Estrategia

Paganini: Uruguay debe combatir el cambio climático con “investigación e innovación”

El Gobierno presentó su Estrategia Climática de Largo Plazo, que refleja la visión aspiracional de Uruguay en materia de cambio climático, tanto en materia de adaptación y resiliencia como de emisiones y remociones de gases de efecto invernadero. En el acto de lanzamiento, el ministro Paganini repasó los planes vinculados con la industria y la energía, que incluyen una fuerte apuesta al hidrógeno verde, la electromovilidad y la economía circular. El ministro dijo que la nueva estrategia, que calificó como “ambiciosa”, confirma el liderazgo de Uruguay en temas ambientales. Remarcó el compromiso del Gobierno con esta visión, afirmó que no solo se debe apostar a la mitigación, sino también a la investigación y la innovación, y afirmó que, si bien estas temáticas incluyen tensiones, representan oportunidades que el país debe aprovechar.
Diserta el ministro Omar Paganini, junto a la ministra Azucena Arbeleche

 

El Gobierno lanzó la Estrategia Climática de Largo Plazo (ECLP), que pretende reflejar la visión aspiracional de Uruguay en materia de cambio climático, tanto en materia de adaptación y resiliencia como de emisiones y remociones de gases de efecto invernadero (GEI). La iniciativa permitirá mostrar cómo el país aporta al cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París y busca proyectar los escenarios posibles —en consideración a las futuras generaciones y reforzando los diferentes compromisos asumidos por el país—, como parte de un proceso de construcción e implementación de una política de Estado en cambio climático.

Esta política busca contribuir al desarrollo sostenible del país, con perspectiva de equidad y procurando una sociedad más resiliente y menos vulnerable al cambio climático. Su objetivo es una mayor capacidad de adaptación y más consciencia y responsabilidad ante estos desafíos.

En el lanzamiento de esta estrategia, realizado este 27 de diciembre en el anexo de Torre Ejecutiva, participó, en representación del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), el ministro Omar Paganini. Entre el auditorio estuvo el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, además de otras autoridades nacionales, entre ellas el subsecretario del MIEM, Walter Verri.

Paganini integró la mesa de autoridades junto al ministro de Ambiente, Adrián Peña; la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche; y el ministro de Ganadería, Fernando Mattos.

El ministro de Industria, Energía y Minería dijo que “el cambio climático es una realidad” y añadió que “implica adaptarse, mitigarlo, pero también investigar, innovar y transformar nuestra forma de trabajo, aplicando nuevos conocimientos”.

El secretario de Estado destacó el trabajo interinstitucional desarrollado para concretar la ECLP, y calificó su escenario aspiracional como “ambicioso” —ya que implica lograr la neutralidad de carbono en 2050—, a la vez que “alineado con la vocación de Uruguay” de ser líder mundial en temas ambientales.

“Creo que estamos todos, en el Gobierno nacional, comprometidos con esta visión”, aseguró.

En cuanto a los temas referentes al MIEM, Paganini explicó que Uruguay cumplió su primera transformación energética, lo que se refleja en que, en los últimos cuatro años, promedió 97% de fuentes renovables para su matriz eléctrica. También destacó la diversificación de la matriz energética, que hoy incluye altos porcentajes de energía eólica, solar y biomasa. A pesar de ello, explicó que “en años de fuerte seca” se debe recurrir a generación térmica de origen fósil.

“En el futuro esto hay que tenerlo claro. Hay que invertir en otras formas de firmeza en el sistema”, lo que implica nuevas tecnologías de almacenamiento o storage. “El mundo está yendo en esa dirección”, afirmó. Por ello, UTE “tiene un primer proyecto de storage con baterías convencionales […], ya en proceso de adjudicación”, anunció el ministro.

En cuanto a la segunda transformación energética, Paganini señaló que permitirá “atacar el 37% de nuestra matriz energética que todavía depende de los fósiles”. En este 37%, dos tercios corresponden al sector del transporte. Por ello, el Gobierno “está decidido a avanzar en la electromovilidad”, dijo el ministro.

En cuanto al transporte público, se trabaja en formas y mecanismos que incentiven la incorporación de unidades eléctricas. Se trata de “un proceso largo” que, si bien ya comenzó, “requiere fondos, inversión e incentivos adecuados”.

En lo que refiere al transporte privado, “el Gobierno nacional ha decidido medidas agresivas”, como la eliminación del IMESI en los vehículos eléctricos y una fuerte disminución de este impuesto en los híbridos enchufables. A su vez, se apuesta a una fuerte ampliación de la red nacional de cargadores. Esto también requiere inversiones, dijo Paganini.

Finalmente, se encuentra el transporte de carga, que actualmente no puede funcionar con baterías. Por ese motivo, se inició el Plan de Hidrógeno nacional, que “terminó siendo mucho más ambicioso, en la medida que reconoció oportunidades de generación de hidrógeno para exportación, pero también […] posibilidad de generación de combustibles alternativos, de origen verde, con hidrógeno y CO2 capturado a la atmósfera, o incluso CO2 de producción agrícola”, explicó el ministro.

Paganini anunció que se está terminando la hoja de ruta de hidrógeno verde, en la que participó la prestigiosa consultora internacional McKinsey & Company. En esta estrategia se involucran “los combustibles verdes, el hidrógeno en el transporte de carga a larga distancia y la posibilidad de exportación de hidrógeno, generando así una industria nueva para el país que entendemos valiosa”, dijo el jerarca.

En cuanto al sector industrial, Paganini indicó que, en el caso del cemento, se pueden bajar las emisiones con el propio hidrógeno. Asimismo, con este energético surgen oportunidades en el campo de los fertilizantes verdes, que hoy se importan.

El secretario de Estado también destacó, como parte de los planes para la industria, la política de la promoción de economía circular. Se trata de una política interministerial que promueve “la mayor reutilización de los materiales, la valoración de residuos, el diseño para evitar desperdicios y toda una serie de disciplinas que tienen que transformar nuestra industria, no solo para hacerla menos impactante en el ambiente, sino también para permitir acceder a mercados futuros que serán exigentes con este tipo de medidas”, explicó.

Paganini también enfatizó que estas políticas incluyen tensiones. La primera, que calificó como “evidente”, es la que se vincula con “la productividad, los costos y el impacto ambiental”. Al respecto, sostuvo: “El medio ambiente cuesta dinero. También es cierto que hay mercados dispuestos a reconocerlo, y hay que aprovecharlo, pero esto cuesta esfuerzos, de los privados en invertir y también del Estado en resignar ingresos” y en consolidar nueva infraestructura.

El ministro también se refirió a las tensiones internacionales que ocasionan estos temas, lo que quedó en evidencia en la Conferencia de Glasgow (COP 26). “Estas tensiones a nivel internacional van a estar cada vez más presentes en las agendas de los países, y hay que tenerlas en cuenta”, afirmó.

Paganini sostuvo que el camino para “enfrentar estos desafíos” es consolidar “una política de Estado que permita procesar todas estas tensiones”, a largo plazo y coordinadamente.

“No olvidemos que esto es, para el país, un montón de oportunidades. Oportunidades que podemos aprovechar y que nos pueden posicionar excelentemente bien en el mundo que se viene”, finalizó el ministro Paganini.

 

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