SENDA: Estrategia Nacional para el Desarrollo Agropecuario

Prólogo

Ha llegado el momento.

Ya nadie duda de la importancia del sector agropecuario como motor productivo de la economía nacional y su incidencia en el desarrollo económico y social de nuestro país.

En un mundo lleno de incertidumbres, debemos trabajar para que las políticas públicas agropecuarias puedan conferir mayores certezas a este sector clave de nuestra actividad.

Más allá de los riesgos que corre cualquier tipo de negocio, la agropecuaria está sometida a factores adicionales de incertidumbre, como son los efectos de la variabilidad climática, la incidencia de enfermedades y plagas que hacen cada vez más compleja la producción.

El contexto internacional genera también incertidumbre de carácter político, los conflictos bélicos comprometen las cadenas de suministro, los sistemas de transporte y el aprovisionamiento de insumos básicos para sostener los sistemas productivos.

Es por ese cúmulo de incertidumbres que la definición de una estrategia de política agropecuaria de largo aliento se hace absolutamente necesaria y, a partir de la misma, poder proyectar políticas de Estado que vayan más allá de los períodos de Gobierno. Se debe trazar un camino de mayor certidumbre para el sistema productivo, base fundamental del desarrollo económico y social.

Hoy se materializa la Estrategia Nacional para el Desarrollo Agropecuario, llamada SENDA, que comenzó a construirse hace varios meses y que luego de pasar por varias etapas dice aquí estoy, para que la usen, piensen y desafíen.

El diseño de las políticas agropecuarias en el largo plazo es acumulativo y, por lo tanto, debe surgir de ámbitos plurales, democráticos y multisectoriales.

En esta construcción participaron técnicos del MGAP, ministros de Ganadería, Agricultura y Pesca de otras épocas, la institucionalidad agropecuaria, los productores a través de sus agremiaciones, cámaras empresariales, sistema político, en fin, la sociedad uruguaya.

Todos los actores que han estado involucrados han transmitido su experiencia, a través de cada desafío que les ha tocado enfrentar.

SENDA ha demandado un largo proceso que, como la mayoría, nació desde el cerno para luego crecer, abriendo la discusión y recogiendo todas las ideas que permitan construir un documento que sea el faro de las políticas públicas agropecuarias, que nos invite a ser creativos, pensar el futuro de la agropecuaria, el desarrollo nacional, apuntando hacia dónde tenemos que ir y qué queremos construir.

El futuro es siempre incierto, siempre genera distintas visiones y por eso SENDA ha sido plural y participativo para que entre todos podamos ayudarnos a aportar un documento de base.

Uruguay tiene una gran fortaleza que es la institucionalidad agropecuaria, pero fue diseñada en otro tiempo y por eso necesitamos una nueva institucionalidad y un nuevo ministerio que apunte hacia el futuro.

Por eso, a través de este documento, los invito a que imaginemos el porvenir para ver qué institucionalidad se necesita, definiendo cuáles son las grandes políticas sectoriales de Estado que van a ser factores de desarrollo y crecimiento del país.

Como lo indica su nombre, esto es un camino y se hace camino al andar.

Fernando Mattos

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