,6%). Adicionalmente, casi 8 de cada 10 integran hogares de bajos recursos (1.er y 2.o quintil de ingresos: 76,9%) y más de 9 de cada 10 tampoco buscan empleo (95,8%). Esta proporción se aproxima al 100% entre los jóvenes de 15 a 17 años de edad y se reduce fundamentalmente entre los que tienen entre 19 y 22 años (en promedio: 99,3% y 92,9%, respectivamente).
La cantidad de jóvenes que no asiste a un establecimiento educativo ni trabaja es mayor entre los 15 y los 19 años de edad. La brecha entre quienes no estudiando, buscan y no buscan trabajo, se torna máxima entre los jóvenes de 21 años.
Casi 7 de cada 10 de estos jóvenes alcanzaron por lo menos a ingresar a educación media (67,7%), y un 19,7% accedieron a educación media superior o inclusive a educación terciaria (17,5% y 2,2%), respectivamente.
Finalmente, se registran perfiles diferentes cuando se compara a quienes buscan trabajo con quienes no lo hacen: los que no buscan trabajo tienden más a no haber completado primaria, y los que buscan, a haber alcanzado educación media superior. En ambos grupos se han registrado signos de mejoramiento en sus logros educativos.

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